Correos ha presentado a los sindicatos un borrador de las bases de la próxima convocatoria de empleo público donde se ofertan 3.421 plazas en las que se valorará la posesión de una titulación universitaria y, por primera vez, los conocimientos de inglés y de árabe cuando ni siquiera se exigen las lenguas cooficiales. CC.OO. y UGT, sindicatos mayoritarios en esta empresa pública, denuncian que las bases son «abusivas» y que pueden dejar a miles de eventuales, de hasta 30 años de antigüedad, en «fuera de juego».
Para ambos sindicatos, Correos -presidida por Juan Manuel Serrano, que fuera jefe de Gabinete de Pedro Sánchez- quiere dar un peso excesivo a las titulaciones universitarias, pesando hasta 5 puntos -de los 30 que se estiman para la fase de méritos-, la mitad de la puntuación de 10 puntos que se le da a un eventual de, por ejemplo, 20 o 30 años de antigüedad.
La intención de Correos de puntuar los conocimientos de idiomas -el inglés para todos los candidatos peninsulares e insulares y el árabe para los candidatos de Ceuta y Melilla-, con la propuesta de realizar 10 preguntas sobre estos idiomas con una puntuación máxima de 2 puntos sobre 30, «algo del todo incomprensible si se cae en la cuenta de que el inglés es puntualmente necesario solo en zonas turísticas específicas en todo el territorio nacional, con muy bajo impacto en las oficinas de Correos, por no hablar del árabe que supone aún menores porcentajes», según los sindicatos. Al mismo tiempo, no se exigen las lenguas cooficiales.
Los sindicatos explican que las carencias formativas de la empresa en cuanto a idiomas deben ser cubiertas formando a los trabajadores en las zonas concretas donde así se requiera, con cursos de adaptación y no con «ocurrencias» que van a condicionar a miles de candidatos con mucha antigüedad en la compañía, colocando este mérito por encima de su trayectoria en la empresa y devaluando sus oportunidades.
CC.OO. y UGT consideran que es «una barbaridad» que una titulación universitaria compute más para ser fijo en Correos que la propia formación que imparte la empresa -a la que se le asigna un valor máximo de 3 puntos-, cuando Correos da cursos formativos de competencias concretas en cuanto a productos y procesos postales, algo que, evidentemente, no forma parte de los programas formativos de las titulaciones universitarias. Por otra parte critican que Correos devalúe la formación de sus trabajadores por la cual recibe subvenciones del Estado para programas formativos que capacitan al trabajador para ejercer sus funciones en la empresa.
Estos sindicatos consideran que el borrador de las bases presentado por Correos «roza la ilegalidad», con baremos «claramente desmesurados y propios de oposiciones de niveles superiores y no de puestos operativos», lo que abre una senda peligrosa que miles de candidatos «pueden judicializar y más después de haber asistido al ‘pucherazo’ del anterior proceso por la posible injerencia en la nota de corte del examen de consolidación 2017-2018, con potenciales repercusiones en lo penal, que está pendiente de resolución judicial».
No pensaba que se les había ido tanto de las manos a esta gente el tema de la integración, supongo que pensarán que si facilitan el trabajo a magrebíes, podrían ahorrarse unas cuantas pagas y ayudas sociales que le vendrían genial al Gobierno para retornárselas a algún chiringuito de esos que están tan de moda.
Genios, son unos genios.