Desde el punto de vista de un empresario, la realidad es que las mujeres cobran menos si, pero no por el mismo trabajo.
La mayoría de las mujeres no tiene cualidades de liderazgo y deshecha los trabajos técnicos y aquellos que se desarrollan en condiciones extremas. Estos son los trabajos que dan pasta y las mujeres o no los quieren o no están capacitadas (en su mayoría, por supuesto hay excepciones) para ellos. Es así de simple.
Para una mujer concentrarse de verdad en su carrera laboral supone a menudo tirar por la borda su vida personal, para el hombre es al contrario.