La suerte es la manera sencilla y primitiva del cerebro de simio de explicar las infinitas causas que nos llevan a un resultado.
#56 Yo discuto duro, pero soy igual conmigo. Si da la sensación de que reboso ego es porque no me conocéis y no oís mis diálogos internos. Conmigo soy mucho más duro. A mí me doy mucha más caña. Con los demás intento mantener las formas, pero cuando veo resistencia infantil, entro a machete. También hay que tener en cuenta que en este foro (y en la vida) hay gente que no quiere aprender y no sabe reconocer cuándo no tiene la razón y yo con ese tipo de personas no sé mantener las formas. Insisto un par de veces con símiles y metáforas y ya cuando me doy cuenta de que lo único que sucede es que el otro no quiere razonar, digo 4 frases duras y me aparto. Tengo buenas intenciones y malas pulgas a partes iguales, pero si ignoras mis malas pulgas, verás que todo lo que digo está argumentado y razonado al máximo de mis posibilidades. Me podré equivocar, pero nunca me verás ir a una discusión con un "porque lo digo yo". Siempre suelto mi argumento razonado y ya espero a que el otro me lo rebata. Normalmente llega un punto en que la otra parte descalifica y ya ahí se pone la cosa fea. No dudo que Must sea buena gente y lo que tú quieras, yo no lo conozco, solo de este debate y aquí no ha querido debatir. Como ya dije, no ha rebatido ni un argumento mío, solo se ha puesto a poner otros ejemplos de su punto de vista, que he ido rebatiendo uno a uno con argumentos entendibles. Si quería tener una discusión adulta, me tenía que haber dicho cuál de todas las cosas que le dije que eran suerte no lo eran, y no lo ha hecho con ninguna. Y es que no puede. Y lo entiendo, lleva toda la vida creyendo que es dueño de sus éxitos (y de sus fracasos) y ahora viene un desconocido y le dice que es tan dueño de sus éxitos como del color de sus ojos y eso al ego le da por culo, porque al ego le gusta acumular éxitos y fracasos, le encanta acumular una historia con la que decir "esto soy yo, esto es mío" y lo va a defender con uñas y dientes.