#302 Me gustaría dejar claro un concepto con lo de beneficio 0 de la administración pública.
El beneficio de toda empresa privada se destina, en groso modo, a dos cosas: expandir la empresa y remunerar al propietario, al capitalista.
Para expandir una empresa, para abrir un segundo bar cuando ya tienes uno, parte de los beneficios de ese bar que ya tienes debes destinarlos a abrir un segundo bar, si es que quieres expandir tu negocio.
El propietario, socio, capitalista (como lo queráis llamar), pone pasta propia (ahorro), ese dinero se arriesga y puede perderse si el negocio no marcha (mala inversión), y además ese dinero está, evidentemente, inmovilizado mientras mantengas el negocio. Si un negocio requiere de una máquina X, el capitalista/socio/propietario debe aportar dinero, con el que se compará esa máquina. Si el negocio va mal y quiebra, esa máquina será vendida para pagar las deudas con los acreedores. Mientras tengas el negocio, mientras tengas esa máquina en tu negocio, no podrás vender esa máquina y recuperar tu dinero (inmovilización del capital).
Así, la remuneración del capitalista, vía beneficio empresarial (el cual los marxistas llaman plusvalía) obedece a 2 "servicios" o "sacrificios" que el capitalista hace, y que no haría, lógicamente, si no obtuviera algo a cambio:
- Asunción del riesgo de la actividad empresarial (servicio de seguro).
- Inmovilización de ahorro (servicio de préstamo).
Y a dónde quiero llegar con esto? Pues que en la administración pública también hace falta ahorro, también existe un riesgo de que el servicio salga mal y también el ahorro debe ser inmovilizado. Ese ahorro, ese riesgo de que la cosa vaya mal y la inmovilización de ese ahorro, en el caso de las administraciones y empresas pública, corre a cargo del contribuyente, de todos.
Por tanto, cuando un servicio público no genera beneficios, la diferencia de "precio" entre el servicio con y sin beneficios, que se trasforma en un ahorro para el usuario, se está siempre compensando con ese ahorro, esa inmovilización de ese ahorro y esa asunción de riesgos que asumimos también todos los usuarios, en nuestra condición de contribuyentes.
Por tanto, esa inexistencia de beneficio empresarial en los servicios públicos no es, en ningún caso, una ventaja. Ya lo estamos pagando, por ese ahorro forzoso al que todos estamos obligados, esa asunción de riesgo y esa inmovilización de ese ahorro, que sale de nuestros bolsillos. Básicamente, se trata de ser socios de una empresa llamada ESTADO SA, en la que ponemos pasta sin recibir ninguna remuneración a cambio; lo que se nos da es un servicio que, al no tener ese beneficio, es más barato que si lo tuviera. Las gallinas que entran por las que salen.
Y a la hora de expandir ese servicio público (por ejemplo, construyendo otro hospital), al no haber beneficio empresarial ni acumulación de ese beneficio, se tiene que recurrir igualmente a impuestos, que todos pagamos, para expandir el servicio.
No es una ventaja.