Como indica el título, este joven de Málaga de 31 años de edad lleva ya más de 10 años practicamente encerrado en su casa jugando a videojuegos y viendo series.
Su madre, de nombre ficticio María, calcula que su hijo, de nombre ficticio Antonio, lleva cerca de diez años sin salir de su habitación en un barrio de Málaga.
El verano pasado, cuenta, sí tuvo que salir a la calle, obligado porque "tenía los dedos hinchados y pus, quiso que el podólogo fuera a la casa pero no atendía en ellas", cuenta su madre.
Salvo salidas excepcionales como esta, Antonio, que en julio cumplirá 32 años, pasa las horas en su cuarto, en pijama, clavado a la pantalla y sólo sale para ducharse y comer. "Come conmigo cuando no está jugando a la Play y por las mañanas, lo mismo se levanta a las 10 de la mañana que a las 3 de la tarde, según le haya ido el juego".
Además de a los videojuegos, pasa las horas viendo series, películas "y vídeos de Youtube que explican juegos", detalla María, que a sus 58 años confiesa: "Ya no puedo más; estoy muerta por dentro".
Para empeorar la situación, María lleva muchos años en paro y sólo cobra una pensión de viudedad de 560 euros, tras fallecer su marido en enero de 2020, un albañil en paro con Alzheimer desde los 45 años y que en los últimos tiempos manifestó un comportamiento agresivo a causa de la enfermedad.
De esos 560 euros con los que viven madre e hijo, detalla que ahora mismo paga 90 euros de luz por el consumo constante que hay en la casa. "Tengo que hacer de comer para cuatro días y por la noche no cenamos caliente".
No siempre fue así. María destaca que su hijo, de casi 1,90 de estatura, un joven bien parecido y afable, era un excelente estudiante que nunca suspendía. En la Universidad de Málaga, donde estudiaba Administración de Empresas, llegó a sacar matrículas de honor, al tiempo que trabajaba para ganarse un dinero. Pero llegaron los primeros suspensos, las cosas empeoraron "y decidió dejar de estudiar".
Sin embargo, el detonante para abandonar las relaciones sociales se produjo por una lesión deportiva. "Tras dejar los estudios ya salía muy poco, se lastimó la rodilla, el médico le mandó un mes de reposo y ahí... se acabó".
¿Qué opináis de la noticia? ¿Creéis que realmente es agorafobia o simplemente una rutina de vida súper tóxica? ¿Será fake la noticia para (una vez más) criminalizar el uso de los videojuegos por parte de los medios tradicionales? Yo no sería capaz de pasar más de una semana sin salir de casa por decisión propia la verdad, pero sé que mucha gente es partidaria de hacer vida sin salir a la calle.