#120 A mí me parecen exactamente igual de deleznables los Hernandos, Puentes, Ortegas Smith y demás hijos de puta, que los exabruptos ancestrales de la maorí esta. Una cámara de representantes debería ser un lugar aséptico y privado de emociones en la medida de lo posible, y no un concurso de talentos para descubrir al gilipollas más pintoresco.
Pero claro, así nos va, relacionando la política con el espectáculo.