Un genocida, un auténtico psicópata como todos los dictadores, un mediohombre frustrado que hizo y deshizo con el pueblo a su antojo llevándose a millones a la tumba. Un individuo que desde una falsa superioridad moral e intelectual pensó que él y un grupo de tecnócratas sabían mejor que los trabajadores cómo debían vivir sus vidas.
Y eso hicieron, planificar la economía y como toda economía planificada acabó en lo de siempre: pobreza, desabastecimiento, miseria y hambrunas horrendas, además de provocar las mayores catástrofes ecológicas conocidas por el hombre. De la opresión y persecución de millones de personas que clamaban por su libertad ni hablo porque esto es consustancial a cualquier régimen autoritario.
Otras regiones europeas que estaban en un nivel desarrollo equivalente a la Rusia de los zares crecieron tanto o más sin necesidad de someter a sus ciudadanos a la condición de esclavismo estatalizado. Y un crecimiento económico real, no una economía insostenible en el largo plazo. Lo único que podemos sacar positivo de este indeseable es la certeza empírica de que planificar la vida y la economía de las personas, como tanto propugna el socialismo real, es en la teoría una inmoralidad y en la práctica una quimera.
Defender a este sociópata es exactamente lo mismo que defender a Mao, Pol Pot, Hitler, Franco o a cualquier otro dictador genocida, sólo puedes clasificarlos por la cantidad de muertos en sus armarios, y Stalin no está precisamente abajo en ese ranking.
Y ya poner fotos de rusos poniendo flores en una estatua suya está al nivel de poner fotos de fascistas echando flores sobre la tumba de Franco mientras murmuran "con Franco se vivía mejor", pero el sesgo ideológico es muy grande como para darse cuenta de esto.