Hacía tiempo que no leía el foro y estos días tengo algo de tiempo libre de más, así que he vuelto a lurkear por aquí. He visto que mucha gente opina absolutamente y sin lugar a dudas que los seres humanos son animales y nada más, un montón de moléculas que se mueven y reaccionan a través de impulsos eléctricos, cascarones vacios que nacen y mueren sin ningún sentido particular. Nacidos del polvo para volver al polvo.
Abro este hilo para ver si esto es así, o al contrario alguien tiene alguna idea u opinión diferente y particular sobre el tema en cuestión. Este no es un thread para discutir la existencia de Dios, si los ateos molan más o en realidad los curas van a alcanzar la grandeza al morir. Sencillamente es para que cualquiera que quiera expresar su opinión al respecto, si tiene alguna visión diferente o cree en algo en concreto respecto al tema, pueda exponerlo para interés de los demás y discutamos civilizadamente sobre ello (todo lo que se pueda teniendo en cuenta el contexto en el que estamos).
El tema ronda alrededor del alma humana en concreto.
Mi opinión personal en el tema es que efectivamente existe el alma humana. Dependiendo de la religión o de la disciplina, católicos, musulmanes, misticismo o espiritismo, etc., cada cual le ha dado su nombre y ha intentado explicar ese algo de una manera u otra. Por ejemplo el filósofo Henri Bergson lo llamó élan vital. A mí se me hace obvio que hay un algo, un X, que el materialismo que está a la orden del día ha despreciado completamente y tratado como locura, o irracional. Un algo que impulsa a los seres vivos a sobrevivir a pesar de las circunstancias, contra viento y marea. Se ha explicado la existencia de la vida con "una reacción fortuita", sin embargo, para mí no tiene sentido que algo inanimado sencillamente "como por magia" empiece a tener auto-determinismo.
La consciencia de que uno es consciente, la capacidad de concebir, crear y admirar la belleza, la creatividad de la que el ser humano es capaz, esa percepción de lo que es justo o correcto en un universo como este en el que la justicia no existe, la ética y todos los valores e ideales admirables que uno pueda pensar. Todo esto son cosas que para mí forman parte y provienen de ese algo, ese élan vital, el alma, el espíritu, que todavía no se ha comprendido de manera generalizada.