A falta todavía de una sentencia a favor o en contra, el Tribunal Constitucional se pronunciará en el pleno de este martes por la tarde sobre el recurso presentado por el PP contra el matrimonio homosexual, siete años después de que se aprobara y con más de 20.000 parejas gays casadas.
El pleno tendrá lugar a las 18.00 h de la tarde y, según apunta el diario El País, la sentencia sería favorable, puesto que recibiría el voto positivo de los seis jueces progresistas: Pascual Sala —su presidente—, Pablo Pérez Tremps —ponente—, y Luis Ortega, Adela Asúa, Encarnación Roca y Fernando Valdés del Ré —magistrados—.
Fue en octubre de 2005 cuando el PP, entonces en la oposición, presentó un recurso de inconstitucionalidad contra esta ley porque, según ellos, "desnaturaliza la institución básica del matrimonio".
Según este recurso, firmado por un grupo de diputados del PP, dicha ley es contraria a la Constitución porque vulnera el artículo 32 al no respetar la definición constitucional del matrimonio como unión de un hombre y una mujer, y porque lo infringe también al no respetar la garantía institucional del matrimonio reconocida por la Carta Magna.
Aunque desde dentro del PP ha habido posturas divergentes sobre la retirada o no de este recurso —Gallardón dijo este año que no apreciaba inconstitucionalidad en el matrimonio homosexual—, el sector duro del partido frenaba siempre su retirada alegando que no era jurídicamente posible.
Se tratará de la primera resolución trascendental que adopten los últimos magistrados renovados el pasado mes de julio. Son varias las causas polémicas que el Constitucional tiene pendiente de admitir o desestimar. Entre ellos, la ley del aborto o la reciente amnistía fiscal aprobada por el Gobierno de Rajoy. El recurso contra la reforma laboral, que también forma parte de esas causas pendientes, ha sido admitida a trámite este lunes por el TC.
Fuente: 20 minutos
Artículo de El país muy extenso y con varias vivencias sobre el asunto, muy recomendable. Dejo un extracto del mismo.
Carlos y Emilio (primera pareja homosexual española en contraer matrimonio), que se conocieron en febrero de 1975, en el último invierno de Franco, vivieron en el desamparo legal durante 30 largos años. Se enamoraron bajo la amenaza de una de ley de vagos y maleantes que pervivió hasta 1978 y que podía costar en algunos casos años de cárcel y, en otros muchos, palizas en comisaría. Para Carlos, norteamericano, podría suponer una expulsión definitiva del país: “En España vivía muy asustado por la posibilidad de que nos denunciaran y me separaran de Emilio”. No creían entonces que algún día podrían contraer matrimonio. “Nuestra única ambición era que nos dejaran en paz”, recuerda Emilio 37 años después. Aquel año, viajaron a Estados Unidos, un país que les ofrecía trabajo y respeto por su orientación sexual. “Nueva York iba como 25 años por delante que Madrid en cuanto a tolerancia”, recuerda Emilio.
Lo único que ha separado a la pareja durante los últimos 37 años ha sido el servicio militar que Emilio se vio obligado a hacer en 1979. Volvieron en el año 85. Carlos, como norteamericano, tenía que solicitar su permiso de residencia, y en aquella época solo servía demostrar que se disponía de cierta cantidad de dinero para mantenerse. El hecho de ser pareja de un asturiano no le otorgaba el derecho a vivir en España.
“Tuvimos que ir a otro lugar a trabajar, a vivir. Aquí no teníamos ningún derecho; legalmente no éramos nadie”, explica Emilio. Aunque se muestran optimistas, han esperado con impaciencia el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, acaso su última preocupación legal. El largo periplo podría estar a punto de terminar, pero advierten que, en caso de que el Tribunal Constitucional fallase a favor del recurso del PP, seguirían luchando. “Si hubiese prosperado el recurso contra el matrimonio gay, iríamos a Estrasburgo”, asegura Emilio, en alusión al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Todo parece indicar que el fallo del TC rechazará el recurso presentado por el PP allá por 2005, en mi opinión creado más para lavar caras ante la iglesia, el foro de la familia y diversos colectivos ultraconservadores que como algo que quisieran hacer por puro convencimiento idelógico. La base es tan debil que ni tan siquiera hacen falta los jueces progres nombrados a dedo por el PSOE para tirarla.
Es evidente que no se le puede poner puertas al campo. El conjunto de la sociedad avanza en la única dirección posible, hacia delante, y eso es lo que se demuestra día a día en materia legislativa por muchos peros y pucheros que hagan unos u otros de cara a la galería.
Mi más sinceras felicitaciones.