Tos, mocos, dolor de gargante e incluso algo de fiebre. El típico constipado de invierno. Aunque no sea nada grave, muchos españoles ante esta situación de malestar optan por evitar al médico e ir directos a la farmacia en busca de un antibiótico, como si fuera la panacea para todos los males. Esta actitud ha colocado a España como unos de los países europeos con mayor número de pacientes infectados por bacterias resistentes.
Desarrollar una resistencia a determinados antibióticos no es baladí, ya que en los casos de infecciones graves se asocia con una peor evolución, y en ocasiones con la mortalidad. De hecho, y según el ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control), más de 25.000 europeos mueren cada año debido a los problemas de resistencia a múltiples antibióticos
La investigación actual de nuevos antibióticos es muy limitada. Si la resistencia continúa creciendo al ritmo actual no habrá antibióticos efectivos para determinados tratamientos, según advierten desde la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI) y la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos.
De acuerdo con datos del sistema de vigilancia europeo, España presenta tasas de resistencia más elevadas que la mayoría de países europeos. Así ocurre, por ejemplo, en bacterias como Streptococcus pneumoniae o neumoco (una de las primeras causas de neumonía bacteriana, entre otras patologías), Staphylococcus aureus resistente a oxacillina y Escherichia coli, ambos importantes productores de distintos tipos de infecciones en los hospitales y en la comunidad. Las bacterias mencionadas son en realidad multi-resistentes, es decir, que son capaces de resistir la acción de múltiples familias de antibióticos al mismo tiempo, limitando cada vez más las opciones de tratamientos alternativos.
Según las bases de datos europeas y de la REIPI, también nuestro país presenta una de las tasas más altas de uso de determinados antibióticos de amplio espectro, como las fluoroquinolonas y amoxicilina/ácido clavulánico. Este aumento del consumo se relaciona con un aumento de la resistencia a los mismos.
En España se ha documentado asimismo una de las tasas más elevadas de uso inadecuado de los antibióticos, por ejemplo su empleo para tratar infecciones víricas, como la gripe, frente a las que los antibióticos no tienen actividad alguna; y del uso de los mismos sin prescripción facultativa, no autorizado por la normativa española.
http://www.abc.es/20101118/sociedad/antibioticos-201011181229.html
Me encanta este tipo de noticias , donde incoscientes que no tienen ni puta idea se dedican a tomar antibióticos sin receta los cuales seguramente no sirvan puesto tal vez sea una enfermedad vírica y encima ayudan con su negligente conportamiento a que aumenten las resistencias bacterianas las cuales cuestan unos gastos idirectos y directos muy grandes. Con estos comportamientos absurdos nos llevan más cerca de la autodestrucción , una época post antibióticos que provocará gravísimos problemas.