China es imparable, las exportaciones de coches a Europa se duplican en apenas un año
El gigante asiático sigue metiendo presión a la Unión Europea en plena investigación. Las exportaciones de coches crecen rápidamente. Tesla ha sido la empresa que más vehículos ha sacado de China, aunque no es la única.
Europa se encuentra en una situación muy complicada. La industria del automóvil está siendo atacada y con ella miles de puestos de trabajo y millones de euros en inversiones. Las políticas europeas no han sabido predecir un cambio de rumbo que está alimentando a China. El país asiático surca los mares cargado de coches con destino al Viejo Continente. El ritmo es incesante y cada mes las cifras crecen rápidamente. Todo ello en medio de una investigación abierta por posibles prácticas anticompetitivas.
Si bien Europa quiere consolidarse como la zona del mundo con la movilidad más sostenible, el objetivo de 2035 está ahí y, de momento es real, la industria no se está adaptando tan rápido como los políticos pensaban. Los recursos y la fabricación están en manos de China, que está poco o nada preocupado por sus emisiones. Si bien la industria local ha crecido rápidamente, las exportaciones no se han quedado atrás. Cada vez más marcas chinas se atreven a cruzar las fronteras y lanzarse al mercado más competitivo del mundo. Por ahora las marcas no parecen temer su llegada.
Numerosos responsables y directivos de marcas de coches han dejado bien claro que los coches chinos no son un problema siempre y cuando Europa apoye la industria local. El Viejo Continente quiere coches eléctricos, pero no tiene los recursos para transformar por completo el parque de vehículos. China es el mayor país del mundo en fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Empresas como CATL y BYD reafirman su liderazgo dando vida a millones de coches en todo el mundo. No hay marca que se le resista ni país que no visite. Están en todos lados.
China recupera su mercado de coches eléctricos tras meses en letargo
En el último mes, en septiembre, las exportaciones de coches eléctricos e híbridos producidos en China se duplicaron. Hasta 91.000 vehículos en un mes. Eso supone un crecimiento del 107% con respecto al mismo periodo del año pasado. Tesla fue la compañía que más unidades sacó del país, un total de 30.566. La Gigafactoría de Shanghái se ha convertido en el mayor centro productivo de la industria. Su ritmo de producción es prácticamente inigualable. No menos preocupante es la cifra de marcas locales que exportan sus vehículos, un total de 43.507 unidades durante el pasado mes, con BYD y el Grupo SAIC a la cabeza.
Todo esta vorágine de cifras se da en medio de una situación geopolítica cada vez más tensa. Hace unas semanas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen, anunció el inicio de una investigación contra la industria del automóvil china por posibles prácticas desleales a la competitividad. Europa quiere saber si el Gobierno chino está alterando, a base de subvenciones, el mercado global de los coches eléctricos. China ha respondido de forma taimada, al menos de momento, aunque ha dejado claro que no está contenta ni con las formas ni con el fondo. Se espera que la investigación arroje las primeras conclusiones en un plazo de 13 meses.
Estados Unidos y Europa se blindan frente a los eléctricos chinos
Al otro lado del charco, mirando hacia el este, Estados Unidos se ha blindado con respecto a la llegada de coches procedentes de China. El Gobierno de Joe Biden, a través la Ley IRA, quiere impulsar la movilidad eléctrica con fuertes subvenciones directas. Eso sí, para poder acceder a ese dinero los coches deben cumplir ciertos requisitos indispensables como es estar ensamblados en Estados Unidos. Eso cierra la puerta a oriente. Algunos países de Europa como Francia, ya han tomado políticas similares a la hora de entregar ayudas. Se centrará en las emisiones durante el ciclo de vida del vehículo y no durante su uso.
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