Madrid- El sábado acabó de la manera más trágica que podían imaginarse unos abuelos que pasaban el fin de semana con su nieto en una finca de Mosteiros, en el municipio pontevedrés de Pazos de Borbén. El menor, de dos años, murió a consecuencia de las graves heridas que sufrió después de que le mordiera un pit bull que se encontraba en el jardín de la finca familiar.
Los hechos ocurrieron sobre las 7 de la tarde cuando el pequeño se encontraba jugando en el jardín. Algunos testigos aseguraron que el animal se abalanzó sobre el niño y le mordió en varias partes del cuerpo, especialmente la cara, que quedó destrozada. Otros explicaron que el pequeño entró en la caseta del perro, aunque otra de las hipótesis que se maneja es que el menor se encontraba lejos de este lugar por los rastros de sangre que se han encontrado.
Los gritos del pequeño alertaron a la familia, que a duras penas pudo retirar al enfurecido animal. Las graves heridas que sufrió el pequeño obligaron a su traslado al Hospital General de Vigo en helicóptero, donde falleció nada más llegar.
El alcalde del municipio, Andrés Iglesias, explicó a Ep que el abuelo del menor «colgó» al perro tras la agresión, mientras que el resto de la familia se desplazó hasta el centro hospitalario para acompañar al pequeño.
Personalmente me parece lamentable la familia (si, mas que el perro). Dejar jugar a un niño con un perro que no se han dignado a educar... y peor teniendo este perro tanta potencia en la mordida.
¿Que opináis de la familia y del ataque?