Como ultimamente solo hay mal rollo y hoy tengo el día el libre voy a contar una de mis anecdotas favoritas, cuando mi primo @EruGreen y yo vivimos una mezcla de "A todo gas" y "Taxi Driver":
Yo tenía unos 18 años aprox cuando un colega nos aseguró que había una discoteca nueva muy guapa en BCN a la que teníamos que ir. Nosotros, efectivamente, le hicimos caso. Pero lo que nos encontramos ahí no estuvo ni mucho menos a la altura de las expectativas que nos había creado: un ambiente bastante drogata, con un sonido malo y en general un ambiente que no era nuestro rollo para nada. No conseguimos disfrutar esa noche y visto eso decidimos pirarnos, pero no tardamos en darnos cuenta de que a esa hora ni el metro ni los trenes estaban ya en funcionamiento y que ni siquiera sabíamos muy bien donde estábamos, por lo tanto, se nos ocurrió parar un taxi y compartir el gasto "Así al menos estaremos más seguros que deambulando por quien sabe donde" pensé. Craso error.
El taxi en cuestión estaba conducido por un hombre ya entrado en edad, otro rasgo que me hizo pensar equivocadamente que nos esperaba un viaje tranquilo, pero que se puso de los nervios en cuanto otro compañero suyo frenó de golpe en paralelo a nosotros para salir gritando:
“¿Qué? Hijo de puta que me has adelantado antes en el semáforo, que eso rompe el código del taxista".
Como digo, nuestro conductor se alteró y empezó a responder que iba demasiado lento y que no podía soportar más ese ritmo a la vez que aceleraba su coche y obligaba al otro tipo a caerse de culo para evitar que le chafase los pies con la rueda.
A partir de ahí vivimos un viaje a toda pastilla mientras el dichoso chofer seguía maldiciendo al otro buscando nuestra complicidad hasta que de pronto termina con un "bah, son gajes del oficio" y pasa a poner música super chill out sin reducir un ápice la velocidad. Mi primo y yo, que podemos llegar a ser bastante bromistas y parlanchines, no pronunciamos una sola palabra en todo el viaje. Yo solo podía preguntarme si esto era alguna clase de cámara oculta para la tele.
El viaje, que debería durar 15 minutos, no llegó a los 10.
Estábamos cerca de nuestras casas, justo antes de una pequeña bifurcación que separaba la carretera en dos caminos, cuando mi primo consideró que ya era suficiente y que no quería seguir en ese coche fúnebre con forma de taxi. Nada más detenerse veo, através de la luna trasera, la luz de unos faros que lo inundan todo de un blanco cálido, lo que da paso a uno de los mejores diálogos que he oído nunca:
"¡Que nos ha seguido! ¡Chicos! Poneos los cinturones ¡qué este hijo de puta nos ha seguido!"
Efectivamente al tío se le había ido la olla completamente y nos había estado siguiendo todo el camino y, lo juro por dios, venía en plan kamikaze a chocarse con nosotros y que pasase lo que tuviese que pasar. Si no fuese porque nuestro Vin Diesel particular pegó un rápido volantazo no sé qué hubiese pasado. Después de eso, aprovechó la bifurcación para hacerle una finta y hacerle creer que iba a tomar el otro camino, dándonos así un respiro. Cruzamos un pequeño tramo y entonces el coche paró. Ya completamente desatado nos confesó:
"Va, dadme el dinero que queráis, pero rapido, que tengo un cuchillo aquí en la guantera y voy a ir a la cárcel por este hijo de puta"
Juro que esto no es un invent ni está exagerado sino que es tal cual pasó. Yo, al día siguiente, miré en las noticias si salía algo que pudiese haber pasado después.