Steven Weber disfrutaba el pasado jueves junto a su novia Kenesha Antoine de unas vacaciones en Tanzania, un lugar de ensueño en el que quiso aprovechar para pedirle matrimonio de la manera más original: bajo el agua, a través de un cristal que comunicaba con la lujosa cabaña sumergida de un resort en la isla de Pemba.
Sin embargo, la proposición matrimonial se torció y Weber murió ahogado momentos después al no llegar a tiempo a la superficie para poder respirar. Ha sido Kenesha quien ha compartido en Facebook el vídeo de la petición de matrimonio, en la que se ve al fallecido acercando un papel contra la ventana en la que se encontraba su novia:
"No puedo contener mi respiración lo suficiente para decirte todo lo que me encanta de ti. Pero todo lo que gusta de ti me gusta más cada día. Por favor, sé mi esposa. ¿Quieres casarte conmigo?"