Yo no sé como muchos aún tenéis el valor de seguir bebiendo en grandes cantidades para acabar potando...
Yo me he descontrolado bastantes veces y sólo he potado 2 veces, cuando poté la segunda vez me dije a mí mismo que me controlaría porque no me mola estar al siguiente día con el dolor de cabeza y con la sensación de que en cualquier momento te viene la arcada.
Y como ya han dicho cada uno sabe lo que bebe y como le afectará. Yo sé que con una determinada cantidad 1º estaré medio consciente y podré disimular, 2º con otra estaré menos consciente y no me podré controlar... 3º y la última fase es ni saber lo que estás haciendo y hablar gritando aunque tengas al otro al lado, y notes que te cuesta decir las palabras xDD
Me mola quedarme en la segunda... cuando llego a casa si hay suerte me pongo a sobar y un poco de camacóptero, si no hay suerte ahí está mi madre en el sofá, que no sé como lo hace pero nunca la veo... aparece de golpe "¿Qué, qué te has bebido?" "¿Ya vienes borracho no?" "Mira que te dije que no bebieras!!" Y yo... sí mama sí, estoy cansado.
Acto seguido me cojo la botella de 1,5 litros y me la llevo a la habitación, me voy despertando cada 2 x 3 y le echo un trago, al día siguiente meas como un burro pero el cuerpo te lo agradece.
Por cierto, un consejo que me agradeceréis... si os pasáis bastante bebiendo lo más probable es que al día siguiente tengáis una GASTRITIS, que no es otra cosa que una irritación del estómago e inflamación. Podréis saberlo porque aparte del dolor de estómago sueles hacer las heces de color muy oscuro.
Atención, si tenéis estos síntomas ni se os ocurra comer nada, potaréis todo y cada vez tendréis el estómago más irritado. Lo que debéis hacer es DEJAR DESCANSAR el estómago unas 12 horas, sólo podéis beber agua y en pequeñas cantidades. Una vez toleréis el agua empezad a comer cosas muuuy suaves.
PD: Por comentarios aquí he descubierto que lo del zumo es buena idea, y comer también... ya lo probaré.
PD2: Por cierto, no sé si a alguien más le pasa, pero hay un punto en la noche en el que me cogen las ganas de cagar de la hostia, y cuando llego a casa y me tumbo en la cama me pillan los retorcijones.