Es marrón, mide el doble que la cucaracha negra, vive casi tres veces más, es capaz de volar y en los últimos años ha empezado a proliferar en la mitad sur de España: es la Periplaneta americana, cuya expansión se ve favorecida por el hecho de que los inviernos son cada vez menos fríos. Las cucarachas americanas, procedentes de las zonas tropicales, ya se encontraban en el siglo XIX en España en jardines botánicos e invernaderos, como explica Vicenta Llorente del Moral, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales, pero ahora son muy comunes en ciudades del sur e incluso del centro de la Península. En su multiplicación influyen también el aumento de las obras, la decreciente eficacia de los productos biocidas y los saneamientos en las redes de alcantarillado, como explica el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), José Manuel González.
Esta especie es la más difícil de erradicar, puesto que los huevos permanecen en la ovoteca -cápsula de reproducción cerrada- hasta su eclosión, y empiezan a ser abundantes en los últimos cinco años también en ciudades como Madrid, según González. La cucaracha negra vive alrededor de 280 días, y las hembras de la americana llegan a los 720, pero además alcanza la edad adulta en 13 días, mientras que la negra lo hace en seis meses y pone unos 50 huevos frente a los casi 500 de la Periplaneta. "Las obras en ciudades como Madrid o Barcelona destruyen el hábitat de estos seres, haciendo que tengan que buscar refugio en otros lugares como las casas habitadas", afirmó González.