Después de los ataques y las guerras ilegítimas a Afganistán e Iráq (El primero para conseguir gas natural, y el segundo por el petróleo), el neocolonialismo americano se ha fijado en Irán y Paquistán.
Primero de todo, quiero recordar que la OTAN se debía haber deshecho en 1991 cuando la Unión Soviética implosionó, ya que esa organización militar se formó para poder tomar represalias a cualquier ataque por parte de la URSS en Europa del Este. Es una organización ilegal. Gracias a la desmembración de la Unión Soviética, ha podido extender su influencia por todo el mundo.
No se puede justificar (Por el momento, tarde o temprano encontrarán una excusa) una intervención armada a manos de la OTAN o de los Estados Unidos, así que los americanos optaron por hacer lo que llevan más de 20 años haciendo: Una revolución de colores más, la Revolución Verde.
Para los que no lo sepáis, las Revoluciones de Colores siempre transcurren en época de elecciones, donde después de ganar el candidato que no es favorable a los intereses de Washington, una minoría impugna las elecciones por un hipotético fraude. Esa minoría normalmente son estudiantes de clase media-alta, organizados y subvencionados por instituciones del gobierno americano (Instituto Albert Einstein y Freedom House, junto con el Instituto Republicano Internacional y el Instituto Demócrata Internacional). Los líderes de esa minoría normalmente están educados en universidades americanas, ya que el gobierno estadounidense les concedió en su tiempo carreras gratuitas (Saakashvili, el presidente de Georgia, fue educado en la Universidad de Columbia). La intención de los norteamericanos en el momento de hacer ese tipo de revolución es de colocar a un títere que someta al país a los intereses colonizadores de América y desposeer a Rúsia de su área de influencia.
De esas tareas para derrocar al gobierno elegido por el pueblo, se ocupaba la CIA de forma secreta antes de la desmembración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ahora ya no les importa hacerlo abiertamente. De hecho, hará dos semanas, Hillary Clinton reconoció públicamente su integración en la "Revolución Verde" iraní (http://www.voltairenet.org/article161637.html)
No hay que confundir el término "Revolución de Colores", pues no es una auténtica revolución, es un golpe de estado ilegal contra un gobierno democráticamente escogido. El primer ejemplo fue Serbia, y luego se fue extendiendo a antiguos satélites de la URSS que se seguían manteniendo favorables a Moscú, como Georgia, Ucrania y Kirguistán.
Estas revoluciones son fruto del creciente neocolonialismo americano y su ansia de conquista mundial. El objetivo es que Moscú pierda toda su influencia para poder gozar de una dictadura unipolar mundial, y, cuando sea preciso, expander las Revoluciones de Colores a Rusia (De hecho, esa revolución lleva tiempo gestándose, se rumorea que será la Revolución Roja), pero deben ir con cuidado porque Rusia tiene más armas nucleares que los EEUU, fruto de la heréncia de la Unión Soviética.
Centrándome en la Revolución Verde. ¿No creéis que si todo un pueblo se hubiera alzado contra un tirano totalitarista, lo más lógico sería que lo hubieran conseguido derrocar o provocar una guerra civil? No ha sido así, los altercados callejeros nunca pasaron a mayores, pero la minoría de la población con acceso a las nuevas tecnologías hacía llegar el mensaje, totalmente transformado a los intereses de la oposición, de los Estados Unidos y de Musavi (Que estuvo en una ceremonia hará un mes en la cual se le aclamó al grito de ¡Muerte a China y muerte a Rusia!). En mi opinión, pudo haber pucherazo, pero Musavi no habría podido ganar de todas formas.
La Revolución Verde fracasó de forma estrepitosa, como falló también antaño la que planeaba echar a Lukaschenko, presidente de Bielorúsia, del poder.