La generación en 'permacrisis' se ve forzada a renunciar a la hipoteca, pero dispara el gasto en bares y viajes
"Un periodo prolongado de inestabilidad e inseguridad, especialmente resultante de una serie de eventos catastróficos". Es la definición de "permacrisis", el vocablo que seleccionó el diccionario Collins como palabra del año en 2022. Y en ella encaja toda una generación que ha enlazado la crisis económica de 2008, la pandemia y, ahora, un shock de inflación sin precedentes.
Son jóvenes, han visto frustradas sus aspiraciones vitales y han acabado renunciando a adquirir una hipoteca o formar una familia. Sin embargo, gastan más de lo que ingresan y, pese al contexto inflacionista, no escatiman en el consumo de bienes y servicios que no son de primera necesidad. Es más, en el último año el incremento de su gasto en bares, restaurantes, viajes o ropa prácticamente ha duplicado la tasa del Índice de Precios de Consumo (IPC).
Es la principal conclusión a la que llega el profesor del IESE, José Luis Nueno, en su libro 'Todo es terrible, pero yo estoy bien', editado por la asociación de fabricantes y distribuidores AECOC. "Los ciudadanos más mayores son más cautos en sus inversiones, mientras que los jóvenes, que forman parte de este consumidor en 'permacrisis', siguen realizando gasto en partidas como ropa barata, bares y restaurantes, entretenimiento o viajes de bajo coste", explica.
En datos, entre el primer trimestre de 2022 y el primero de 2023 la inflación repuntó un 5,5%, mientras el gasto de esta generación en vestirse, salir a tomar algo o a cenar e incluso viajar creció muy por encima. Si se desglosan las categorías de consumo se observan aumentos llamativamente elevados en el desembolso en ropa y calzado (10,2%), restauración (10%), viajes y hoteles (9%), o vuelos y alquiler de vehículos (28,7%).
Resulta paradójico porque, precisamente, esos son los gastos "frívolos" en los que los consumidores aseguran que ahorrarán. El autor se apoya en varias encuestas realizadas en Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España y extrae algunas conclusiones interesantes: el 62% de la población cree que la situación económica de su país empeorará, en cambio, sólo el 40% cree que su situación particular lo hará. Además, el 48% asegura que recortará su gasto en bares y restaurantes, el 40% afirma que ahorrará en ropa y el 38%, que lo hará en ocio. Pero la realidad es que el gasto se dispara en todas esas partidas.
Nueno entiende que una explicación a este comportamiento de los consumidores más jóvenes "podría ser su pesimismo ante las escasas posibilidades de independizarse, crear su propio hogar o formar familias. Sin proyectos a largo plazo que puedan requerir ahorro, destinan su presupuesto a gastos más asequibles". Este perfil de consumidor, según analiza el profesor, "todavía no siente el peso de las cargas financieras más recurrentes, como seguros o hipotecas, por lo que destina parte de sus ingresos a placeres asequibles, que son los que puede permitirse".
https://www.elmundo.es/economia/2023/08/05/64cce03be85ecee62f8b458e.html