Me extraña que un tema como éste no haya salido ya en mv teniendo en cuenta la tensión que hay en el foro por el asunto religioso. No obstante me gustaría centrar más el debate dentro de algo más psicológico cultural o incluso filosófico.
En un país con una población cada vez menos católica y prácticante, qué sentido tiene una tradición como es hacer regalos a los niños y crear una pantomima bajo un pretexto religioso? Tampoco me gustaría que se centrara el asunto en el ámbito exclusivamente religioso ya que parece que como he señalado previamente parece que va a trascender lo religioso en vista de la situación en otros países más decididamente laicos.
Las cuestiones que más me inquietan a este respecto son:
¿por qué crear una mentira no sólo a nivel social sino en la que incluso participan estado y los medios de comunicación por la "ilusión de los niños?
¿no es más una egoísta forma de autorrealización de los adultos hacia los pequeños? La mente y la imaginación de un niño que no creo que necesite de mentiras para sentir cosas positivas.
¿es ético ese trato denigrante y condescendiente hacia los niños? Con independencia de su aspecto ético, ¿no puede ser desde un punto de vista pragmático contraproducente en lo qur concierne a su educación? ¿no puede ser una fuente de desconfianza por parte del hijo hacia los progenitores?¿ y la parte ética de recibir o no regalos según el comportamiento juzgado por un tercero imaginario un acto de cobardía de los progenitores?
Desde un punto de vista más filosófico, ¿no supone una cruel metáfora de lo que significará para nosotros la vida después? Todo es mentira, una ilusión. La vida nl tiene propósitos ni objetivos claros. Una vez aceptamos Dios ha muerto, no existe el fundamento de una brújula moral para el ser humano.