Introducción:
El ser humano, ese animal que se difiere del resto por su capacidad de razonar, y de sentir, no dolor ni placer, sino un sin fin de sentimientos que le guían en su evolución. El hombre, ese, que aún no conoce sus límites.
El Odio, el único sentido que siempre está con nosotros, razón de guerras y disputas sin sentido; ese sentimiento que permite que exista el amor (y viceversa). Lo único que deseariamos no tener.
Desarrollo:
El ser humano, como tal, existe desde hace mucho tiempo, puede que demasiado, desde sus inicios no ha dejado de buscar, en sí mismo o en su entorno, eso que le hace mejor que el resto. No hay día en que no piense en su historia, en su desarrollo...
Desde que comenzamos a vivir en sociedad, incluso antes de lo que creemos, ha existido el odio, unido por supuesto a otros pecados y sentimientos, amor, venganza, envidia, rencor, celos. Y sin embargo muy pocos se han parado a buscar su sentido, su objetivo. Hasta donde mi kognos es capaz de llegar en este momento tan sólo recuerdo el mito de Apolo y la tragedia griega como respuesta a esa pregunta.
He pensando mucho sobre el Odio, pero lo que más me convence es, sin lugar a dudas, la última teoria que le sonsaqué a mi mente en sus noches de delirio...
Desde mi punto de vista el odio está unida a nuestras civilizaciones, es, a la vez, causa de creación y destrucción de imperios y civilizaciones. Los Egipcios y Babilonios derrotados por tribus que ansiaban accesso al conocimiento y a las tierras de estos. Los Persas que en su afán (codicia) de crear un imperio inmortal fueron derrotados por lo que más odiaban, Grecia, y estos últimos derrotados por quién más les odiaba (y envidiaba) Filipo II el macedonio... Los helenos sucumbieron, como el resto del mundo, al imperecedero imperio romano, cuyo odio y codicia les llevo a destruir a los cartginenses, pero ya era tarde para Roma, desde dentro se proclamó una revuelta, revuelta de Godos que habian sido consumidos por el antigüo imperio. Luego llegaron los musulmanes que sucumbieron, primero ante Carlo Magno, luego ante la unión de los celtíberos y así surgió un nuevo imperio, el Español, derrotado no solo por sí mismo (sus nobles y burgueses) sino por un imperio aún más fuerte, el Británico que a su vez, calló derrotado ante el Odio francés por dicho imperio (el británico). Más Tarde sería el Alemán, el Francés, el Portugués, El británico - que aún seguía en pie. Chinos, Japoneses y Coreanos corrieron la misma suerte. Rusos y otros muchos que ha habido y habrá.
- No he profundizado demasiado en la derivantes causas de muerte de los ya mencionados imperios y civilizaciones como se puede notar -.
Conclusión:
En resumen, el odio (en todas sus formas: Xenofobia, racismo, etc.) es parte de nosotros. Hoy en día hemos conseguido lo más importa condenarlo, pero nunca podremos borrarlo, el porqué es sencillo, no podemos borrar parte de lo que nos hace humanos, es nuestra naturaleza.
Pero las respuesta acertada en este caso no es la más sencilla. Debemos hacer que el Odio permanezca vivo en una minoria para que, nosotros, la mayoría se dé cuenta de lo que el odio implica, del dolor que causa a los que son como nosotros. Por eso mientras exista gente que conserve su odio (yo mismo tengo odio, pero soy de la mayoría que sabe controlarlo) sin saber controlarlo (vease SkinsHeads, RedSkins y grupos similares) hará que el resto sea capaz de condenarlo.
Mientras exista odio, existirá la condena a este.
Nota final:
No soy capaz, sin embargo, de dejar de creer que los Helenos podían tener razón ¿nuestro destino es un circulo?, pero, esto en realidad es otro tema que aún debo desarrollar más.
MDC.