Los Sucesos de Casas Viejas

Don_Verde

La tragedia en un pueblo llamado Casas Viejas

A 85 años de la masacre de Casas Viejas, recuperamos la historia del trágico final de aquellos campesinos que murieron pidiendo pan, tierra y libertad.

Decía Francisco Giner de los Ríos que España era el drama de “un pueblo empecinado en convertir la utopía en realidad, lo absoluto en relativo y el más allá en aquí y ahora”. Y esta frase del fundador de la Institución Libre de Enseñanza en 1876 es un buen resumen para abordar lo que sucedió algunos años después en una pequeña aldea de la provincia de Cádiz, cuando la II República se estaba desarrollando en España. Esa pequeña aldea se llamaba Casas Viejas.

Sin embargo, sería muy fácil despachar rápido el tema de los sucesos de Casas Viejas de enero de 1933 diciendo que fue obra de unos radicales anarquistas que se levantaron contra las estructuras de la República y que fueron fatalmente aplastados por las fuerzas de orden público. Resumir así el acontecimiento sería no ser justos con la verdad y perder la perspectiva de lo que realmente se estaba moviendo en la España de la década de 1930 y la complejidad del movimiento libertario español.

LAS CAUSAS

Un primer paso sería determinar algunas de las causas que provocaron que un grupo de campesinos adscritos a las ideas libertarias promovieran la proclamación del comunismo libertario en aquella pequeña aldea.

Muy difícil sería entenderlo si no tenemos en cuenta la estructura de la propiedad que imperaba entonces en España. Un problema enquistado en la sociedad desde siglos atrás y que la política de desamortización efectuada durante el siglo XIX no había contribuido a corregir sino que, muy por el contrario, ahondó en los problemas y en las desigualdades sociales. La herencia del modelo de propiedad de la tierra, que provenía de la Edad Media, había generado en Andalucía y Extremadura una estructura latifundista de propiedad donde unos pocos propietarios detentaban la inmensa mayoría de la tierra frente a masas jornaleras que se veían privadas de ella.

A pesar de ello, desde el propio siglo XIX, los trabajadores del campo buscaron una solución a sus problemas, incluso llegando a protagonizar motines o movimientos campesinos como los de 1866 en Loja. Incluso durante la I República española, el presidente Francisco Pi i Margall promovió de forma teórica el reparto de la tierra entre los campesinos, completando así una reforma agraria real que las desamortizaciones no habían conseguido.

El fracaso de la experiencia republicana no fue óbice para que muchas de esas masas campesinas considerasen que República era sinónimo de Reforma Agraria, aunque muchos de sus efectivos ya se estaban encuadrando en las organizaciones obreras adscritas al socialismo y, sobre todo, al anarquismo, muy influyente y hegemónico en campo andaluz. Las lecturas de los movimientos socialistas iban más allá de un cambio de forma de Estado y promovían la ocupación y toma de la tierra de forma directa.

Por ello, estos campesinos protagonizaron a finales del siglo XIX movimientos como los de Jerez en 1892, donde las masas campesinas hambrientas tomaron la ciudad reclamando justicia y la tierra. No eran movimientos exclusivos de la zona de Andalucía, pues en otros lugares de Europa también se dieron. Los anarquistas fueron protagonistas del mismo y utilizados como chivos expiatorios para reprimir a los movimientos campesinos, tal como sucedió en casos como La Mano Negra.

La proclamación de la II República en 1931 trajo consigo la esperanza de cerrar el capítulo de la reforma agraria y promover un reparto justo y equitativo de las tierras entre los campesinos. La promulgación de la Ley de Bases de la Reforma Agraria en 1932 encabezada por el ministro Marcelino Domingo parecía que ponía fin a estas cuestiones. Más teniendo en cuenta que la propia República se había enfrentado ya a levantamientos de campesinos en Castilblanco en diciembre de 1931 y en Arnedo en enero de 1932. Motines del hambre donde los campesinos reclamaban mayor prisa en la cuestión agraria y que terminó en enfrentamientos con las fuerzas de orden público y con víctimas.

Sin embargo la Ley de Bases tuvo un doble problema. Por una parte los políticos reformistas republicanos vendieron su aplicación a muy largo plazo mientras la premura de las necesidades era inmediata. Por otra parte, el propio boicoteo de los terratenientes a las leyes de la República. El famoso “¿No queríais República? Pues comed República” fue utilizado por muchos de ellos, que tampoco cumplieron leyes como las del laboreo forzoso o se aplicaron de forma dudosa en muchos lugares la Ley de Términos Municipales.

A todos estos problemas se venía a unir el paulatino distanciamiento que la República estaba teniendo con uno de los movimientos obreros más importantes en el país: el anarcosindicalismo de la CNT. El movimiento libertario había apoyado de buen grado la proclamación de la República en abril de 1931, pero advertía su editorial en Solidaridad Obrera que si la República quería consolidarse tenía que contar con la clase obrera. De no hacerlo, perecería. Y a pesar de que la Constitución republicana se había definido como “República de trabajadores de toda clase”, para el anarcosindicalismo no se contó con la clase obrera. Ello llevó a las huelgas y enfrentamientos que terminaron con víctimas tanto en Sevilla en los sucesos del Parque de María Luisa como en Madrid en la Huelga de la Telefónica.

Igualmente, dentro del movimiento libertario se estaba dando un importante debate, entre aquellos que consideraban que la posibilidad revolucionaria en España se tenía que estructurar a medio/largo plazo por medio de una concienciación paulatina de los trabajadores y tendiendo a la unión de las fuerzas obreras, y aquellos que consideraban que había que aprovechar las ansias revolucionarias del pueblo español y poner término al capitalismo en un enfrentamiento, prácticamente directo, con la República.

Aunque a nivel historiográfico se ha mantenido el falso mito de la llamada “gimnasia revolucionaria” y de los ciclos insurreccionales, lo cierto es que el movimiento libertario se dividió en ambas visiones. La CNT estructuró a partir del verano de 1932 los llamados Comités de Defensa Confederal como arma efectiva de la acción directa anarcosindicalista, y haciendo llamamientos a algunas insurrecciones como la de enero de 1933, que se tornó en un auténtico fracaso.

LOS SUCESOS DE CASAS VIEJAS

El movimiento que se había iniciado en enero de 1933 fue un fracaso por un cúmulo de descoordinaciones entre el Comité Nacional de la CNT y los Comités de Defensa Confederales, lo que llevó a la suspensión del movimiento que pretendía proclamar el comunismo libertario en toda España, tal como se había realizado en las cuencas mineras de Cardoner y en Figols un año antes.
Sin embargo, por el corte de comunicaciones, esa suspensión no llegó hasta los integrantes libertarios del pueblo gaditano de Casas Viejas donde, aunque no todos los cenetistas estuvieron de acuerdo, se proclamó el comunismo libertario, se quemó el registro de la propiedad, se compraron los productos de la tienda del pueblo al dueño, se ocupó el Ayuntamiento y hubo un enfrentamiento con las fuerzas de la Guardia Civil con el resultado de varios campesinos muertos y un Guardia Civil herido que acabó falleciendo. La bandera tricolor republicana fue sustituida por la rojinegra de los anarquistas. El esquema seguido por los anarquistas de Casas Viejas fue el clásico del verdadero significado de la llamada “propaganda por el hecho”, que ya Malatesta había puesto en práctica en el Benevento italiano en 1876. Mínima violencia (excepto el enfrentamiento con la Guardia Civil) y ocupación de los centros de poder.

La llegada de Rojas Feijespán significó la represión indiscriminada contra los campesinos. Fueron fusilados de forma arbitraria muchos de ellos, algunos ancianos, y se cercó la casa de Francisco Cruz Gutiérrez, alias Seisdedos, que fue incendiada con sus ocupantes dentro, ametrallando la puerta para que nadie pudiese salir. De la catástrofe, María Silva Cruz “La Libertaria”, nieta de Seisdedos, pudo escapar.

La matanza culminó con 26 muertos, lo que provocó una autentica consternación en la sociedad española por la brutalidad empleada contra unos campesinos que solo reclaman tierra y pan y que, a excepción de la refriega con la Guardia Civil, no había tenido episodios de violencia.
Tras los sucesos vino la búsqueda de responsabilidades por lo sucedido. Los responsables directos fueron claros: Manuel Rojas Feijespán, Bartolomé Barba, Arturo Menéndez y el delegado del gobierno de Cádiz, Fernando de Arrigunaga. Cargos de la Guardia de Asalto, de la Guardia Civil y políticos. A pesar de los años de cárcel, Rojas Feijespán y Barba participaron en julio de 1936 de la sublevación contra la República, mientras Arturo Menéndez fue leal a la misma y murió fusilado por los sublevados.

A la zona del suceso se desplazó una comisión parlamentaria que emitiría un informe sobre los sucesos. Con ellos se desplazaron periodistas que vieron y hablaron de primera mano con algunos de los habitantes de la aldea. Entre ellos cabe destacar las plumas de Ramón J. Sender, que escribió el texto Viaje a la aldea del crimen: Documental de Casas Viejas, y Eduardo de Guzmán, que publicó una serie de artículos en el diario republicano La Tierra.

Sin embargo las responsabilidades se pedían más arriba. Aunque como bien ha demostrado Tano Ramos en su obra El caso Casas Viejas: crónica de una insidia, no hubo una orden directa por parte del Gobierno de la República de represión contra los campesinos anarquistas, y sí una extralimitación de unas fuerzas de orden público dudosamente depuradas y que se cobró una contribución de sangre y odio contra el anarquismo en la zona, lo cierto fue que la gestión del acontecimiento fue deficiente por parte del Gobierno de Manuel Azaña, que sufrió un revés y un desgaste de su gestión.

De forma indirecta, el Gobierno fue responsable de los sucesos. Los socialistas se fueron separando paulatinamente del Gobierno, hasta salir de él en septiembre de 1933, dejando a los republicanos de izquierda en minoría. La derecha, para nada amiga de los anarquistas a los que detestaba, aprovechó el acontecimiento para desgastar al Gobierno y preparar a conciencia las elecciones de noviembre de 1933 que le dio la victoria.

Para los anarquistas el acontecimiento también fue devastador, porque fue la ejemplificación del fracaso de una estrategia. Ello le valió en el futuro para replantearse estas estrategias, llegando a considerar a partir de 1934 que el objetivo era la unidad obrera con la UGT. En el congreso de Zaragoza de mayo de 1936, la CNT hizo un repaso al primer bienio republicano, considerando que la estrategia seguida no fue la correcta y que era inviable un enfrentamiento directo de la central libertaria contra el capitalismo sin la participación del resto del movimiento obrero.
Sin embargo, Casas Viejas siempre estuvo en el imaginario colectivo del movimiento obrero y libertario. La fuerza de su recuerdo llevó al Franquismo a cambiar de nombre al pueblo, rebautizado como Benalup, recuperando su nombre hace pocos años.

Hoy el acontecimiento se recuerda con la señalización de lugares de la memoria y con numerosas obras históricas (Jerome R. Mintz, Tano Ramos, José Luis Gutierrez Molina, etc.), donde plantean lo que sucedió en una pequeña localidad y el fin cruel de unos campesinos que pidieron tierra, pan y libertad.

https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/la-tragedia-en-un-pueblo-llamado-casas-viejas


Hace unos días, estaba ojeando artículos periodísticos y tal y encontré este sobre los Sucesos de Casas Viejas, un episodio bastante nefasto del periodo de la Segunda República y no se si demasiado conocido fuera de los círculos anarquistas o de los jornaleros andaluces. Uno de los últimos alzamientos populares por Andalucía fruto del hambre y la miseria, reprimidos como siempre fueron en estas tierras, con dureza y sangre para "dar ejemplo". Resulta curioso ver como la administración y el estado en la época se limpia las manos echándole el muerto a los que trabajan para ellos, especialmente el idolatrado por algunos Manuel Azaña. Espero que el artículo resulte tan interesante a los usuarios de MV como me resultó a mi y que sirva para difundir esta historia para los que no sepan de lo que ocurrió en aquel pequeño pueblo de Cádiz hace no tantos años...

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Kuluneken
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angel222

Bueno, está claro que el reparto de tierras en los latifundios del sur de España siempre fue un sueño, una quimera, nunca hubo una auténtica intención de hacerlo. Y en el bienio progresista tampoco se hizo nada, simplemente se trazó.

2 respuestas
Oridana

He entrado al hilo con toda la emoción pensando que se iban a relatar acontecimientos misteriosos de casas embrujadas y aquí estoy, leyendo el tochaco que has puesto

PD: que por cierto, es muy interesante, gracias por compartirlo

19 1 respuesta
Don_Verde

#2

#3 Es más, considero que la miseria del campo andaluz viene de las distintas desamortizaciones, que acabaron completamente con las propiedades comunales de los pueblos. El estado español esquivó la quiebra y solucionó en parte sus cuentas, pero condenó al hambre y a la miseria al campo, donde la mayoría de los campesinos que sobrevivían de los cultivos comunales pasaron a ser jornaleros sin tierras, los parias entre parias de Andalucía. Las distintas Reformas Agrarias de los distintos gobiernos siempre fueron postergadas o, como bien señalas, ni siquiera se intentaron aplicar las medidas aprobadas. Los levantamientos pidiendo pan y tierras son una constante en el siglo XIX y XX en el campo andaluz y las represiones brutales consiguientes igual. No es de extrañar que el anarquismo corriera como la pólvora entre los campesinos, lo cual solo hizo azuzar más aún la represión y que fueran peores, como pudo ser el caso de Mano Negra en años anteriores..

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1 comentario moderado
hamai
#1Don_Verde:

A pesar de los años de cárcel, Rojas Feijespán y Barba participaron en julio de 1936 de la sublevación contra la República, mientras Arturo Menéndez fue leal a la misma y murió fusilado por los sublevados.

Es que esa frase muestra todo tan sin sentido... Menuda época mas jodida era la españa de la primera mitad del siglo XX...

2 2 respuestas
B

Pues yo creia que esta historia era mas conocia por tdo el mundo.
#7 siempre estuvimos en la b

Don_Verde

#7 A la hora de empuñar el fusil y morir en el frente, poco importaba que hubiesen matado a unos pocos de campesinos andaluces anarquistas...tanto para un bando como para otro. Pero si, la España de comienzos del siglo XX es una casa de putas de mucho cuidado, para mi el punto más bajo que llegamos fue el desastre de Annual, al cual probablemente le dedique otro post en cuento pueda.

Word-isBond

Pa' favoritos que va, mañana me lo leo que pinta interesante.

Oridana

#6 mantente misógeno, te conozco de años del foro y no defraudas

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Raistlin89

Que yo sepa este suceso está en el curriculum de historia de 1o o 2o de Bachiller. De ahí a que se diga que es un hecho oscuro u ocultado hay mucho trecho.

4 2 respuestas
Don_Verde

#12 Pues si que cambia la cosa, cuando estudié yo bachillerato, a pesar de ser andaluz y todo, ni se mencionó el suceso. Y justamente el otro día, tras leer el artículo, lo comenté con la gente del curro y la mayoría no tenían ni idea de Casas Viejas. Es más, descubrí que durante el franquismo le cambiaron el nombre al pueblo y todo para olvidar aquello. Ahora se llama Benalup-Casas Viejas, tras volver a recuperar el antiguo nombre en el 98.

3 1 respuesta
B

Buen hilo.
Casas Viejas sirve para recordar que mientras exista el Estado, este siempre será represivo. Por eso es un acontecimiento que no suele gustar ni a la izquierda ni a la derecha.

#12 Se comenta por encima y con el resumen que el autor del hilo da al asunto al principio. Ni se analiza ni se buscan causa ni nada de nada. Vamos, esto no se hace con la Guerra Civil se va a hacer con Casas Viejas.

sutik
7
Fascaso

#13 Breve comentario antes de leer #1 con tranquilidad, a mi en bach hace 12 años si que me lo dieron, vamos era uno de los puntos principales en los que se centraban los diversos problemas de la república y errores, no solo antes de las elecciones del frente nacional si no en los dos mandatos(en el bienio liberal con la revolución del 34 y antes con distintos problemas "menores")

1 respuesta
Don_Verde

#16 Pues sinceramente, me alegra ver como estos sucesos, que aunque sean oscuros y nefastos son parte de nuestra historia, se les da su merecido tiempo en las aulas hoy en día. Le preguntaré más tarde a mi hermano a ver como se lo explicaron a él en Bachillerato, que lo cursó bastante más recientemente que un servidor. También es que mi caso es bastante especial, tenía un profesor de historia comunista (del PCPE por lo menos) y defensor de la República como el Edén en la Tierra prácticamente. Cosas como Casas Viejas o Paracuellos no asomaron por las explicaciones ni de lejos....

sephirox

Muy interesante, la historia preguerra civil en España es bastante interesante y creo que siempre se evita recordarla. Gran hilo, compañero.

Chewirl

Pos yo no di esto en bachiller, es mas en segundo se va a palo con lo que puede entrar o entró el año anterior en selectividad x'D

Morkar

gran post #1

1
stuckED

Los anarquistas de organización bien, como siempre.

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Don_Verde

#21 Es difícil organizarse correctamente sin una estructura jerarquizada y sin poder imponer la opinión de arriba a abajo. Sin contar que las comunicaciones en los años 30, especialmente en una región bastante encrespada como pueda ser las sierras de Cádiz, tenía que ser como mínimo muy deficientes. Aún así nos da para mantener organizaciones y sindicatos desde el s XIX hasta hoy en día sin pasar por el aro. Lo que tampoco cambia de siempre es la persecución y el ensañamiento contra el movimiento anarquista por parte del estado, desde Mano Negra al Caso Scala. El estado es implacable contra sus enemigos y no hay mayor enemigo suyo que la ideología anarquista.

3 2 respuestas
stuckED

#22 Esa era mi crítica: es imposible organizarse sin una jerarquía. No me disgustan las ideas del comunismo libertario, pero siempre he visto que sin jerarquía es imposible ejercer ningún tipo de contrapoder a la burguesía.

1 2 respuestas
B

#22 Y una muestra de la debilidad del anarquismo es que no estamos en el foco, ese lugar lo ocupan ahora los indepes dentro y los yihadistas fuera.

#23stuckED:

es imposible organizarse sin una jerarquía

Es difícil, pero no imposible.

1 respuesta
Don_Verde

#23 No, imposible no lo es, es difícil, si fuese imposible no existiría ninguna organización anarquista, solo habría anarquistas individualistas y generalmente suelen ser una minoría dentro de la ideología. La jerarquía es la forma más natural de organización, es la representación humana de la ley de la selva, el alfa ordena, los betas obedecen esperando llegar a ser alfas algún día. Mediante el asamblearismo y la democracia directa se pueden organizar grupos de forma totalmente efectiva, simplemente es un proceso más complejo y largo que las simples órdenes y obedecer. Obviamente, en ciertos ámbitos, como pueda ser la lucha armada o una organización militar, una estructura jerarquizada ahorra muchos problemas y es mucho más efectiva. Si se entiende al revolución y la lucha contra el sistema como un golpe de mano contra las estructuras de poder, indudablemente la jerarquía es mucho más efectiva que la asamblea.

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samusamu

Yo también lo di en Bach en 2º, hará unos 4-5 años.

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Chewirl

#26 Creo que si algunos aquí ponéis cuando disteis 2bach como hiciste tú coincidiréis en años, así que probablemente fue algo que tenía probabilidad de salir en selectividad por aquel entonces y todos lo disteis.

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samusamu

#27 Humm no cogí historia en selectividad, al menos en Galicia se la preparaba como si fuera un vomito de contenido y solo se preparaban una de las mitadas del temario.

Eso no quiere decir que no se hiciese énfasis en ciertas cosas, ni que no me acuerde yo de ciertas cosas como de el buenazo de Sagasta, la ley de ferrocarriles del 55 y así, en cuanto a casas viejas yo al menos debo tener por casa un comentario de texto con un párrafo dedicado a esto, y ni me cayó en examen.

stuckED

#25 Pero estarás de acuerdo en que ciertamente se pueden constituir políticas que respeten la democracia directa pero que en determinadas situaciones exista una jerarquía, ¿No?
Era un debate que tenía eternamente con mi padre, él apostaba siempre por el asamblearismo como solución. Yo sólo lo probé en las asambleas universitarias en las que se rechazaban los Grados Universitarios y me hastió mucho. Supongo que no será igual cuando el debate se lleva a otro nivel porque, más o menos, todos los miembros tienen una línea que quieren seguir. No obstante a mí se me pareció, insisto, salvando las diferencias; un poco caótico.

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SIRSANCHO

#3 si hubo repartos, pero fracasaron.