'El maltratado he sido yo'
"Antonio Ruiz, de 57 años, dice que cuando el viernes 5 de febrero vio en la tele a Salmerón, de 51, se sintió atropellado del todo. El Gobierno en funciones del PP había concedido de urgencia esa mañana a la mujer su segundo indulto parcial, pero ella insistía en lanzar invectivas contra su ex marido y contra los jueces -opuestos al perdón por reincidente- que la han condenado cuatro veces en firme por impedir la relación entre hija y padre."
"Hombre tranquilo, hasta ahora ha preferido callar, en contraste con María Salmerón, que desde hace años convoca a medios y partidos erigiéndose como una heroína contra el machismo, cual madre coraje que incluso se enfrenta a la Justicia con tal de proteger a su pequeña de las garras del "maltratador".
"La sección cuarta de lo Penal de la Audiencia de Sevilla, en sentencia del 28 de marzo de 2008 ratificada por el Tribunal Supremo, lo condenó a 21 meses de prisión (que no tuvo que cumplir al carecer de antecedentes penales) por un delito de malos tratos psicológicos continuados sobre María, como insultos y comentarios de menosprecio sobre su capacidad, durante su convivencia entre 1999 y 2000. "
La separación
"Se casó con María en segundas nupcias. La convivencia fue difícil. Explica que "ella está diagnosticada con un trastorno bipolar maniaco-depresivo, como declaró su psiquiatra en el hospital Virgen del Rocío, Teresa Barroso, que la trató nueve años". Relata que en esos dos años escasos como pareja, ella lo denunció dos veces por supuestos malos tratos verbales, y ambos casos de faltas se archivaron y continuaron compartiendo techo. "
"Afirma que ella le agredió a él en dos ocasiones. "Me pegó puñetazos en el pecho. Me hizo moratones. Tuve que sujetarle las manos". Asegura que no la denunció por entender que ella sufría una crisis mental. "
"En su sentencia de separación, 160/2001 del 31 de julio de 2001, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Dos Hermanas dio la custodia a la madre y estableció un régimen de visitas entre hija y padre. Pero la madre lo saboteó e impidió cualquier encuentro. "
"Se lo inventó todo. Abusos sexuales, que la había arrastrado por los pelos por el pasillo, que la había amenazado. Me pedía doce años de cárcel. Yo fui muy tranquilo al juicio, convencido de que me iban a absolver, por eso no llevé peritos propios, ni comenté que ella me había golpeado, ni hice referencia a que ya me habían absuelto dos veces durante nuestra convivencia. Me condenaron a un año y nueve meses por malos tratos psicológicos, por menospreciar. Pero yo nunca he menospreciado o tratado como inferior a nadie", se defiende.
Se lamenta de que al considerarse hechos probados, basados en el testimonio de María y de técnicos del Instituto Andaluz de la Mujer que la habían examinado "superficialmente", ya no pudo lograr que el Supremo lo absolviese después.
Con todo, destaca que los jueces le impusieron una pena menor, sin cárcel, que descartaron que hubiera lesiones, abusos sexuales y amenazas y que rechazaron la petición de María para que lo desterrasen de Sevilla. La sentencia le imponía un alejamiento de 200 metros de ella pero no le quitaba la patria potestad compartida ni limitaba el régimen de visitas a su hija.
Es más, esgrime el maquinista: que hubiera sido condenado por maltrato psicológico en 2008 no fue obstáculo para que, atendiendo al criterio de las peritos judiciales Marta López Narbona (psicóloga infantil) e Isabel España Ríos (psiquiatra infantil), la juez de Dos Hermanas Lorena Cañete ordenase en la sentencia de divorcio del 20 de septiembre de 2009 que la guardia y custodia de la niña recayese en él, al considerar a Antonio buen padre, y a la madre una saboteadora recalcitrante de la relación paterno-filial.
La jueza modificó la custodia para concedérsela a Antonio el 31 de julio de 2006 (lo confirmó la sección segunda de la Audiencia el 27 de febrero de 2008), pero pasaron tres años hasta que se ejecutó.
La jueza, la Audiencia y las peritos decían que Antonio es apto para cuidar de su hija y que, al contrario, la obstrucción de la madre es "perjudicial para la niña". La pequeña se fue a vivir con Antonio, Inma y la hija y el hijo de ésta cuando tenía nueve años. En los casi dos años que estuvo con ellos, subraya el padre, él sí cumplió "a rajatabla" el régimen de visitas de la madre.
A Salmerón la han condenado en firme cuatro veces por desobediencia con las visitas, de las que el Gobierno del PP la ha indultado parcialmente en las dos primeras, sustituyendo los seis meses de prisión por trabajos comunitarios y multa, que no ha pagado. Está procesada por otros cuatro casos, detalla su ex marido: dos nuevas desobediencias, impago de su parte de la pensión de su hija en el tiempo que vivió con Antonio y denuncia falsa.
La niña, pasado el tiempo, dijo que prefería vivir con su madre, y la jueza le devolvió la custodia con la obligación de que respetara el régimen de visitas del padre. Pero tras unos pocos encuentros dejó de cumplir. María, el 29 de mayo de 2012, envió un fax al Punto de Encuentro Familiar en Sevilla para avisar de que la tarde siguiente no llevaría a la niña a que viera a su padre, alegando una excursión con el colegio. El día fijado llamó al punto de encuentro para preguntar si se lo habían comunicado al padre y le dijeron que sí pero que Antonio acudiría como hacía siempre (no faltó durante años, aun con la certeza de que no la iba a llevar). María, sabiéndolo, se apostó en un bar cercano al punto de encuentro, sola, y cuando pasó Antonio ella llamó a la Policía y lo denunció por violar la orden de alejamiento sobre ella, fruto de su única condena y que estaba a punto de expirar. "Fue una trampa", dice él.
No sólo se archivó la denuncia de María (Juzgado de Instrucción 12) contra Antonio y las responsables del punto de encuentro, sino que el fiscal Luis Carlos Rodríguez León la acusó a ella de denuncia falsa, por imputar al padre de su hija un delito inexistente y fabricado. Salmerón "tiene un ánimo permanente de perjudicar a su exmarido", señala el fiscal en su escrito de acusación del 25 de agosto de 2014.
"Torturas" inexistentes
En otra denuncia acusó a Antonio, Inma y su abogado de "torturas continuadas", literalmente, por tener a su hija "en un zulo": en realidad era la habitación que le habían hecho en el piso pequeño que antes ocupaban, dividiendo la estancia de matrimonio para que así la hija de Antonio y la de Inma tuvieran cada una un cuarto independiente. La jueza de Instrucción 15, Silvia Soto de Delás, la desestimó sin admitirla a trámite el 13 de marzo de 2015.
En otra denuncia, que archivó la jueza Mercedes Alaya, María le acusó de falsedad documental aduciendo que la baja médica que le impidió a él asistir a un juicio contra ella era mentira. Tuvo que declarar el médico para probarlo. Y así suma y sigue. Incluso le acusó cuando la niña tuvo gastroenteritis.
Antonio Ruiz considera que tras la larga "alienación" de la madre sobre la niña, es "muy difícil" recuperar la relación. Su compañera, Inma, fundó la Asociación de Afectados por la Ley de Violencia de Género (Alvige), de la que es presidenta. La asociación, a través del abogado José Luis Escañuela, ha pedido al Ministerio de Justicia la revocación del segundo indulto.
Pero el padre se debate. Por una lado le duele la "impunidad" de María, a la que describe como una víctima ficticia "que hace mucho daño a las maltratadas de verdad". Por otro, no quiere que su hija vea a su madre en la cárcel. "No le guardo rencor. Yo sólo quiero tener una relación con mi hija, que ella tenga padre. No soy un maltratador".
Texto completo: http://www.elmundo.es/cronica/2016/02/15/56bf5b9a46163fbc448b460b.html
Noticia del indulto: http://www.elmundo.es/andalucia/sevilla/2016/02/05/56b493d5268e3e84138b4597.html
Vale la pena leerse todo para comprender el calvario que sufre este señor por la conducta criminal de su exmujer.
¿Hasta cuándo vamos a dejar que las feminazis abusen del hombre y provoquen situaciones de este tipo?
¿En qué cabeza cabe consentir esta diferencia de trato tan favorable a una mujer?
¿Cuántos hombres indefensos han matado a su mujer porque no veían otra salida que convertirse en alguien como Antonio Ruiz? Lo que se dice "de perdidos al río".
Yo me quedo con la frase del final, que repito aquí:
le duele la "impunidad" de María, a la que describe como una víctima ficticia "que hace mucho daño a las maltratadas de verdad" .