#30, evidentemente no puedes comparar unas rayas con una cerveza, más por motivo de las cantidades activas medias que por otra cosa.
Sobre que uno se pueda emborrachar sólo en fiestas y locales privados, a no ser que pretendas hacer controles de alcoholemia a los viandantes, no creo que valga de mucho. Porque a la gente después de beber en una casa le suele apetecer salir a ver qué hay por la calle.
Por otra parte, de pequeño he visto gente pinchándose la vena y fumando en plata en mi portal y no me ha quedado ningún trauma infantil. Incluso mostré cierta repulsa -hace ya muchos años- hacia las drogas al ver de cerca el estado en el que se encontraban sus consumidores. Ahora sé que eso es sólo una minoría.
Y desde luego que mis hijos crecerán viendo normal el consumo de drogas. No entiendo por qué darles a las drogas el atractivo de fruto prohibido, cuando ya son atractivas por sí mismas.