#3867 Cada caso es diferente.
Yo a mi ex la dejé porque era pura toxicidad (creo que hablé del tema páginas atrás) conforme iba madurando nuestro noviazgo (cada vez se inmiscuía mas su familia en nuestra relación, y ella por sus miedos y celos voluntaria o involuntariamente trataba de impedirme mi realización como persona y profesional, y afortunadamente supe pararle los pies); y una vez acabada la relación solo me llamaba para hablar mal de su familia en general (aunque luego no podía vivir sin ellos), de lo mal que lo pasaba con su enfermedad, que mas bien solo quería dar pena para llamar la atención (epilepsia) o lo que me quería y me echaba de menos(cuando no venía a cuento porque ya no eramos nada).
Claro, aunque sino le coges el teléfono te crea curiosidad como dice #3863, luego lo piensas mejor y sabes que no va a salir de ese bucle de maliciosidad porque no sabe hablar de otra cosa (ya puse los temas de los que hablaba anteriormente); y la curiosidad y la necesidad de responder la llamada desaparecen.
Cuanto mas respondas a esas llamadas, mas difícil será que esa chica se olvide de tí, y por tanto, mas te tendrá en su red; porque la cantidad de veces que le respondes a sus llamadas/mensajes/etc es lo débil que te muestras ante su presión.
PD: #3860 no se cómo sigue habiendo gente que busca la felicidad en tener pareja (no lo digo por tí porque no te conozco). La felicidad primero debe nacer en uno mismo con la realización de la propia persona; y luego, ya llegará la pareja que COMPLEMENTE o incluso mejore al propio ser en sí, y por supuesto, que exista ese mismo trato hacia la otra persona (que la complementes y la ayudes a mejorar).
Y es que tener novia no es solo un objeto de presentación de cara a los demás para hacerse el chulo y algo a lo que follarse cuando tienes la casa libre. Esto sólo vale cuando tienes 18 o 19 años que lo único en lo que debes peocuparte es en sacar buenas notas en los primeros cursos de universidad o Grado Superior.
Echarse pareja es una cosa muy importante que poca gente valora como debería y no vale cualquiera. Luego pasa lo que pasa, que la gente por necesidad se hecha novia y es cuando los problemas empiezan.
Definitivamente, el hecho de tener pareja no debe darle sentido a la vida de nadie, y el que vive bajo este dogma no va a ser feliz nunca; sino que vivirá con el miedo, miedo constante a perder aquello que le da sentido a su triste vida y seguramente mantendrá una relación tóxica con su pareja controlada por los celos y la obsesión.