El Ocaso del Keynesianismo y el ascenso Neoliberal
El keynesianismo fue la referencia teórica para los gobiernos de las economías occidentales después de la segunda guerra mundial.
Manifestándose en la preeminencia de dos grandes líneas de actuación, por un lado la política monetaria y fiscal, y por otro la política de rentas, consistente en la adopción de acuerdos que garantizaran suficiente consumo social sin poner en peligro el beneficio empresarial.
La política económica keynesiana había dado resultados satisfactorios a lo largo de los años. Los instrumentos fiscales y monetarios se utilizaron sin dificultad para contrarrestar los momentos de contracción o recalentamiento de la actividad económica.
Los economistas keynesianos optaban por las políticas fiscales porque entendían que la política monetaria era mucho menos efectiva para transmitir impulso a la demanda agregada. Por su parte, los monetaristas defendían que la política monetaria era mas efectiva.
Se concluía que la política monetaria era más efectiva para hacer frente a situaciones inflacionistas (sus instrumentos mostraban mayor eficacia para generar restricciones en el comportamiento de las variables económicas). Por el contrario la política fiscal pareció mas adecuada a impulsar la economía, para inyectar recursos adicionales ante una situación depresiva.
Ante estas controversias, los gobiernos adoptaron una política de estabilización permanente, la inflación se combatía con restricciones monetarias, y la depresión con estímulos fiscales.
Sin embargo cada vez eran más los economistas que descubrían flancos débiles en los postulados keynesianos.
El ocaso keynesiano.
En la década de los años 70, comienzan a manifestarse nuevos problemas que no poseían respuesta y que afectaron decisivamente al keynesianismo.
Estanflación (presencia de inflación y desempleo)
Este fenómeno daba lugar a que los intentos de estabilizar los precios por la vía de las políticas monetarias tradicionales, que el propio keynesianismo admitía, provocasen desajustes en los mercados de dinero. Cuando subían los tipos de interés para combatir los precios, se deterioraba la inversión y se animaba a la inversión especulativa, lo cual producía efectos depresivos sobre la producción y la renta, aumentado el desempleo
Al mismo tiempo, las políticas de demanda se mostraban igualmente ineficaces, generando déficits públicos que elevaban también los tipos de interés, la deuda pública necesaria atraía capitales que no se aplicaban a la inversión productiva y la expansión del crédito al consumo incrementaba excesivamente la liquidez del sistema.
Ademas, el aumento de la demanda agregada no conseguía aumentar el empleo porque la demanda de trabajo ya no dependía de la demanda efectiva. Las empresas fijaban su volumen de empleo en función de los beneficios esperados, y la disminución del beneficio impedían que se resolviera el problema a través de este procedimiento.
Los desequilibrios exteriores.
Las políticas de demanda, cuando se manifiestan en un aumento gasto, constituyen, un importante factor de estimulo de las importaciones. Pero mientras no vayan acompañadas de políticas encaminadas a ampliar la capacidad y la competencia productiva nacionales, lo que hacen es generar déficits comerciales con el exterior.
Dado que las economías se encontraban cada vez mas entrelazadas, los gobiernos comenzaron a perder gran parte de su capacidad de maniobra. Apenas podían gobernar a su conveniencia los tipos de interés, impidiendo articular políticas de tipo keynesiano efectivas que lograsen reequilibrar la situación de crisis.
La imposibilidad del pacto social.
Las tensiones inflacionistas impedían que los gobiernos controlaran la subida de los precios. La percepción por parte de los sujetos económicos de que se vivian años de crisis económica reforzaba sus demandas de mayores rentas, lo que daba lugar a un clima de reivindicación permanente que hacia explotar el consenso keynesiano.
El efecto negativo del pleno empleo.
Para garantizar la demanda suficiente (dado el desempleo creciente) solo se podía actuar, aumentando el gasto publico o fomentando la redistribución a favor de los salarios (que poseen mayor propensión al consumo). Los asalariados mejoraban su parte en la distribución de la renta y los beneficios perdían puesto.
La reacción de las empresas fue aumentar la disciplina en las fabricas y la intensidad del trabajo, pero mientras los asalariados se encontrasen salvaguardados por un estado benefactor y providente, esta política solo podía llevar a la indisciplina, a la rebelión ya mayores demandas salariales.
“Se necesitaba un nuevo proyecto de política económica que permitiese recuperar el beneficio privado, que garantice un nivel de demanda apropiado y, sobre todo, que lograse un clima social lo suficientemente amenazante (desempleo) para evitar la insubordinación y las reivindicaciones de los trabajadores”
El ascenso del neoliberalismo
Lo que se autodenomino la revolución conservadora se fundamento en la consecución de dos grandes objetivos, reducción de la inflación y disminución del déficit publico, y desmantelamiento del estado del bienestar. Solo de esta forma se podía recuperar el beneficio privado
Se desempolvaron las viejas recetas monetaristas que Milton friedman propugnaba, se renovó la confianza en el mercado, se acabo con el sistema generalizado de protección social y se fomento un sistema de valores sociales anti igualitarios e individualistas.
En palabras de james tobin “los únicos resultados seguros de estas políticas conservadoras serán las redistribuciones de la renta, la riqueza y el poder, del estado a las empresas privadas, de los trabajadores a los capitalistas y de los pobres a los ricos”.
Thatcher y Reagan, y después los gobiernos de todos los países occidentales consiguieron doblegar poco a poco la inflación, a costa espectacular desempleo que solo beneficiaron a los capitales especulativos y grandes fortunas.
La economía de la oferta y la curva de laffer
La política económica se baso en lo que comenzó a llamarse la economía de la oferta. El principio esencial es que la intervención del estado genera efectos indeseados para la recuperación del beneficio privado, mientras que el objetivo ya no será el empleo, sino la inflación.
Esta concepción implica que los impuestos imponen altos costes al esfuerzo productivo y al ahorro, desincentivándolos para prestar sus servicios productivos.
Ofreciendo un razonamiento simple, la reducción de impuestos hace mas atractivo el trabajo (ahorro o la inversión) y por tanto procura a la postre mayores recaudaciones.
Esta idea esta basada en la curva de laffer, que establece que, a medida que aumentan los tipos impositivos, crece la recaudación hasta un momento en el que empieza a caer.
Sin embargo los análisis empíricos confirmación, que la administración Reagan no consiguió por este medio los objetivos previstos. La reducción de los impuestos a las clases altas no aumento la recaudación fiscal. Pero sirvió para recuperar el beneficio privado, tal y como se había propuesto en los programas económicos neoliberales.
El ataque neoliberal a la intervención pública (la privatización)
La idea de que el mercado es el mecanismo de asignación mas eficiente, trajo consigo amplios programas de privatización de empresas y capitales públicos, asi como una profunda desregulación orientada a eliminar todas las trabas posibles para el desarrollo de la iniciativa privada.
La justificación de este proceso se basa en 3 grandes razonas: eficiencia, libertad y reducción del déficit publico.
Eficacia: las empresas publicas son menos eficientes que las privadas al no tener riesgo de quiebra estar sujetas a distorsiones en sus mecanismos de decisión.
Libertad: La existencia de monopolios públicos limitan la soberanía de los consumidores y su libertad económica.
Déficit públicos: la intervención publica genera gastos excesivos que provocan déficit publico.
El ajuste estructural.
Las políticas de ajuste que se han venido aplicando de manera generalizada han modificado los contenidos y escenarios tradicionales de las políticas económicas, procurando alcanzar con un alto coste social los siguientes objetivos.
Flexibilización en el mercado de trabajo.
Disminución del poder sindical y baterías de normales legales sobre despido, salario mínimo y prestaciones a desempleados.
Liberalización de los mercados financieros.
Ajuste centrado en la neutralización de las influencias gubernamentales y en la eliminación de controles administrativos a la actividad financiera.
Redefinición del tejido industrial.
Sustitución de los sectores menos competitivos o incluso su desaparición. Apostando por el desarrollo de las nuevas actividades y a favorecer el desarrollo tecnológico que permita la sustitución de mano de obra por capital
Reforma del sector público.
Privatización de empresas, programas de reducción de gastos sociales y reformas de los sistemas fiscales tendentes a aumentar la neutralidad de las figuras impositivas para reducir su influencia en las conductas economicas
fuente: economía política "juan lopez torres"
El objetivo de este post no es atacar el neoliberalismo, primero por su simplismo (no he descrito las politicas monetaristas por ejemplo), sino aportar algo de historia economica de los ultimos 40 años.
se que es un tochopost impresionante, pero creo que merece la pena conocer la historia reciente y como hemos llegado a esta situacion.