Me llegó un SMS el otro día y he sudado completamente. Hasta el momento me lo he creído todo (y no he tenido COVID): cuarentena, mascarilla, gel, evitar aglomeraciones, ponerte dos vacunas... Pero es que ahora... no trago, no sé.
En ningún momento de la historia las élites han cedido por las personas que gobernaban. Puedo entender que una pandemia nos ponga a todos alerta, pero ahora tengo la sensación de que ya no estamos ahí. Farmacéuticas, políticos y empresas varias pueden hacer cosas por el bien de la humanidad, y eso no quita que tengan intereses comerciales. Llegados a este punto (manteniendo la formulación de las vacunas en secreto, irresponsabilizándose de sus efectos secundarios y habiendo dicho algún inmunólogo que lo de terceras y cuartas dosis es más que cuestionable), tengo la sensación de que nos la están colando. Por dinero y por política, no hay mayor secreto.
Colar las mascarillas en los presupuestos: intento por dar una falsa sensación social de crisis (que ya no es tal), por tratar de mantener el discurso que han fabricado durante dos años y que ha hecho que la sociedad se incline (algún caso vergonzante de chivatos a la autoridad, que a saber qué sería de esas personas si el jefe del gobierno se llamase Adolf; o de "escépticos" ridículos que han convertido "la siensia" en otra religión en la que "yokeséloko infórmate jejeje"). Insistir en la vacunación cuando la inmunidad todavía dura: lo mismo. Y todo para contentar a los que ya viven bien. No es por la gente. Al menos, ya no.
Por mi parte, voy a seguir teniendo cuidado y punto.
Y vosotros, ¿os habéis puesto la tercera dosis? ¿Por qué?