Los dos agentes de la Policía Municipal de Portugalete implicados en el tiroteo de El Regato, en el que en marzo de 2020 murió de un balazo en la cabeza una mujer de 35 años y resultó herido de gravedad su novio de 37, han aceptado declararse culpables de un homicidio por imprudencia y un delito de lesiones, según el acuerdo que ultiman las partes implicadas en el proceso judicial. Los dos policías, que se encontraban en prácticas en el momento de los hechos, no ingresarán en prisión y serán inhabilitados de manera temporal, durante tres años, según ha podido saber este periódico en fuentes cercanas al caso.
Sobre el Ayuntamiento jarrillero recaerá la responsabilidad civil y su compañía de seguros deberá pagar sendas indemnizaciones a la familia de la víctima -en concreto a la hija menor y a la madre de la chica- y al conductor herido. La cifra global que el seguro ha consignado ya en la cuenta del juzgado el pasado martes supera el medio millón de euros, según las mismas fuentes.
Se cerrará así un caso judicial muy complejo, dos años y cuatro meses después de los hechos. El acuerdo deberá ser ratificado en una vista de conformidad, que se celebrará previsiblemente en las próximas semanas, y posteriormente en la sentencia. De momento, la defensa y las acusaciones, incluida la Fiscalía, han firmado un documento con los términos del acuerdo. Quedan pendientes algunos flecos referentes a las cantidades concretas que recibirá cada indemnizado y quién deberá hacer frente a las costas del proceso, entre otros asuntos.
Vehículo robado
El tiroteo se registró el pasado día 9 de marzo de 2020 por la tarde, unos días antes de que se decretara el estado de alarma y cuando el covid se había convertido ya en la principal preocupación del mundo. En realidad, todo había empezado la jornada anterior, con el robo de un 'Opel Vectra' con matrícula de Palencia en la calle Cirilo Sagastigoitia de Barakaldo. Al día siguiente, ya por la tarde, una patrulla de la Policía Municipal de Portugalete dio el alto en la calle Carlos V al vehículo, conducido por Unai L.L. y en el que Nagore T. viajaba en asiento del copiloto. Tenía el capo desencajado por algún golpe y uno de los ocupantes no llevaba cinturón. El turismo aceleró en lugar de frenar y los agentes comenzaron su persecución. Se les unió una segunda patrulla. Los agentes averiguaron por la matrícula que se trataba de un coche robado. El conductor tenía pendientes varias órdenes de búsqueda y captura.
La peligrosa persecución, que duró 12 minutos, atravesó varios municipios vizcaínos desde Trapagaran, pasando por la recta de Ugarte, tal como demostraron las grabaciones de cámaras de vídeovigilancia. El 'Vectra' tomó el desvío hacia el barrio baracaldés de El Regato, que no tiene salida. Las dos patrullas le siguieron el paso. En una viajaba un policía veterano y un agente novel y en la otra, dos policías en prácticas.
Balas blindadas o huecas
Según algunas fuentes, el caso ha puesto en evidencia la falta de control en la entrega de la munición, ya fuera de balas semiblindadas o huecas, más peligrosas y de trayectoria menos fija, lo que apuntaría a una falta de la diligencia debida. El coche en fuga realizó un cambio de sentido y siguió la marcha. Dos de los agentes abrieron fuego contra el coche de atrás adelante. Los policías alegaron en un primer momento que el 'Vectra' había intentado atropellarles y que por eso habían apretado el gatillo.
Personalmente me parece vergonzoso, si llegan a atropellar a los policías y matar, multa irrisoria y encima insolventes
Decir que era gente conocida por la policía y tenían numerosos antecedentes.
Si la policía no puede actuar luego que no nos extrañamos que se dediquen a no hacer nada.
Delincuentes indemnizados, el mundo al revés