Os voy a contar una anécdota que me genera cierta impotencia y rabia, y seguro que a alguno de vosotros también.
Pues resulta que le tengo cierto aprecio a un bicho que hay por mis tierras, allí por Almería. Es este caracol en cuestión, el Iberus Gualtieranus morfo. Gualtieranus:
Ha sido una pequeña odisea de información, inquietudes, preguntas y respuestas poco satisfactorias.
Este caracol es una variedad muy rara y prácticamente extinta del "caracol serrano" (aka Iberus Gualtieranus Alonensis), debido a tres factores fundamentales:
- La destrucción de su hábitat natural. Han hecho urbanizaciones y autovías en sus zonas originales.
- La sequía tan tremenda que ha habido los últimos años en esas regiones.
- El furtivismo, ya que dicho caracol es (era) muy apreciado por su valor gastronónico.
Con eso, me propuse investigar a ver qué podía hacer para ayudar a la especie a prosperar y salir de la vorágine que lo condena a su extinción. Así que decidí informarme. La especie en concreto está en el LAERSPE, por lo que su cría en cautividad está prohibida (conllevaría recoger parentales del medio y sería furtivismo también). En teoría, la especie está "protegida", pero en la práctica, lo único que hace es limitar su conservación al medio natural, prohibiendo su cría ex-situ.
En mis aventuras me he encontrado con gente que ha reproducido ejemplares en cautividad, pero las historias que me han comentado son francamente desalentadoras. Un vecino preocupado logró hacer varias puestas del caracol en cautividad, y cito su experiencia:
Hola, agradezco tus palabras. Dejé el tema, pues me decepciono mucho la Agencia de Medio Ambiente. Les di cientos de ejemplares , crearon un grupo de trabajo con un biólogo y algún ayudante y se les murieron todos los ejemplares por falta de presupuesto... "Presupuesto" para ellos digo yo, porque los caracoles con un par de lechugas y un kg de harina tienen para un año. Y no me llegaron a entregar ni un solo informe de un folio, me remitieron un libro fotocopiado de mas de 100 años donde hablan de todos los iberus y se quedaron tan anchos. Así que cogí todas mis crías y las devolví a su espacio.
Negándome a creer tal falta de profesionalidad, investigué más y llegué a esta empresa:
La empresa, vinculada al departamento de zoología de la U. de Sevilla obtuvo permiso de la Junta de Andalucía para investigar sobre la cría ex-situ de esta especie. Esto es muy interesante, ya que permitiría conservar la especie aunque sólo fuera en granjas, y eliminaría parte del furtivismo al poder conseguir caracoles de mayor calidad en el mercado de forma mucho más accesible.
Así que ni corto ni perezoso, pensando que la cosa sería más sencilla, contacté con ambas partes, con la Junta y con la empresa, para ver si era posible comenzar una pqueña producción, o simplemente para informarme de las posibilidades. Esto fué más desalentador aún. Por un lado, la Junta me instaba a hacer un escrito formal para enviar al departamento de medio ambiente, y por otro, la empresa me daba muy malas noticias sobre la despreocupación de la Junta con esta especie.
Al parecer, la Junta ya tiene informes en la mesa sobre el estado de conservación, lo que supondría permitir la cría ex-situ para su preservación, y directamente pasan de la especie. Parece ser que la "única forma" de hacerles entrar en razón es que empezaran a recibir escritos, o directamente que apareciera algún artículo en un diario de tirada importante... Vamos, populismo puro y duro. La especie se extingue, sabéis qué podéis hacer para evitarlo, y pasáis si el tema no está caliente.
Por mi parte ya estoy empezando a redactar el escrito formal a la dirección general del medio natural de Sevilla, pero me ponen de muy mala hostia estas cosas. Abro el hilo por quejarme un poco y por informaros de mis inquietudes y los entuertos que me entretengo en deshacer.