Cualquier cosa relacionada con el Estado o cualquier organismo público en España será un fracaso porque la gente no considera nada como suyo. Como las vendas no son mías, da igual si malgasto. Como este banco no es mio, le hago cuatro rayajos. Las colillas y los papeles al suelo, la calle no es mía y ya hay gente que se dedica a limpiarla.
Mientras no haya conciencia de que lo público SÍ es nuestro, seguiremos malgastando y pasando de todas las cosas, incluso cuando se trate de algo tan importante, básico y esencial como la sanidad.