#22 Muchas gracias, he sacado bastantes cosas interesantes del texto, un día de estos seguramente me anime y ponga algo de los Sumerios que es una civilización que me interesa bastante xD
#32 Muchas gracias, me alegro de que te gusten mis textos. Y cualquier aportación que hagas al hilo será bienvenida, seguro que resulta muy instructiva.
#22 me lo he leído entero y he encontrado
.
Recuerda que tienes que nominar.
Vamos al lío (mejunto temas en lengua tutsi):
Como no tengo hábitos de estudio, pues como que no voy a citarte de manera específica.
Si no he entendido mal, la historia demuestra que las sociedades que atienden a morales de grupo, triunfan ante aquellas que anteponen el individualismo como objetivo. Si se diviera un grupo social en una balanza, enfrentando el pensamiento grupal y el individual, el equilibrio lo supondría la masa que alterna entre uno y otro, dependiendo del clima social y la experiencia latente.
En Etiopía hablabas de como una sociedad inferior llegó a dominar a otra con ideales de derechos universalistas. Otras minorías como los Tutsis o los chiítas consiguen mantenerse en el poder; no son inferiores, pero sí una minoría.
Ahora tenemos el problema del terrorismo islámico. En su territorio, los sunís, son una mayoría que usan la fuerza bruta para conseguir sus objetivos. Fuera de sus fronteras, buscan realizar el mayor daño posible, sin exponerse a un conflicto directo, pero buscando dañar emocionalmente en sus enemigos y ofrecen sanar las heridas emocionales de futuribles aliados.
El pensamiento de grupo suele nacer de individuos que buscan y necesitan ser oídos por el resto. El individualismo tendería a escuchar el mundo que les rodea y a ofrecerse uno mismo para el cambio.
El individialismo, necesitaría de una meditación, de una inteligencia intrapersonal que permita a uno verse como un activo independiente de los hechos que le rodean... autonomía y autocrítica.
El colectivismo, digo yo que se alimenta de la capacidad de verse reflejado en otros, de una inteligencia interpersonal que reconoce factores comunes, partiendo de la propia necesidad. La autonomía sería descartada por la carencia de autocrítica debido al carácter extrovertido y a la dependencia de un reflejo social que supla el desarrollo de un diálogo interno.
Creo que todo grupo social mantiene un equilibrio entre ambas posturas, al igual que existe la dualidad coservador-progresista, altruista-egoísta etc.
La empatía es la cualidad de saber que piensan los demás. En este contexto encajaría como un metodo opuesto a la fuerza bruta; la dominación del débil sobre el fuerte a través de la manipulación, logrando ocultar las verdaderas intenciones, deslegitimando cualquier respuesta que exceda el medio por el cual se manipula.
Los individuos extrovertidos tienen facilidad para verse como parte de la sociedad cuando esta es mayoritaria y los referentes como elrubius abundan. Las minorías sin embargo parecen ver pocas salidas; aunque es jodido meter aquí a los gitanos, tienen claros roles de aceptación entre nosotros y valoran más a sus artistas que a sus profesores e ingenieros.
editando
Sigamos:
La frustración que sentirían algunos individuos colectivistas en minorías, al no poder verse reflejado en los modelos de su sociedad, podrían llevarles a cambiar el planteamiento de su propio éxito hacia la envidia por el éxito ajeno... hay envidia en muchas partes, pero del dicho al hecho, hay un trecho. La busqueda del éxito empieza a vislumbrarse con una visión utilitarista, donde se analizan los posibles en juego: se abandonaría la aportación creativa de riqueza y se plantearía una actuación donde el reside en plantear u a desigualdad, sea como fuere, como una situación injusta.
A traves de esta idea, se forjaría la manipulación que atendería a resaltar la desigualdad de unos y otros, alimentándose de las desgracias y frustraciones de cada uno para aumentar la fuerza de su propia voz. Es fácil señalar un estamento y ver sus defectos, y los de aquel que llegó para subsanarlos y el siguiente etc.
La busqueda del poder se podría agurmentar entonces como una lucha interna, una debilidad y frustración, en la que se crea una falsa sensación de unidad para fortalecer la consecución de un objetivo; el pueblo ama a los dictadores, pero ellos solo se aman a sí mismos por liberar a su pueblo.
Entonces: ¿Cómo promover la igualdad en un mundo globalizado?
Si las sociedades que has comentado como altruistas en otras ocasiones, ceden su lugar los padres a los hijos aún pudiendo mantener ellos mismos su riqueza: ¿Cómo se va a dar esa siuación si el amor solo se da de hijos (pueblo) a padres (líderes)?
Desde luego que el texto necesita una mano de obra y en algún momento he perdido el objetivo, pero es lo que hay xD.
En las familias tradicionales de Catalunya, el hijo varón mayor se casaba en casa y heredaba la mayor parte de la hacienda, mientras que sus hermanos permanecían solteros ayudando en la economía doméstica, ayudando a sus sobrinos, etc.
Pensé que era muy bello un sistema familiar que exige un sacrificio a todos sus miembros. A los padres, porque al ceder la hacienda al hijo mayor deben dejar de procrear y comenzar a retirarse de la dirección de la hacienda a una edad relativamente temprana; al hijo mayor, porque debe retrasar su edad de matrimonio, renunciar a su libertad, condenarse a estar bajo la autoridad y prestar sus servicios a los padres hasta el fallecimiento de estos, y casarse con quien sus padres desean y no con quien aman; y al resto de hermanos, porque deben renunciar a contraer matrimonio y formar una familia. Las familias tradicionales catalanas se me antojan como estas colonias de pulgones, ácaros o gambas eusociales, por ejemplo, donde existe una cohabitación entre generaciones, filopatria y altruismo reproductivo.^^
En la mayoría de las culturas del mundo las familias no eran como las catalanas. Los hijos se iban casando e iban abandonando el domicilio paterno con lo que los padres le daban para disipar la paranoia del padre de que le estaban quitando la comida y las mujeres de la horda. Se quedaba en casa el último hijo, quien llegaba a la madurez sexual cuando el padre ya estaba completamente pitopáusico, y heredaba lo que los padres hubieran conservado para sí hasta su deceso.
La familia de elrubius nos proporciona un buen ejemplo de un tipo de familia opuesta a la catalana. Lejos de vivir toda su vida con su primer hijo, el padre de elrubius lo abandonó un buen día para vivir la vida loca. Dijo que iba a por tabaco y no volvió. Desde entonces elrubius lo llama "el padre que fue a por tabaco". No fue capaz de sacrificarse por sus familiares porque no los amaba.
#37 Patrilineales, patrivirilocales, endógamos e igualitarios, como la mayoría de los árabes, aunque siendo yemeníes serán un poco menos igualitarios. Pero se trata de un grupo político-religioso, no de un pueblo.
Todos los pueblos árabes están caracterizados por la patrilinealidad, la patrivirilocalidad, la endogamia y la igualdad. No obstante, un grupo de pueblos tiene una estructura familiar comunitaria y otro grupo nuclear con cohabitación temporal. En este último caso se da la ultimogenitura residual típica de estas formas familiares, lo que atenúa un tanto esta igualdad. En Yemen la forma familiar es comunitaria, con la peculiaridad de que la igualdad está un poco atenuada en sentido inverso (el hijo mayor recibe algo más).
#38 Pues me dejas sorprendido, yo pensaba que los huties además de un grupo político y religioso también eran un conjunto de tribus y un pueblo. La verdad es que la antropología no es mi campo
¿Porque dices que los yemenies serian menos igualitarios? debería ser al revés por lo menos por herencia histórica.
#39 Desconozco el origen de esta costumbre en Yemen, pero en Cabilia, Yemen y FATA, la familia es de tipo comunitario pero el hijo mayor recibe la casa en adición a su parte del resto de bienes (la tierra, el ganado, el dinero, etc.)
Todd explica que en la mayor parte de las áreas donde hoy predomina la familia comunitaria predominó en el pasado remoto la familia troncal, de modo que en el Yemen, situado en una posición muy periférica, habrían quedado trazas de la misma en virtud del principio de conservación periférica.
Según las características expuestas en ese cuadro, distintos grupos humanos tendrían distintos niveles de sociabilidad:
Subsociales:
Ninguno. Todos los grupos humanos son sociales.
Solitarios pero sociales:
Borana Oromo:
Inversión parental: "Sí". Facilitan la supervivencia de todos los hijos.
Miembros de una generación adulta y sus hijos cohabitan: "A veces". Abandonan a todos los hijos que tienen antes de los cuarenta años para que sean adoptados por otras familias, de modo que solo a veces muestran cohabitación entre una generación adulta y sus hijos jóvenes.
Crianza cooperativa de los niños: "No". La familia es siempre nuclear y no cuidan de los niños otros parientes que no sean sus padres (tíos, abuelos, etc.)
División reproductiva del trabajo: "No". El matrimonio y la procreación son casi universales.
Sistema de castas: "No".
Solapamiento de generaciones: "No" (la familia es siempre nuclear).
Comunales:
Argentinos.
Inversión parental: "Sí". Los padres suelen facilitar la supervivencia de todos sus hijos.
Miembros de una generación adulta y sus hijos cohabitan: "Sí". Los padres suelen cuidar de todos sus hijos hasta que estos son adultos.
Crianza cooperativa de los niños: "No". La familia es de tipo nuclear, por lo que otros parientes además de los padres (abuelos, tíos, etc.) tienen una importancia escasa en la crianza de los hijos.
División reproductiva del trabajo: "No". El matrimonio es casi universal en Argentina.
Sistema de castas: "No". En Argentina nunca existió un sistema de castas.
Solapamiento de generaciones: "No". Como ya se ha dicho, la familia es de tipo nuclear en Argentina, los hijos abandonan el techo paterno tras alcanzar la edad adulta y casarse.
Cuasisociales:
Todos los pueblos de cazadores-recolectores.
Inversión parental: "Sí." Los padres solían facilitar la supervivencia de todos sus hijos.
Crianza cooperativa de los hijos: "Sí". Un hijo o hija suele traer a su casa a su cónyuge y los padres del marido o la esposa en cuestión cooperan en el embarazo de la esposa y el nacimiento del primer hijo o hija, así como sus primeros años de vida. Posteriormente la pareja joven se independiza.
División reproductiva del trabajo: "No". El matrimonio es casi universal en todos los pueblos de cazadores-recolectores.
Sistema de castas: "No". No existen sistemas de castas en los pueblos de cazadores-recolectores.
Solapamiento de generaciones: "No". La familia es siempre de tipo nuclear entre los cazadores-recolectores, dos generaciones adultas solo cohabitan temporalmente, como he explicado anteriormente. Si bien un hijo o hija, normalmente el/la último/a, vive con sus padres hasta que estos fallecen.
Semisociales:
Rumanía.
Inversión parental: "Sí." Los padres rumanos solían facilitar el nacimiento de todos sus hijos.
Crianza cooperativa de los hijos: "Sí". La familia era de tipo nuclear con cohabitación temporal, como entre los pueblos de cazadores-recolectores.
División reproductiva del trabajo: "Sí". Entre los rumanos la costumbre de la ultimogenitura masculina hacía que los hermanos mayores pospusieran su matrimonio (véase este estudio), por lo que adoptando una postura flexible acaso pueda hablarse de división reproductiva del trabajo (en ninguna sociedad humana se alcanzan los niveles de celibato propios de especies semisociales o eusociales).
Sistema de castas: "No". En Rumanía nunca hubo un sistema de castas.
Solapamiento de generaciones: "No". Entre los rumanos la familia ha sido tradicionalmente de tipo nuclear con cohabitación temporal, ergo dos generaciones adultas solo cohabitan temporalmente, excepción hecha del último hijo varón, quien sí reside con sus padres hasta que estos fallecen.
Eusociales:
Ruandeses.
Inversión parental: "Sí". Los padres solían facilitar la supervivencia de todos sus hijos.
Crianza cooperativa de los hijos: "Sí". Vivían varias generaciones dentro de un cercado, lo que facilitaba la implicación en la crianza de los hijos de otros parientes que no fueran sus padres.
División reproductiva del trabajo: "Sí". Entre los ruandeses la costumbre de los matrimonios arreglados aumentaba la aptitud inclusiva (beneficios indirectos) de los padres por encima de aquella de los hijos (beneficios directos), y la costumbre de que cohabitaran varias generaciones dentro de un cercado implicaba una edad de matrimonio baja de los hijos que disminuía los beneficios directos de la aptitud inclusiva de los padres y aumentaba los beneficios indirectos. Así mismo, la costumbre de otorgar al primer hijo varón autoridad sobre el grupo doméstico tras la muerte del padre, así como una parte más grande de la propiedad, disminuía los beneficios directos de la aptitud inclusiva de sus hermanos. Adoptando una visión flexible del concepto "división reproductiva del trabajo", acaso pudiera hablarse de la existencia de este fenómeno entre los ruandeses, pese a ser el matrimonio y la reproducción casi universales en Ruanda.
Sistema de castas: "Sí". La Ruanda tradicional era una sociedad dividida en tres castas: tutsis, hutus y twa.
Solapamiento de generaciones: "Sí". En la Ruanda tradicional convivían varias generaciones adultas dentro de un cercado, como ya se ha afirmado.
Bueno, parece claro que el ser humano es una especie eminentemente social, pudiendo la mayoría de los seres humanos clasificarse como "comunales" o "cuasisociales", y habiendo un grupo de pueblos africanos que pudieren considerarse con plena sustancia como solitarios de suyo pero sociales.
No obstante, es dudoso que algunos grupos humanos sean "semisociales" o "eusociales". A partir de aquí es necesario adoptar una visión más flexible de los conceptos "división reproductiva del trabajo" y "sistema de castas". Ha habido grupos humanos con sistemas familiares altamente cooperativos, a la manera de las suricatas, las mangostas enanas o hasta un diez por ciento de las especies de aves, pero ninguno con un sistema de castas vinculado a una división reproductiva del trabajo; es decir, ninguno donde una parte del grupo nazca para ser funcionalmente estéril y la otra parte nazca para ser funcionalmente reproductiva. Esto es lo que la biología denomina "castas" en las especies semisociales y eusociales, y por tanto las "castas" humanas tampoco son esto; en el ser humano las "castas" son grupos sociales con una dimensión biológica y una función ocupacional que existen en sociedades altamente estratifificadas y que nacen como resultado, normalmente, de procesos de selección artificial de caracteres humanos por medio de costumbres como el matrimonio endógamo y otras. Tal es el caso de los Estados Hima, la India dravídica o las Islas Kei, entre otras culturas. No obstante, es llamativo que en estas mismas culturas predominen sistemas familiares donde se dan fenómenos reminiscentes de la división reproductiva del trabajo típica de especies animales con castas, así como en algunos casos solapamiento de generaciones adultas. Por tanto, hay algunas sociedades animales que se acercan al nivel de la eusocialidad o la cuasisocialidad, si bien no puede decirse que ninguna se corresponda plenamente con especies animales en uno de estos estadios.
RUANDA:
Historia:
Los habitantes más antiguos de Ruanda son los pigmeos Twa. En torno al año 800 llegaron a la región agricultores bantúes, antepasados de los hutus. En el siglo XIII se establecieron en Ruanda grupos de pastores nilo-saharianos, antepasados de los tutsis. Hacia el siglo XV existían en Ruanda varios reinos, uno formado por Bakiga (hutus del norte) y gobernado por linajes Renge del clan Singa, y varios reinos tutsi como Bugesera, Mubari, Gisaka y Ruanda. Sería este último reino el que prevalecería unificando a todos los reinos tutsi anteriores. Entonces comenzaría un proceso de expansión que le llevaría en primer lugar a absorber en el siglo XVIII el reino de Nduga, situado en la parte central-meridional, tras derrotar al rey Mashira y matarlo junto a todos sus descendientes para cortarles sus genitales y colocarlos en los tambores reales o kalinga; y en segundo lugar, a una expansión a costa de los reinos Bakiga del norte y el oeste que llevaría las fronteras del reino de Ruanda hasta orillas del lago Kivu.
Esta última fase de expansión acaece bajo el reinado de Rwabugiri I, perteneciente al clan reinante de los Nyiginya, y coincide con un aumento de la centralización política y un incremento de la estratificación social. Es hacia el final del reinado de este rey, en 1894, cuando Alemania se anexiona Ruanda y comienza la convulsa historia moderna de este país.
En un principio los alemanes mantienen intacto todo el entramado político y social de Ruanda. Sin embargo, con los exploradores alemanes también vinieron los Padres Blancos, misioneros franceses encargados de evangelizar Ruanda. Estos misioneros pronto se ponen del lado de los hutus y se enfrentan a los tutsis. Cuando Bélgica arrebata a Alemania el control de Ruanda en 1916 siguió apoyándose en la casta tutsi para gobernar, pero también inició una serie de reformas inspiradas en las ideas de estos misioneros, aboliendo las instituciones tradicionales de Ruanda como el ubuhake o el uburetwa a través de las cuales los tutsis dominaban a los hutus. Esto provocó que hacia 1955 ya apenas hubiera diferencias socioeconómicas entre hutus y tutsis. Paralelamente inventaron una serie de genealogías que emparentaban a los tutsis con ciertos pueblos cusitas y nilo-saharianos caracterizados por la heterofilia, el egoísmo reproductivo y la promiscuidad sexual, lo que resultaría dañino para las relaciones entre hutus y tutsis.
Finalmente durante la década de 1950 los belgas deciden favorecer a los hutus sobre los tutsis, transfiriéndoles el control de Ruanda. Consiguieron que los hutus se rebelaran ganándose el apoyo de los hutus del sur y el este, quienes solían mantener relaciones clientelares con los tutsis y se beneficiaban de un trato mejor que el recibido por los Twa y los hutus del norte y el oeste. La propaganda de medios como la RTLM y Kangura todavía repetía durante el genocidio de 1994 los motivos propagandísticos de aquellos años para atraerse el apoyo de los hutus del sur y el este.
Tomado el control de Ruanda por parte de los hutus del sur-este liderados por Kayibanda y organizados en el PARMEHUTU, cientos de miles de tutsis optaron por el exilio ante la persecución que sufrían. En 1973 los tutsis gobernantes de Burundi realizaron una serie de matanzas masivas de rebeldes hutus, lo que generó en Ruanda el deseo de exterminar a los tutsis. Esto hizo que ese mismo año los hutus del norte liderados por el general Juvénal Habyarimana dieran un golpe de Estado para impedirlo y se hicieran con el control de Ruanda. Habyarimana trató de mejorar la situación de los tutsis, pero denegó el retorno de los exiliados tutsis arguyendo que Ruanda estaba superpoblada.
Durante la década de 1980 los tutsis en el exilio ayudaron a Yoweri Museveni a derrotar a Milton Obote y hacerse con el control de Uganda. Se preparó entonces el RPF para invadir Ruanda, mientras que Habyarimana buscó el apoyo de Francia. El país galo decidió apoyar al gobierno hutu en el conflicto que se avecinaba, al tiempo que los países de habla inglesa (Canadá, Estados Unidos y Reino Unido) optaban por apoyar al RPF. En 1990 comenzó la guerra civil, que se detuvo brevemente tras los acuerdos de Arusha de 1994, para reanudarse con el asesinato de Habyarimana y concluir con la victoria del RPF ese mismo año tras una campaña de cuatro meses gracias a que los hutus del sur y el este, marginados del poder político desde 1973, decidieron desertar, rendirse o huir. El RPF ponía así también fin a un genocidio que se había cobrado las vidas de cientos de miles de tutsis, como también de hutus juzgados aliados potenciales o actuales del RPF. Dos millones de hutus se exiliaron en el Congo y esto otorgó al RPF la excusa para invadir el Congo junto con Uganda y rebeldes congoleños bajo el pretexto de acabar con refugiados genocidas. Cinco millones y medio de personas murieron durante las guerras del Congo entre 1996 y 2002.
Actualmente Ruanda es una dictadura dirigida por el RPF y su presidente, Paul Kagame, pero el país vive desde 2000 un fuerte crecimiento económico.
Organización sociopolítica:
La antigua sociedad ruandesa estaba estructurada de un modo totalmente vertical. En la cima se hallaba el rey, mwami, junto con la reina madre (umugabekasi), siendo ambos llamados abamis, reyes. Les seguían en importancia el Consejero Favorito, el Consejo de Grandes Jefes (batware ba intebe) y el Consejo de Guardianes de la Tradición o Mwiru. Por debajo del Consejo de Grandes Jefes se hallaban el Jefe de Ejércitos, el Jefe de Tierras (umunyamukenke) y el Jefe de Ganados (umunyabutaka). En cada distrito (ubukebe) había un Jefe de Ganados y un Jefe de Tierras, que mandaban a su vez sobre los Jefes de Colinas, siendo las Colinas (umusozi) la siguiente unidad administrativa en importancia. Y finalmente se hallaban los vecindarios, unidad administrativa más pequeña, al frente de cada cual se hallaba un jefe de vecindario (umukoresha). El noventa y cinco por ciento de los que desempeñaban cargos administrativos eran tutsis.
Toda la población ruandesa se hallaba en tres tipos de relación: ubukonde, ubuhake y uburetwa. En la relación de ubukonde, un hutu prestaba sus servicios a otro hutu propietario de tierras a cambio de una parte del usufructo de dichas tierras. En la relación de ubuhake, un tutsi o un hutu prestaba sus servicios a un tutsi a cambio del uso de algunas cabezas de ganado y de su cesión al cabo de un tiempo. En la relación de un uburetwa, en la que estaba incluido todo hutu que no estuviera bajo una relación de ubuhake con un tutsi, el hutu en cuestión estaba obligado a realizar trabajos no remunerados para su jefe tutsi. Todo tutsi se hallaba en una relación de ubuhake con otro tutsi, en una jerarquía que descendía desde el rey hasta el tutsi más pobre; en cambio, solo algunos hutus se hallaban en una relación de ubuhake con un tutsi, el resto se hallaban en una relación de uburetwa y debían desempeñar trabajos forzados no remunerados para sus jefes tutsi, como ya he explicado. Así mismo los hutus debían pagar un impuesto sobre la tierra.
Sistema de parentesco:
En cuanto al sistema de parentesco ruandés, era patrilineal y la unidad de parentesco más amplia era el ubwoko, el clan, al que pertenecían múltiples linajes con un ancestro común; al ser muy amplia, no tenía mucha importancia en la práctica. Entre los hutus del norte también existía el subclan o shaanga. La siguiente unidad de parentesco era el umulyango o linaje, formado por aquellas personas vivas de un inzu, incluyendo aquellas que se hubieran separado para formar un nuevo inzu. Al frente de cada linaje solía haber un jefe de linaje, umutware wa umulyango, que solía ser el hijo mayor del anterior jefe de linaje. La siguiente unidad de parentesco era el inzu, formada por todos aquellos individuos con lazos de parentesco comprendiendo varias generaciones, normalmente cinco o seis; al cabo de varias generaciones, dependiendo de varios factores (como máximo seis, a veces solo dos o tres), se formaban nuevos inzu. Al frente de cada inzu solía haber un jefe de inzu, umutware wa inzu, que solía ser el hijo mayor del anterior jefe del inzu. La unidad de parentesco más pequeña era el rugo, conformada por los padres e hijos. Al frente de cada rugo solía haber un jefe, umutware wa rugo se, que solía ser el hijo mayor de la primera esposa del padre, llamado uwamboneye izuba, "el primero que ha visto el sol". Incluso si el hijo mayor no era el sucesor del padre, sus hermanos lo trataban con especial consideración.
Los padres y los hijos casados junto con sus respectivas familias vivían en un cercado en el que había numerosas viviendas, llamado también rugo. Todos los hijos varones se independizaban y los hombres ancianos vivían por sí mismos, con ayuda de un nieto. La esposa o esposas del padre, cuando enviudaban, pasaban a depender del sucesor del padre como jefe de rugo; como este solía ser el hijo mayor de la primera esposa, la primera esposa era tratada con especial consideración por el resto. La poligamia era rara en Ruanda, siendo la monogamia mucho más común. Cada hijo varón recibía una parte igual del patrimonio familiar en el momento de casarse, pero el hijo que se convertía en jefe del rugo recibía una porción adicional debido a sus responsabilidades económicas, llamada ingarigari. Esto se denominaba gukubita itoko, que significaba literalmente "acariciar un muslo" y que significaba conceder un favor. Las relaciones entre hermanos debían ser idealmente buenas, pero en la práctica eran malas debido a las desigualdades en la herencia; todos los hijos competían por el favor del padre.
Los ruandeses eran en su mayoría monógamos. La edad a la que solían casarse los varones tutsis era media, en torno a los veinticinco años, y la de los hutus era baja, en torno a los diecisiete. Entre los tutsis era muy común la homosexualidad, pero el matrimonio era obligatorio salvo circunstancias muy específicas (impotencia, invalidez, etc.), y se esperaba que las actividades homosexuales cesaran tras el casamiento. En caso de que un padre ruandés no tuvieran ningún hijo varón la sucesión recaía en un hermano y así sucesivamente hasta agotar toda la línea de parientes patrilineales; la sucesión estaba vedada a las mujeres (patrilocalidad de nivel 2 -cercana al 100%-).
Religión:
Maquet afirma que en la Ruanda tradicional se creía que los tutsis provenían del mundo celeste, habiendo sido expulsados de allí debido a una falta de su madre; cuando descendieron a la Tierra, se encontraron a los hutus, inferiores a ellos por pertenecer al ámbito terrenal. En cuanto a los Twa, tutsis y hutus se reían diciendo que eran más semejantes a los monos que a los seres humanos, siendo inferiores incluso a los hutus. Se creía en la existencia de tres mundos: el celestial, donde residía Imana, el Dios Único; el terrestre, que era el nuestro; y el infraterrenal, donde residían los espíritus de los fallecidos.
Caracteres de las tres razas:
Los tutsis eran altos, delgados y bien proporcionados, con la cara ovalada, el mentón pequeño, las sienes estrechas, el cráneo dolicocéfalo y los dedos largos y finos. Eran serios, elegantes, valientes, austeros e inteligentes, gustaban de artes como la retórica o la poesía, y eran aficionados a sostener largas, sabias y sutiles conversaciones mientras bebían cerveza de plátano o hidromiel. Los tutsis se alimentaban únicamente con una dieta líquida, ya que consideraban que comer más allá de lo necesario para la subsistencia no estaba bien, y en la mayoría de los cuentos ruandeses la gula es algo común de los hutus y aún más de los Twa. Una de las habilidades que debían aprender los tutsis era la continencia y el dominio de uno mismo. Cuando los tutsis asistían a escuelas (llamadas intore), sus compañeros les hacían objeto de burlas y bromas; si el tutsi en cuestión respondía iracundo, sus compañeros se burlaban de él más aún; no era hasta que lograba contenerse y no responder a tales ataques que sus compañeros cesaban. Esta era una de las técnicas para aprender a conducirse con calma, continencia y prudencia en la vida en lugar de dejarse llevar por los impulsos.
Además los tutsis debían aprender habilidades como la conversación (kuganira), la perserverancia (kwihangana), la gentileza y cortesía (ikinyabupfura), el dominio de uno mismo (kwitonda), la danza, el canto, la poesía (ibyivugo), la generosidad hacia los necesitados, etc. En estas academias también recibían instrucción militar y deportiva: se les enseñaba a lanzar jabalinas, saltar, correr, cabalgar, luchar, etc. Lo cual ya no es tan laudable.
Los hutus eran de estatura media, fuertes, con la nariz chata, el cráneo prominente, los labios gruesos, la piel muy oscura, etc. Eran los típicos negros bantúes del África tropical. Los estereotipos ruandeses los describen como leales y bondadosos, pero cobardes y tontos.
Los Twa eran de estatura baja y rechonchos. Eran concupiscentes, pudiendo pensar solo en el sexo, la comida, y demás placeres puramente corporales. Desempeñaban profesiones despreciadas por el resto de la población y ocupaban el lugar más bajo en la escala social; tanto hutus como tutsis tenían prohibido casarse con ellos.
Origen del sistema de castas:
La hipótesis de una invasión de grupos pastorales es insuficiente para explicar la existencia y perpetuación del sistema de castas ruandés, puesto que el ochenta por ciento de los genes de los tutsis son bantúes. Debido a esto se ha propuesto la teoría de que en la génesis de la casta tutsi habría intervenido un proceso de selección artificial de caracteres humanos dentro de la propia población bantú autóctona de Ruanda. Esta teoría ya la propuso Hans Meyer en una etnografía sobre Burundi de principios del siglo XX, pero quien mejor la ha expuesto ha sido Jean Claude Desmarais en un estudio titulado "Le Rwanda des anthropologues". La clase pastoral, dominante en Ruanda, habría cerrado el acceso a su clase social mediante la imposición de un ideal estético y psicológico (el de los tutsis, claro está). Para acceder a esta clase social, un cliente hutu podía adquirir una esposa tutsi y, al cabo de varias generaciones de matrimonios entre hombres hutu y mujeres tutsi (tres según Alexis Kagame), la progenie resultante era lo bastante parecida a los tutsis como para ser ascendida a esta casta. Esta selección de caracteres no se limitaba a la eugenesia, en la antigua Ruanda las madres solían manipular mediante el calor la anatomía de sus hijos varones para que aumentara su estatura, su nariz fuera más fina, su frente más alta, sus miembros más largos, etc.
En realidad las dos teorías, la de la invasión y la de la etnogénesis artificial, son perfectamente compatibles. Los estudios genéticos revelan que ambas son correctas: el ochenta por ciento del genoma tutsi es bantú, pero también hay un veinte por ciento de genes nilo-saharianos, prueba de que sí descienden remotamente de grupos nilo-saharianos que invadieron Ruanda.
Sistema de tenencia de tierras:
D' Hertefelt, quien estudió personalmente la sociedad y familia entre los Reera, amén de consultar otras fuentes al respecto, afirma que entre los hutus del norte, como los Reera, Ndorwa y en menor medida en Bugoyi, el linaje tenía una importancia mayor que en el sur y era común que familias del mismo linaje vivieran en la misma zona y dispusieran de bienes comunes (tierras de cultivo, de pasto, etc.). En estas regiones tenían gran importancia los cabezas de linaje, quienes con frecuencia eran propietarios de tierras que arrendaban a otros miembros del linaje. Estos tenían un derecho de usufructo sobre la tierra que cultivaban, debiendo entregarle una parte a su propietario y pudendo guardar la otra parte para sí. El arrendador se llamaba umukonde, el arrendatario abagererwa y este tipo de relación se llamaba ubukonde. Era común que este derecho de uso de la tierra lo heredasen los hijos varones del arrendatario, siendo el más beneficiado el hijo mayor. En Kigezi también era común todo esto. Ni el sistema clientelar ni la primogenitura fueron invenciones tutsis. A medida que los tutsis se expandieron hacia el noroeste, destruyeron el poder de los cabezas de linaje para entregar toda la tierra a los jefes tutsis, quienes a su vez la distribuían entre las familias hutus y les permitían un uso de la misma a cambio de una parte de lo producido y de trabajos no remunerados para el jefe. Se trata de la relación de uburetwa, quizá la más explotadora. Este tipo de régimen jurídico se llamaba isambu.
Aparte existían el igikingi, que era un derecho de un linaje de establecer un dominio común en tierras de pasto. Bajo el reinado de Rwabugiri se obligó a las familias hutus a pagar por esto un impuesto al jefe de ganados, que era un tutsi. También existían el inkungu, o derecho de las autoridades políticas de disponer de las tierras incultas, y el gukeba, el derecho de las mismas autoridades de asentar familias en tierras incultas.
Lérida/Gerona/Barcelona/Tarragona casi se podría decir que con comunidades autónomas porque no se comparte casi nada xD
Bueno Tarragona/Barcelona puede que sí son más similares, pero Lérida es como un mundo a parte con su propio lingüística incluso. Por tanto las tradiciones de uno u otro sitio no son las mismas.
#46 yo soy de cerca de barcelona, y la familia de mi abuelo paterno seguía esta tradición. Mi abuelo era el mayor y quiso romperla para casarse por amor, por lo que su hermano pequeño heredó la casa con la consecuente riña con los padres bla bla bla. Es curioso, y me gustaba cuando me contaba cosas de estas, que no eran muy a menudo
#47 En la mayoría de las culturas de familia extensa, donde los padres cohabitan con los hijos tras el matrimonio de éstos, los matrimonios son arreglados y no por amor. Ocurre tanto en culturas de familia extensa e igualdad hereditaria como China o Rusia como en culturas de familia extensa y desigualdad hereditaria como Cataluña o Navarra.
#46 En todas las provincias catalanas prevalecía esta forma de familia. Constituye una excepción la región de Tortosa, donde la familia era de tipo nuclear con cohabitación temporal patrilocal: todos los hijos se casaban y habitaban la casa paterna con su esposa hasta que les nacía el primer hijo, momento en que se independizaban gracias a la cesión de algunos bienes paternos. El hijo menor no se independizaba al casarse, sino que permanecía con sus padres y a la muerte de estos heredaba la casa en adición a su parte de los otros bienes, o la casa y una porción de tierra más grande.
En la Península Ibérica la residencia post-marital y la sucesión patrilineal era predominante en una amplia zona que comprende el norte de Portugal, Galicia, Asturias y Cantabria (si bien dentro de estas regiones había ciertas zonas patrilocales y de sucesión patrilineal; las costas, más pobladas, solían ser matrilineales y matrilocales y las áreas del interior, menos pobladas, patrilineales y patrilocales). Las áreas vascuences tanto de Francia como de España son bilocales y bilaterales, si bien había cierto sesgo patrilineal y patrilocal en el caso de España. En Andalucía y Murcia la residencia post-marital era neolocal y la sucesión igualitaria en la mayoría de los pueblos, pero en algunos la familia era de tipo nuclear con cohabitación temporal matrilocal: es decir, del mismo tipo que la familia tradicional de Tortosa pero con residencia post-marital y sucesión femenina en lugar de masculina. Y este sistema familiar de algunos pueblos andaluces y murcianos se tornaba mayoritario en Canarias, Madeira y las Azores.
Verdaderamente en el caso de la Península Ibérica tienes un sistema familiar claramente patrilineal y patrilocal únicamente en el caso de Cataluña, de una parte un poco difusa de Aragón que vendría a ser aproximadamente la mitad del territorio (lo puedes ver aquí: http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=3226) y en algunas zonas de la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares, donde no obstante ya la familia predominante es de tipo nuclear e igualitaria, con residencia post-marital neolocal y división del patrimonio a partes iguales entre todos los hijos e hijas.
Destaca como región fuertemente homogénea las dos Castillas, La Rioja, Madrid, y Extremadura, donde el sistema familiar es en todas partes nuclear e igualitario, mientras que destaca como una región tremendamente compleja el noroeste ibérico, donde comarcas de sucesión igualitaria se entreveran con otras de sucesión unipersonal, hay sistemas puramente troncales como el catalán y otros donde simplemente se "mejora" a un hijo o hija que cuida de los padres ancianos, hay sistemas como el "A Congra" donde un hijo o hija cuida de los padres pero el resto de sus hermanos le retribuyen su parte de los gastos y la sucesión es estrictamente igualitaria, etc.
En el caso de Cataluña el sistema familiar es muy homogéneo y de hecho desborda la región propiamente catalana para adentrarse en zonas de Aragón, Valencia y las Baleares. Lo que añade complejidad a la caracterización sociológica de Cataluña no es tanto una diversidad de costumbres sino la existencia de una zona, Barcelona y su cinturón industrial, que ha visto modificado gran parte de su carácter propiamente catalán debido a la intensa emigración desde áreas meridionales de la Península. Este área ha conocido una trayectoria política reciente bastante similar a la andaluza o la valenciana, con fuerte arraigo anarcosocialista entre finales del siglo XIX y principios del XX y fuerte adhesión al PSOE tras la llegada de la democracia, y actualmente es una zona que se opone a la independencia y constituye un caladero de votos de Ciudadanos.