Bueno, pues ¡Allé voy! con el post.
Estos últimos meses he estado en Inglaterra, y durante mis experiencias por el país de las pintas de cerveza, de las patatas con pescado y las mujeres con toneladas de maquillaje, he aprendido muchas cosas valiosas. Una de ellas, es que el té tiene mucho que enseñarnos sobre la vida.
Durante mi visita a Londres, una mujer sudamericana que llevaba mas años que el sol en Inglaterra (sol que no existe en el país, por cierto), me dijo que el té se servía tan caliente para obligar a los Ingleses a hablar entre ellos y socializar mientras se enfriaba la taza. Me hizo bastante gracia la broma, y mas tarde cuando estaba en mi hotel preparándome un té, me puse a pensar en mis experiencias con mujeres desde que me quedé soltero, en como había cambiado en estos últimos años y que me había hecho mejorar. Entonces, llegué a la conclusión de que, en todos los aspectos de mi vida, me había vuelto mucho mas paciente.
Con el paso de los días le seguí dando vueltas al tema del té, la paciencia y las mujeres. Todo encajó una tarde que estaba con una chica que me resultaba muy atractiva, pero tenía novio y estaba feliz con él. Aun a sabiendas que no iba a pasar, una tía tan inteligente y atractiva merecía la pena como amiga. Habíamos quedado en su residencia con mas gente, y al final de la noche nos quedamos a solas y tomamos una infusión (de camomila para ser exactos) mientras charlábamos de la vida, de como muchas veces conoces gente interesante en momentos inadecuados en los cuales no puedes hacer nada, o como nos precipitamos antes de tiempo y la cagamos arruinando posibilidades futuras.
Entonces todo hizo click! en la cabeza, y por fin encontré lo que buscaba en tantas tazas de té, y hablando con ella le dije algo parecido a lo siguiente.
¿Sabes? Tenemos mucho que aprender del té. Cuando tu pides una taza, te la sirven con el agua hirviendo, demasiado caliente incluso para probarlo. Tienes que esperar hasta que el calor del agua prepara el sabor de la infusión, mientras va enfriando poco a poco. Si bebes demasiado pronto, te quemarás la lengua y luego no podrás saborear bien el té. Por eso, hay que ser paciente. Pero también, como contrapartida, no debemos ser pasivos, pues si esperas demasiado, el té se quedará tibio y entonces habrá perdido su gracia. Así que el té, como la vida, consiste en ser capaz de esperar el tiempo suficiente hasta tener una ventana de oportunidad, y cuando aparece, lanzarte a por ella con todas tus ganas, porque si eres pasivo, la acabarás perdiendo.
Después de eso y durante un silencio muy extraño, de esos silencios que claman al cielo por un beso que los rellene, nos acabamos nuestras respectivas tazas y ella me respondió.
Tienes razón con la taza del té. Pero debes tener en mente, que por mucho seas paciente, y encuentres el momento perfecto para beberte tu infusión, siempre hay que considerar que dos personas puede tener una tolerancia a la temperatura muy diferente, como yo, que empecé a beber de la taza mucho antes que tu. Por lo tanto, no importa como de paciente seas, hay que asumir que hay cosas que no pasarán y hay que dejar ir.
Con ese touché que me demostró que no estaba equivocado en sentirme atraído por ella, nos despedimos con dos besos y me fui camino a casa.
Desde entonces le he dado muuuuuchas vueltas a todas esas veces que la he cagado con una mujer por haber sido impaciente, o por haberme pasado de rosca y haber esperado demasiado. Le di vueltas a todos mis conocimientos de seducción y buscaba puntos en común. La regla de los tres segundos, la regla de los tres días, las rutinas de escalada o los esquemas de la seducción científica, el trabajo en tu yo interior, el marco... Todos, con su gran variedad, con sus cosas tan diferentes, me llevaban al mismo punto. Para poder llevarlos a cabo correctamente, necesitas tiempo, y para no desesperar en el proceso, necesitas paciencia. Esperar al momento adecuado y no dejarlo pasar cuando llegue.
Así que ahí estaba, otra vez. La paciencia, un concepto que mi padre me explicó cuando era un renacuajo de 5 años e íbamos a pescar. Cuando me tenías que sentar en una roca del pantano durante horas, con tu caña echada al agua, mirando al infinito y esperando a que pasase algo mientras tanto. Pero de nuevo, si después de esperar durante todo ese tiempo no estabas atento para tirar de la caña cuando un pez mordía el anzuelo, se comería el cebo y perderías a tu presa. Tan importante como esperar a la oportunidad y no forzar, es el no dejarla ir.
Desde entonces, cuando siento el impulso de escribir a una mujer pese a saber que no es buena idea, me paro a pensar en el té. Y ese mismo impulso está en muchas mas cosas, en mi vida laboral, en mi vida de estudiante, en mis relaciones sociales... Pero siempre tengo en cuenta, que si me paso demasiado, seré pasivo.
Por eso mismo creo que para la seducción y la vida, de las habilidades mas importantes a conseguir es la capacidad de caminar en esa fina linea entre la paciencia y la pasividad, donde se encuentra el actuar en el momento oportuno.
#6644 Como puedes ver en el post, me refiero al comienzo y a todas las etapas, pero en general para la vida, no solo la seducción.
#6646 Como comento, (en mi opinión y no es para nada la verdad absoluta) me daba la sesnación de que tu ya estabas entrando en el ser pasivo mas que paciente. Quizás podrías haber sido mas claro y honesto con tus intenciones cuando empezaste a sospechar que te tiraba los trastos, porque puede que ahí ella hubiese sentido curiosidad por ti, y si hubieras atacado, habría acabado cayendo. Una vez ella te había encasillado como amigo, da igual lo paciente que fueses, sin hacer nada, jamás saldrías de esa categoría.
#6647 Lo mismo que tu has dicho es la esencia bruta de mi post. La paciencia es importante, pero no podemos dejar que se convierta en pasividad. Hay veces que ser paciente es esperar durante 1, otras durante 1 año. Todo tipo de situaciones.
Bueno, espero que os haya gustado lo escrito, por supuestísimo que está abierto a crítica y discusión, así que sentíos libres (: