Y pareces seguir defendiendo que lo natural es sinónimo de lo instintivo y primario, ¿me equivoco, te estoy tergiversando otra vez? Porque si es así estás cometiendo, de nuevo, el mismo error que te he criticado: reducir la naturaleza del ser humano a lo instintivo. La naturaleza del ser humano no se resume a funcionar por instintos. Utilizar otros animales mucho más básicos para explicar la naturaleza del ser humano supone dejar de lado toda clase de variables importantísimas en nuestro funcionamiento como especie para reducirnos a criaturas primarias.
Yo ahora te digo que la monogamia se puede definir como algo natural en el ser humano porque nuestros genitales son pequeños, lo cual se relaciona con la no necesidad de fecundar al máximo número de hembras posible, a la vez que nuestro dimorfismo sexual es residual, siendo que un mayor dimorfismo se relaciona con la necesidad de competir para ganarse el apareamiento. Un análisis global de nuestros rasgos físicos sexuales no nos pone ni en el grupo de los promiscuos (bonobos y chimpancés) ni en el de los polígamos (orangutanes y gorilas). Y oye, es posible que esto sea debido a que la mongamia se ha erigido como modelo sexual por influencia cultural y con el paso de las generaciones haya modificado los atributos físicos de la especie, ¿pero sabes qué? Esto no implicaría que no es algo natural en el ser humano actual, porque las influencias culturales y sociales son inherentes al ser humano como especie, por lo que también determinan su naturaleza. Porque la naturaleza humana no se limita, pero ni de broma, al instinto. O también puedo decirte que los sentimientos, otro rasgo propiamente humano, son una variable importante a la hora de determinar si somos o no infieles por naturaleza, o si somos monógamos, polígamos o promiscuos, sin reducirlo todo a la atracción sexual.
Y yo no estoy negando que el ser humano pueda actuar por instinto, repito.