Tengo 35 años y a lo largo de mi vida he sido testigo de 3 suicidios. 2 eran primos míos, cercanos. Uno me pilló muy joven, con 17 años. Me lo vendieron como un accidente pero a día de hoy, se que fue suicidio y de cierta manera, puedo entender qué pudo llevar a mi primo a hacer eso. El otro, me pilló con 24 años. Suicidio pasional en pleno brote psicótico. Trasfondo de drogas, problemas familiares. Puedes pensar que la persona que se suicida no es la misma que conociste, que no es del todo consciente de lo que implica su suicidio, ni siquiera es lo que realmente quería... que están huyendo.
El tercero, un amigo de mi box de crossfit. Curiosamente, es uno de los eventos que más me han marcado en la vida y he tenido que tratar en un psicólogo.
El problema del suicidio en si es la incógnita que puede llegar a crear y la dinámica de silencio que se crea a través de este. No voy a explayarme mucho pero a día de hoy aún escribo sobre el suicidio de Gustavo. Su muerte me empujó un poco a la mía, y me acercó a una oscuridad que yo ni siquiera sabía que existía dentro de mí. Durante mucho tiempo aquel evento me dolió como llevar una herida en carne viva, y más que por la muerte de Gustavo en sí, por las cosas que su suicidio manifestaron. La sensación de impotencia, el silencio y el duelo de la mirada distante en el horizonte. Saber que lo había meditado, que condujo horas para llegar al sitio y fríamente, hizo lo que se propuso hacer hacía tiempo. Hay un sinsentido ahí manifiesto para cualquier persona cuerda, un caos. Un caos que se contagia. Creo que desde entonces se ver una línea trazada en el suelo que antes no veía. Creo que desde entonces no hay día que no piense en la muerte, en mi muerte, en la muerte de todo. No en el dolor, o la ausencia: si no en dejar de existir. Creo que desde que Gustavo se mató he sufrido mucho por las emociones que su suicidio me provocaron. Creo que me permití pensar mucho en cosas en las que no nos gusta pensar. Creo que la incógnita que se genero alrededor suya y de la manera de la que abandonó este mundo nunca van a tener sentido, por que si lo piensas, no lo tiene. Quiero decir, objetivamente, no tiene por que tenerlo. Si lo aceptas bien, si no da igual: la vida va a seguir su curso y ahora quizás veas las líneas y las costuras. Eso no esta mal, a veces ver todo eso es precisamente lo que te hace consciente de lo breve y leve que es todo. Y quizá por eso lo valoras más todavía. No se si me explico.
Hay un hueco al que mi colega Gustavo decidió saltar. Creo que Gustavo no tenía lugares a los que agarrarse cuando lo hizo. Si lo piensas el final es el mismo, Gustavo solo aceleró el proceso y se paso por el forro todo lo bueno y lo malo que había de por medio.Yo a día de hoy me agarro a muchas cosas, y me siento afortunado por tenerlas. Gustavo me enseñó a verlas también. Su suicido me jodió la vida, pero en cierto modo, también me salvo.
Así que gracias ahí donde estés Gustavo, cabrón.
por cierto #1 , procesa todo lo que tengas que procesar y si aún necesitas ayuda para gestionar esto, escribe DM y hablamos.