#110 De cualquier manera, el mercado, es algo demasiado complejo. Si de algo pecan los keynesianos, es precisamente de simplificar en exceso todo. El mercado es tan complejo como el ser humano. Intentarlo regular implica usar un conocimiento que no tenemos, y que por su naturaleza, dudo que lleguemos a tener (al menos en lo que a mi me queda de vida, que espero sea bastante xD).
No digo que no haya variables que afecten otras variables de la manera en la que tu lo explicas. Digo que hay tantas variables, que creer que tienes toda la información del mundo, que sería necesaria para hacer políticas centralistas, es, cuanto menos, desproporcionado, e intentar reducir todo a un modelo tirando líneas rectas, temerario.
Por eso, hay que dejar de ver causalidad causalidad en la mera correlación. Ser sensatos, humildes, utilizar lo que entendemos seguro: "si cuestas más de lo que aportas, no te contratan". Y dejar que el mercado siga su curso, y corrija sus propios errores. Que lo hace.
Sobre la segunda parte. En un mercado no regulado, donde existe competitividad, si yo estoy cobrando 1200 euros, por debajo del valor marginal de mi aportación al proceso productivo, vendrá otro empresario, que me ofrecerá más dinero. Y poco a poco me iré acercando a mi aportación. Sobre lo del ahorro. Bueno. Creo que la visión que el keynesianismo tiene del flujo económico es una barbaridad. La inevitable conclusión que se saca de todo lo que tu explicas, y de la mayoría de la literatura keynesiana es que cuanto más cambie el dinero de manos, mejor para la economía. Esto no es así. Es el ahorro genuino, esos bienes de capital acumulados e invertidos de manera adecuada son los que generan estructura productiva a largo plazo. Si no mira que pasa cuando se genera demanda artificial. ¿Qué ha pasado con el Plan E? ¿Qué consistía en impulsar la demanda a base de abrir y cerrar zanjas? En hacer que el dinero cambiara de manos... Estrepitoso fracaso. Si a corto plazo le das dinero a unos cuantos trabajadores que corren a las tiendas a gastarlo. Pero, ¿Es el producto del trabajo de esos trabajadores, realmente demandado? Ahí es donde, en mi opinión, falla el keynesianismo. Suele salir bien cuando fortuitamente se demandan los bienes que se generan de esa manera, pero nada más que una coincidencia.