Los suizos han aprobado este domingo en referéndum una ley que prohíbe que las mujeres utilicen en cualquier lugar público el velo integral o el burka, elementos de la vestimenta tradicional islámica. La iniciativa presentada al pueblo fue denominada "Sí a la prohibición de esconder el rostro" y ha salido adelante con un 52 % de votos.
La iniciativa ha sido promovida por la derecha más conservadora en un plebiscito criticado por ONG como Amnistía Internacional, que consideran su posible aprobación como un acto de discriminación
La iniciativa ha sido impulsada por los diputados de la formación conservadora Unión Democrática de Centro (UDC), que quiere prohibir el uso del burka o el niqab, así como otras formas no religiosas de ocultar el rostro, y ha sido rechazada por el resto de partidos del espectro político del país.
Desde la UDC, por contra, se argumenta que esta prohibición contribuiría a impedir atentados terroristas y otras formas de violencia, y facilitaría la promoción de la igualdad de género liberando a las mujeres que están "controladas, oprimidas y cautivas", informa el portal de noticias Swiss Info y recoge Europa Press.
"En Suiza, nuestra tradición es que muestres tu rostro. Eso es un signo de nuestras libertades básicas", señaló antes de la votación el presidente del comité del referéndum y miembro del parlamento por el Partido Popular suizo, Walter Wobmann, en declaraciones obtenidas por Reuters. El político calificó el acto de cubrirse el rostro como "un símbolo de este Islam político extremo que se ha vuelto cada vez más prominente en Europa y que no tiene lugar en Suiza".
Por su parte, la directora de Amnistía Internacional suiza para los derechos de las mujeres, Cyrielle Huguenot, ha avisado de que "la prohibición propuesta del velo no puede considerarse en modo alguno una medida para la liberación de las mujeres". "Al contrario", ha apuntado, "es una política peligrosa que viola sus derechos, y tendría un efecto especialmente negativo en las mujeres musulmanas", según publica Europa Press.
"Su efecto es el contrario: propone sancionar a las mujeres por su elección de vestimenta y, al hacerlo, socava las libertades que Suiza afirma respetar y defender", ha explicado Huguenot sobre la posible prohibición, que "entraña el riesgo de estigmatizar a mujeres que pertenecen a un grupo ya de por sí marginado, consolidando los estereotipos sobre determinadas personas e incrementando la intolerancia."
La propuesta, que se presenta bajo el sistema suizo de democracia directa, no menciona directamente al Islam y también tiene como objetivo evitar que los manifestantes callejeros violentos usen máscaras, sin embargo, los políticos locales, los medios de comunicación y los activistas la han definido como la prohibición del burka.