Si la inmigración es ilegal no se puede saber cuánta gente llegó, esos números son una estimación y por tanto no pueden tomarse en serio.
La inmigración ilegal es un arma perfecta para todos:
-Unos te la venden como el mal absoluto, el caos en la tierra de Don Quijote y el Cid, un pus que destruye España. No mires a los aristócratas que se quedan las subvenciones de la UE por tierras que no cultivan ni a los políticos que perdonan millones de euros a familiares en deudas públicas.
-Otros te lo venden como un deber moral el tener que ayudarles, permitirles estar aquí y hacer todo lo posible para que tengan una buena vida porque pobrecitos, han sufrido mucho para llegar y vienen de sitios horribles, tenemos la obligación de ser moralmente superiores y cuidarlos. Si alguno es un cabra loca y la lía, no lo digas, porque si no eres facha; si alguno abusa de tu hospitalidad, cállate y apechuga, porque si no eres facha; y no me pidas que te solucione a ti tus problemas, que son muy complejos, cuando puedo sacarte artículos de como Ukunti que era un niño de la guerra en el Congo ahora trabaja en una frutería y está sacándose la ESO en el nocturno por cuatro duros.
-Otros aprovechan la necesidad de la gente para explotarlos al punto de casi semi-esclavitud, con amenazas y tratos denigrantes, para enriquecerse personalmente y mantener artificial e ilegalmente salarios bajos para los autóctonos mientras continúan enriqueciéndose por encima de lo legal.
-Otros los usan para desfogarse y tener un chivo expiatorio sobre el que echar toda la frustración y odio que sienten con sus vidas vacías y su falta de agallas para enfrentarse a los problemas y enemigos de verdad. Mejor atacar al eslabón más débil y vulnerable que al que tiene poder de verdad, aunque su poder sea simplemente tener dinero para corromper a alguien un poco más fuerte que tú pero que está en tu mismo bando y no lo sabe/no lo quiere aceptar.
-Y por último a otros les importa una mierda porque ya tienen bastante con mantener a flote su vida como para preocuparse de lo que hace una persona que vino de "fuera" y que no va a ver jamás, y si la ve, no va a interactuar con ella nunca.