Bueno, justo vengo de una cita Tinder con una rumana de 23 añitos que lleva 18 años ya en Austria.
Es la que comenté hace un tiempo que pensaba que era un bot y que me canceló una cita la semana pasada por ir a cenar con su hermana xDD
Al final ha resultado que es real. He ido en plan me la suda todo ya que no sé ni si es un troll o es quien dice ser, expectativas 0, y creo que se ha notado ya que me he metido bastante con lo que estudia y en general he metido mierda a los austríacos a porrillo (se siente bastante austríaca). También he de decir que esta vez he quedado en un bar así con musiquita (hoy latina xD) y luz tenue, nos hemos sentado en un sofá uno al lado del otro y eso ayuda muchísimo a la hora de tocar y escalar de forma mucho más fácil. Pero, sin querer sonar arrogante, lo he visto todo tan hecho que hasta ha dejado de tener ese no se qué, no sé cómo explicarlo, pero como que a partir cierto punto ha dejado de tener gracia el cortejo.
Soy una persona a la que le flipan los retos, y pensaba que eso sólo se aplicaba en temas de trabajos y/o estudios, pero veo que con las tías me pasa similar. Cuando vengo que las tengo hechas pierdo parte del interés, no sé si es normal. Aunque también he de decir que no es una tia espectacular físicamente tampoco, no me atrae especialmente, es un 6/10 como mucho.
Total que en la despedida se me ha tirado a los morros xD
Tiene un meneo y buenas peras, así que espero plantar la bandera en Rumanía más tarde o más temprano, aunque tengo la sensación de que si no la veo más me la suda mil. No sé cómo explicarlo. Algo similar me pasó con una con la que también me lié al final de la cita allá por junio, no la vi más, y me la pela.
Creo que si me tomase todas las citas como esta, me iría mejor con las que de verdad me gustan mucho.