El oficial de policía Ross Jessop paró al conductor de un vehículo que acababa de cometer una infracción de tráfico, mientras el policía pedía los papeles al conductor, éste sacó una pistola y disparó al oficial que no tuvo más remedio que abrir fuego mientras el sospechoso se daba a la fuga con el vehículo.
Jessop consiguió alcanzar al conductor con uno de los disparos y unos kilómetros más adelante encontraron al hombre muerto dentro del coche.