Creo que la mayoría de personas con un mínimo interés por la historia tiene una sociedad antigua preferida, una sociedad que les gustaría visitar y conocer en persona en el imposible caso de que pudieran viajar en el tiempo. Pues bien: ¿cuál es para vosotros esa sociedad?
En mi caso, esa sociedad es Ruanda. He quedado maravillado al leer el libro "La premisa de la desigualdad en Ruanda" de Jacques J. Maquet que hoy, por fin, ha llegado a mi casa. Son muchas las cosas que me han gustado de Ruanda, pero sobre todo me ha gustado saber que la antigua sociedad ruandesa estaba totalmente estructurada de un modo vertical. En la cima se hallaba el rey, mwami, junto con la reina madre (umugabekasi), siendo ambos llamados abamis, reyes. Les seguían en importancia el consejero favorito, el Consejo de Grandes Jefes (batware ba intebe) y el Consejo de Guardianes de la Tradición o Mwiru. Por debajo del Consejo de Grandes Jefes se hallaban el Jefe de Ejércitos, el Jefe de Tierras (umunyamukenke) y el Jefe de Ganados (umunyabutaka). En cada distrito (ubukebe) había un Jefe de Ganados y un Jefe de Tierras, que mandaban a su vez sobre los Jefes de Colinas, siendo las Colinas (umusozi) la siguiente unidad administrativa en importancia. Y finalmente se hallaban los vecindarios, unidad administrativa más pequeña, al frente de cada cual se hallaba un jefe de vecindario (umukoresha). El noventa y cinco por ciento de los que desempeñaban cargos administrativos eran tutsis.
En cuanto al sistema de parentesco ruandés, era patrilineal y la unidad de parentesco más amplia era el ubwoko, el clan, al que pertenecían múltiples linajes con un ancestro común; al ser muy amplia, no tenía mucha importancia en la práctica. La siguiente unidad de parentesco era el umulyango o linaje, formado por aquellas personas vivas de un inzu, incluyendo aquellas que se hubieran separado para formar un nuevo inzu. Al frente de cada linaje solía haber un jefe de linaje, umutware wa umulyango, que solía ser el hijo mayor del anterior jefe de linaje. La siguiente unidad de parentesco era el inzu, formada por todos aquellos individuos con lazos de parentesco comprendiendo varias generaciones, normalmente cinco o seis; al cabo de varias generaciones, dependiendo de varios factores (como máximo seis, a veces solo dos o tres), se formaban nuevos inzu. Al frente de cada inzu solía haber un jefe de inzu, umutware wa inzu, que solía ser el hijo mayor del anterior jefe del inzu. La unidad de parentesco más pequeña era el rugo, conformada por los padres e hijos. Al frente de cada rugo solía haber un jefe, umutware wa rugo se, que solía ser el hijo mayor de la primera esposa del padre, llamado uwamboneye izuba, "el primero que ha visto el sol". Incluso si el hijo mayor no era el sucesor del padre, sus hermanos lo trataban con especial consideración.
Los padres y los hijos casados junto con sus respectivas familias vivían en un cercado en el que había numerosas viviendas, llamado también rugo. Todos los hijos varones se independizaban y los hombres ancianos vivían por sí mismos, con ayuda de un nieto. La esposa o esposas del padre, cuando enviudaban, pasaban a depender del sucesor del padre como jefe de inzu; como este solía ser el hijo mayor de la primera esposa, la primera esposa era tratada con especial consideración por el resto. La poligamia era rara en Ruanda, siendo la monogamia mucho más común. Cada hijo varón recibía una parte del patrimonio familiar en el momento de casarse, pero el hijo que se convertía en jefe del inzu recibía una porción adicional debido a sus responsabilidades económicas, llamada ingarigari. Esto se denominaba gukubita itoko, que significaba literalmente "acariciar un muslo" y que significaba conceder un favor. Las relaciones entre hermanos debían ser idealmente buenas, pero en la práctica eran malas debido a las desigualdades en la herencia; todos los hijos competían por el favor del padre.
Maquet afirma que en la Ruanda tradicional se creía que los tutsis provenían del mundo celeste, habiendo sido expulsados de allí debido a una falta de su madre; cuando descendieron a la Tierra, se encontraron a los hutus, inferiores a ellos por pertenecer al ámbito terrenal. En cuanto a los Twa, tutsis y hutus se reían diciendo que eran más semejantes a los monos que a los seres humanos, siendo inferiores incluso a los hutus. Se creía en la existencia de tres mundos: el celestial, donde residía Imana, el Dios Único; el terrestre, que era el nuestro; y el infraterrenal, donde residían los espíritus de los fallecidos.
Los tutsis eran altos, delgados y bien proporcionados, con la cara ovalada, el mentón pequeño, las sienes estrechas, el cráneo dolicocéfalo y los dedos largos y finos. Eran serios, elegantes, valientes, austeros e inteligentes, gustaban de artes como la retórica o la poesía, y eran aficionados a sostener largas, sabias y sutiles conversaciones mientras bebían cerveza de plátano o hidromiel. Los tutsis se alimentaban únicamente con una dieta líquida, ya que consideraban que comer más allá de lo necesario para la subsistencia no estaba bien, y en la mayoría de los cuentos ruandeses la gula es algo común de los hutus y aún más de los Twa. Una de las habilidades que debían aprender los tutsis era la continencia y el dominio de uno mismo. Cuando los tutsis asitían a escuelas (llamadas intore), sus compañeros les hacían objeto de burlas y bromas; si el tutsi en cuestión respondía iracundo, sus compañeros se burlaban de él más aún; no era hasta que lograba contenerse y no responder a tales ataques que sus compañeros cesaban. Esta era una de las técnicas para aprender a conducirse con calma, continencia y prudencia en la vida en lugar de dejarse llevar por los impulsos.
No sé, todo lo que he leído en el libro sobre Ruanda me ha gustado. Ruanda es una de esas raras sociedades a las que no puedo achacar ningún defecto.
La estructura social de la antigua Ruanda (foto tomada del libro):
Las cualidades ideales de un tutsi, aprendidas en las escuelas donde recibían su instrucción, llamadas intore (párrafo extraído del libro):
"The three main components of that ideal picture were ubutware, ubugabo, and itonde. Ubutware was the military courage so important in a group of conquerors. Ubugabo meant the quality of being a man (mugabo). This included thrustworthiness in reference to promises, generosity in treating one's friends well, liberality towards the poor, moral courage to accept one's responsibilities. In a society where relations of inferiority and superiority were predominantly personal in the sense that authority was rarely abstract (a law, a principle) but generally identified with a person (chief, king, lord, &c.), emphasis was put on fidelity on all inerpersonal relationships. Itonde could be translated by self-mastery. To lose one's temper, to manifest violent emotions was shameful. Anger, particularly, could not be violently expressed. The demeanour of a Tutsi was always to be fignified, polite, amiable and a little supercilious. It was taken for granted that only vulgar persons showed off all their emotions. Hutu not being very self-controlled were much impressed by the external dignity of the Tutsi. There was in the intore companies a practical training in self-control. By jeers and scoffing, companions of the young Tutsi as well as older people, tried to make him angry and if he reacted emotionally, he was punished by further jokes. So finally he was able to remain apparently quiet and polite in any circumstances which would have elicited more violent reactions from people not thus trained".