El presidente de Canadá, Justin Trudeau, subió durante el día de ayer un vídeo a la plataforma de contenidos en línea YouTube, comunicando la reformulación de la política de inmigración canadiense.
Durante la retransmisión, el presidente afirmó que se iba a comenzar a controlar la entrada de inmigrantes al país, velando para que estos se ajustaran a las necesidades de mano de obra. Es decir, solo se aceptarán inmigrantes que sean necesarios para trabajar.
También insistió en la importancia de que la inmigración beneficiara a los propios canadienses, ya que la presión migratoria puede generar muchos problemas en las poblaciones locales.
Sorprendente este viraje ultraderechista del presidente canadiense. Teniendo en cuenta el envejecimiento de Canadá, no sé como van a pagar las pensiones. Además, Canadá va a desaprovechar las numerosas ventajas de la multiculturalidad. Por suerte Europa se mantiene firme en su estrategia de asimilación masiva de inmigrantes, que es mucho más positiva para la economía y la sociedad, y necesaria para el progreso.
Esperemos que este giro neofascista de Canadá no se extienda a otros países desarrollados.
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