Me gustaría venir a expresar mi opinión sobre la situación actual de la sociedad y, posiblemente, abrir un debate. Se me ha ido bastante la mano escribiendo, por lo que si a alguno no le gusta el tema o no está de acuerdo es libre de opinar al respecto en el hilo, que para eso está. Vamos al lío.
Cada día que pasa tengo más claro el problema principal que tiene la sociedad actual: falta total y absoluta de pensamiento crítico. Y también, falta de apreciar la enorme importancia que tiene. No existe un problema de izquierda contra derechas, ni un problema de inmigración, ni de territorios, ni de políticas sociales, nada. Lo único que existe es una falta absoluta y generalizada de personas que piensen por sí mismas de manera crítica.
Tal y cómo se lleva presagiando durante décadas, el incremento exponencial del uso de redes sociales y la absurda capacidad de acceso a la información que tenemos hoy en día ha propiciado una sociedad en la que la verdad toma un rol de segundo plano. Ya no importa quién dice la verdad, sino quien dice lo mismo más veces y más alto. Ya nadie se interesa por informar verídicamente sobre los hechos con datos contrastables de fuentes fiables. De igual manera, nadie quiere recibir información verídica, si esta contrasta con sus ideales preestablecidos.
Hemos llegado, delante de nuestras narices, a la sociedad que George Orwell advertía en 1984. La verdad ya no es la verdad, ni nadie quiere que lo sea. La verdad ahora es un amalgama de ideas, principios y valores sin ninguna raíz en el razonamiento crítico y los hechos factuales. Cada grupo de la sociedad tiene su propia verdad, que defiende a capa y espada contra la verdad de los demás grupos. Cada uno convencido de que su verdad es la verdad. Mientras tanto, la verdadera verdad (valga la redundancia), la que no depende de tus opiniones, ni tus valores, ni tus traumas ni tus virtudes, está olvidada por todos.
Nadie quiere oír la verdad, porque la verdad no es blanco o negro. La verdad no cabe dentro de las cajitas ordenadas en las que la gente quiere que se ordene la vida. La verdad no le gusta a nadie, porque hiere a todo el mundo. Por eso nadie la quiere y nadie la busca. Es mucho mas fácil cerrar selectivamente los ojos, quedarse con las partes que interesan e ignorar las demás. Y al final, poco a poco, vamos construyendo una verdad completamente ficticia, hecha a medida de nuestras necesidades. De esta manera, conseguimos sentirnos cómodos en un mundo cada vez más absurdo. Así conseguimos un semblante de orden entre todo el caos que nos rodea. Y de esta manera, nunca la cuestionamos.
Y ahora, lógicamente, diréis: Pero esto ha pasado desde hace siglos. Desde hace milenios la sociedad humana ha seguido dogmas y ha estado separada por estos. Religiones, costumbres, idiomas, culturas. La sociedad siempre ha estado dividida. Los humanos siempre han intentado ajustar la realidad a lo que más les convenía. El mundo siempre ha sido demasiado complejo como para aceptarlo sin cierto nivel de maquillaje. ¿Cómo puedes, entonces, afirmar que esto es un problema actual provocado por el acceso indiscriminado a la información?
Y yo respondo: Pues no lo sé. Iba a escribir un párrafo largo sobre cómo los dogmas de antaño y los actuales son radicalmente diferentes pero, la verdad, no lo consigo. Puede que la necesidad de simplificar la realidad para poder subsistir en ella sin sucumbir al absurdo sea algo intrínsecamente humano. O puede que la sociedad siempre haya sido víctima de los dogmas y realidades fabricados por los poderosos para mantener a sus súbditos a raya. O puede que todo esto sean idas de olla mías que posteo en un foro porque no tengo nada mejor que hacer.
Quién sabe.
El resumen de todo esto es que últimamente lo único que se ve en la sociedad (Este foro es un claro ejemplo) son discusiones absurdas en las que tienes necesariamente que apoyar un bando u otro. O conmigo o contra mí. Tanto izquierdas como derechas, liberales o demócratas, o cualquier otro tipo de separación de pensamientos en la sociedad, sufren el mismo problema. Asumen que lo suyo es completamente correcto y lo del otro es completamente incorrecto, cuando la realidad reside en algún punto intermedio. Pero nadie quiere aceptar ese punto intermedio, porque eso significaría aceptar que la verdad no es tan perfecta como ellos quieren. La verdad tiene pelos, pinchos, esquinas, y no encaja en ninguna definición que se le quiera dar.
Por este motivo el debate actual se ha reducido en un intento de imponer una visión del mundo sobre otra, y la auténtica búsqueda de la verdad se ha olvidado por completo. Da la sensación de que estamos dando pasos agigantados hacia atrás, hacia un mundo de nuevo basado en dogmas y en mitos. Un mundo en el que la ciencia es "una opinión más" y en la que el que grita más fuerte es quien acaba estableciendo su verdad. No hay ya apenas lugares para el diálogo educado y razonado. Nadie quiere ser convencido de que su visión del mundo puede no ser tan correcta como esperaba, porque eso significa que su verdad se tambalea. Su verdad, la verdad que se ha construido durante años, escogiendo y seleccionando los fragmentos de realidad que le convenían para formarse una coraza con la que protegerse del incomprensible mundo exterior, se rompe. Y nadie quiere que se rompa.
Porque si se rompe esta verdad fabricada, de repente te ves perdido en un mundo sin sentido, sin reglas y sin dirección. Te das cuenta de que no hay una verdad, ni muchas. Simplemente, no hay verdad. No hay significado. Te ves impulsado de cabeza hacia el absurdo. Y aceptar esto, que la realidad no solo no es perfecta y no encaja en las cajitas ordenadas que queremos, sino que es completa y absolutamente caótica, es muy difícil. Por eso la gente, por lo general, prefiere encasillarse en las tribus que les corresponden y vivir su vida arropados por una verdad perfecta e infalible.
¿Comprensible? Sí. Todos nos construimos nuestra propia verdad, seamos o no conscientes de ello. Forma parte de la naturaleza humana. Solo debemos saber que nuestra realidad no es más que una selección meticulosa de los pedazos que más nos convienen para nuestro bienestar. Y de esta manera, estar más abierto a modificarla. Si todo el mundo fuera consciente de esto, creo que viviríamos en un lugar mucho mejor.
¿Estáis de acuerdo con esta visión o queréis mandarme a tomar por culo y que me abra un blog?