"Va a estallar una guerra entre los sindicatos de RTVE. Sin duda. Va a ser muy desagradable". Así lo pronostica uno de los principales directivos de la Corporación Pública, en conversaciones a este diario. ¿Por qué? Porque las primeras pesquisas internas sobre la filtración de las preguntas del examen de oposición del ente siguen la pista de los dos vocales del tribunal que fueron nombrados por UGT, y porque las tensiones larvadas entre los sindicatos se han disparado desde que el domingo estallase el escándalo. "Se están esperando con el cuchillo entre los dientes", y cuando se confirme quién cometió el fraude se dispararán las "hostilidades", diagnostican los consejeros y los altos cargos televisivos consultados. La "tensión irrespirable" que se vive en RTVE tras este episodio sólo la supera la sensación de "bochorno, frustración y sed de justicia" que comparten, aún en shock, todos los consultados.
Esa sensación de que detrás de la filtración podría haber intereses superiores a la mera pillería de un trabajador se acentúa al leer la denuncia de RTVE ante la Policía Nacional, a cuyo contenido ha accedido EL MUNDO. Dicha denuncia, presentada por el director de la asesoría jurídica, Ernesto Real Millán, relata con precisión la secuencia de los hechos y cómo una de los miembros del tribunal jugó un papel clave a la hora de detectar la "filtración" de las preguntas del examen y frenar la convocatoria fraudulenta. Pero también pone de manifiesto que detrás de esta estratagema ilegal hay movimientos internos que producen "miedo" entre los tres trabajadores que la denunciaron. Y que salvaron a RTVE de un ridículo mucho mayor.
De hecho, el documento omite deliberadamente el nombre de la persona que destapó el fraude "por miedo de que pueda sufrir represalias". Y no sólo eso. En la copia que tienen en su poder la cúpula de la corporación se ha tachado el nombre y el DNI de la directiva que acompañó a Real Millán a interponer la denuncia. No en vano, el ente ha ordenado silencio absoluto hasta que se despeje la equis de quién filtró las preguntas, para no entorpecer lo más mínimo la labor policial, que creen que será rápida. "No podemos hablar hasta esperar a la investigación", incide a este diario uno de los implicados.
La denuncia detalla "los hechos ocurridos entre las 22.37 horas del 28 de septiembre y las 10.35 del día siguiente", periodo en el que "ha debido haber una filtración de las preguntas y por tanto se suspende la convocatoria". El domingo, el abogado de RTVE se personó en la comisaría "acompañado de"... y aquí es donde aparece tachado el nombre y el DNI de quien elevó las alarmas tras el chivatazo. Las fuentes consultadas en la dirección de RTVE apuntan a Cristina Onega, directora del Canal 24 Horas, como la persona que habría logrado frenar el examen fraudulento de las oposiciones, pero en dicho canal ni lo confirman ni lo desmienten. Tampoco fuentes policiales han querido aportar el nombre de ninguno de los tres empleados que evitaron que el fraude se consumara.
Lo cierto es que la mujer que aparece tachada en la denuncia «recibe a las 22.37 una llamada de un compañero de profesión que le alerta de la filtración, del cual no quiere aportar datos por miedo de que pueda sufrir represalias». Ese trabajador «la alerta de que ha habido una filtración», continúa el relato ante la Policía. «Una tercera persona» a la que también se mantiene en el anonimato «le envía» entonces al director de asesoría jurídica de RTVE un correo con lo filtrado, «el cual se adjunta» en la denuncia, junto con «el examen modelo», para cotejar el alcance de la filtración. CCOO lo ha cifrado en el 83% del total de preguntas.
Hay que recordar que el examen teórico para la cobertura de 276 plazas de «información» y «contenidos» había congregado a unas 5.000 personas en el campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, en la localidad de Pozuelo de Alarcón, que es donde iba a celebrarse.
Pero volvamos al relato de los hechos ocurridos la noche anterior. A las 23.06 horas del sábado, sin solución de continuidad, Real Millán «llama a un miembro del tribunal», en concreto a «Esteban Crespo», que es el director de RTVE en Cataluña, «y le manifiesta los hechos». A las 23.17 horas, el abogado y los dos directivos que ya conocen lo que ha ocurrido dan el siguiente paso: «realizar una llamada con cuatro [de los cinco] miembros» del tribunal nombrados por la dirección de la corporación. «Todos menos José Ángel Carpio». En esa llamada, los vocales «deciden avisar a la secretaria del tribunal, y ella lo manifiesta a sus superiores», prosigue el texto de la demanda.
Con estos datos, a las 10.35 horas de la mañana siguiente, a escasos 25 minutos del inicio de la prueba, y por acuerdo unánime de la comisión de empleo de la corporación, «se decide cancelar el examen y realizarlo en el plazo más breve posible», termina la denuncia. La nueva fecha elegida es el sábado 2 de noviembre.Hasta entonces, todos en RTVE tienen tres palabras entre ceja y ceja: «¿Quién ha sido el responsable?». ¿Quién filtró las preguntas? ¿Y lo hizo solo, o para beneficiar a los interinos cercanos a él o ella?