La izquierda, originalmente, es la que velaba por las reformas en el país. Buscaba poder avanzar hacia una sociedad más justa, de hecho los primeros movimientos hacia una constitución salen de una izquierda "liberal".
El problema empieza a surgir cuando el marxismo se filtra en las corrientes de pensamiento en la izquierda española. En un primer momento podría parecer una integración ideal, pero a la larga ha destruido la esencia de nuestra izquierda, transformándola en una suerte de amalgama ideológica sin rumbo fijo, excepto combatir todo lo que no huela a "izquierda".
La inmigración nunca ha sido un problema en España hasta hace relativamente poco, históricamente hablando. Para los trabajadores, el problema principal, es el combo subsidios e inmigrantes irregulares el que va a terminar en tragedia.
Mientras no se haga un reparto justo de los recursos y se siga dejando acceder al país indiscriminadamente, se incrementará el número de personas que lo van a pasar peor con esta situación, sean nacionales o extranjeros.
No hay justicia social en condenar a una gran parte de la población a ser esclavos del gobierno de turno bajo el estrés perpetuo de no llegar a fin de mes si no se sigue incrementando el subsidio del gobierno, que realmente está pensado para nunca ser suficiente.
Este "progresismo" es una clase de timo de la estampita donde se le vende una sociedad futura justa, mientras se extrae la riqueza de todos para que unos pocos puedan experimentar una vida de privilegios al nivel de las realezas de hace siglos. La clase política es la nueva nobleza del siglo XXI, la burguesía a la que los movimientos marxistas querían combatir para terminar con los privilegios y devolverlos al pueblo. Al final esto nunca ha ido de terminar con los privilegios, únicamente de trasladarlos desde fuera del estado a dentro de este.
Mientras, el identitarismo se ha ha hecho un hueco en la sociedad, nublando la poca supervisión que tenían los trabajadores sobre los gobernantes para evitar excesos y dejándonos enfrascados en batallas identitarias mientras desde arriba nos saquean a placer, ya se sabe: a rio revuelto...
El marxismo, y todo lo que ha venido después, ha sido un cáncer para la izquierda reformista española, los trabajadores hemos vuelto a estar sometidos por un arbitrio, ya no por una nobleza, burguesía, clero o monarquía, sino por la clase política, que es aún más despiadada que el resto de alternativas, ya que ha absorvido las prácticas de todas las anteriores para someternos. No van a parar hasta que sólo haya proletarios (los que no tienen más que su prole) y estado.
O se para esto o el futuro será muy negro para todos. IMO