El documental es una genialidad, querer sacarle pegas, sobre todo a nivel audiovisual cuando todo está filmado por él con un par de cámaras, un micro de corbata y una grabadora no tiene mucho sentido. Teniendo además en cuenta cómo surge el proyecto y todas las historias en las que andaba metido mientras iba haciendo las grabaciones, a mi me parece que tiene mérito terrible lo que ha hecho. Y buen ojo también de la productora que le compró la idea y de Prime por darle el bombo que le está dando.
Yo no conocía a Tamayo más allá de verle en alguna tertulia con Jordi Wild, pero a raíz de ver el documental me he visto el resto de investigaciones que ha hecho en YT y joder, hay que reconocerle el talento que tiene. Veremos ahora con más medios por dónde tira.