Leer con voz de Valeria:
Los muertos del camarote 31 despiertan como esqueletos radiactivos al pasar por un punto de actividad sísmica que distorsiona el espacio-tiempo con microagujeros negros. Uno de ellos -el hombre de Liverpool- les cuenta que pueden revertir el fin del mundo si Ulises y Ainhoa tienen un niño fruto del amor verdadero, el cual será el nuevo mesías, salvador de toda la raza humana; pero Ulises debe morir para que el niño desarrolle los poderes necesarios para volver. Justo al acabar esa frase los esqueletos vuelven a su estado inanimado dejando a todos sin palabras (aquí meten una publicidad de 15 minutos).
Gamboa enfurecido trata de violar a Ainhoa en las duchas pero el cojo, atormentado por su trato a Ainhoa durante el juicio y a los engaños de Gamboa, va corriendo a por este y lo mata con un pelotazo de la bola de baloncesto. Hacen un sobrio funeral en cubierta y tiran el cuerpo de Gamboa a los tiburones. De la Cuadra hace un chiste diciendo que mejor que se lo coman las gambas (guiño guiño). Acto seguido celebran la boda de Salomé y de la Cuadra con un gran banquete: una ración de calamares a la romana que ascendieron al barco porque... bueno, porque sí.
Por otro lado, Piti le tira los trastos a Palomares para descubrir la homosexualidad de este. Palomares, locamente enamorado de Piti se descubre, pero entonces Piti le dice que era una broma de las suyas. Palomares atormentado se suicida y a consecuencia de ello Piti se transforma en un hombre responsable y deja de ser un crío. En un emotivo despliegue de madurez, le propone matrimonio a Vilma usando la anilla una lata de atún claro Isabel (la última del universo, le dice). Vilma acepta y decide que su hijo llevará el nombre de Palomares en honor a su amigo.
Estela se lía con todos los extras del barco cuyos nombres desconocemos y no nos cuentan nada más, porque sólo sirve para eso (la escena es aderezada con una música pastelosa para que parezca que Estela no es tan guarrilla).
El capitán, harto de meneársela todas las noches le mete cuello a la doctora Wilson, pero esta le hace el matrix y el capitán se queda desolado bebiendo la última botella de ron del barco. Burbuja ve la escena a través de una rendija y cree que es su momento para hacerse a la doctora (recuerda que en el pasado vio a Fran Perea recomendarle a Alejo Sauras en los Serrano que el momento de entrar a una tía es cuando está débil anímicamente). Aquí se mete una pausa de 5' porque Burbuja es el que mueve la serie y la gente se queda esperando.
Efectivamente, la fragilidad de Burbuja seduce a Julia y se funden en una tórrida escena a lo Forrest Gump y Jenny (supongo que me entendéis). Gracias a ese mágico momento, Burbuja recupera su inteligencia, y en un flashback se ve como Gamboa y la doctora Wilson planeaban el fin momentaneo del mundo (los continentes ascenderán de nuevo). Pensaban quedarse con unos cuantos supervivientes en el barco y crear una raza de superhumanos. A ese proyecto le llamaron ''proyecto burbuja'', del cual, obviamente Burbuja era el primer experimento fallido. Tras ese momento, Burbuja mira a los ojos a la doctora y le dice: ''lo has conseguido, el amor era el último ingrediente necesario para crear al superhumano''. Burbuja le da un discurso sobre la bondad inherente al homo sapiens y Julia se pone a llorar.
Con su superinteligencia puede evitar que Ulises muera en el proceso de volver a la realidad anterior al fin del mundo según les contó el esqueleto del hombre de Liverpool. La única pega, es que en el proceso todos los componentes del barco perderán la memoria de lo vivido tras en fin del mundo, excepto Ulises y Ainhoa. Tras escena amorosa a lo Titanic avanzamos 9 meses y nace el hijo de Ulises y Ainhoa. Le llaman Ricardo en honor al capitán, que murió dos meses antes evitando que el barco encayase contra la única roca que había en todo el océano (de origen volcánico, por supuesto). Burbuja ya tiene todos los componentes necesarios para volver a la antigua realidad. Con su superinteligencia da los últimos retoques al artilugio que lleva creando estos 9 meses y tras poner Ulises, Ainhoa y su hijo Ricardo las manos sobre este cacharro, un fundido en blanco (no hay presupuesto para efectos especiales) nos sitúa un año antes de subir al barco con Ainhoa y Ulises de cita en un parque tomando la ''última'' coca-cola del planeta.
Recuerdan todo y saben que por primera vez son libres para amarse, así que es lo primero que hacen. Al día siguiente deciden que deben actuar para evitar el fin del mundo. Ainhoa siente que está gestando a su hijo Ricardo otra vez y piensa que sí, que lo que dijo el esqueleto del hombre de Liverpool era cierto: ''Este niño es el salvador de la humanidad..."
FIN