Serie vista.
Las cuatro primeras temporadas me parecen bastante buenas, pero las dos últimas sobran completamente. En general, el balance es bueno, pero la serie acaba fatal. Si hubieran cerrado en la cuarta, les habría quedado una serie tremenda, pero quisieron estirar el chicle.
Opino que reflejan bastante bien lo que supone la ambición y el poder en la clase política (y otras ramas). Si realmente funciona así la política americana global, me lo creería. Muy interesante la reflexión-autocrítica del expresidente Walker antes de testificar.
A nivel personal, tengo dos problemas que me han dificultado disfrutar de la serie. Uno es mío, y es que me cuesta mucho empatizar y/o simpatizar con el grueso de personajes, ya que la gran mayoría son unos trepas mentirosos y manipuladores. Inconscientemente, lo relaciono con la política actual y me pone de mala leche.
Por otro lado, los Underwood son muy listos, muy listos y sabes que siempre se van a salir con la suya, por lo que apenas hay sorpresas. Cuando los villanos son tan listos y el resto de personajes tan bobos, ingenuos y manipulables, la cosa no tiene ningún mérito. Lo puedo aceptar en la primera temporada porque Underwood trata con una periodista novata y un congresista con problemas, pero en la segunda (donde ya está con los peces gordos de la política) es muy chocante que nadie le vea venir.
1ª temporada: Corey Stoll está genial y compone el personaje más humano e interesante. Flojea en el final, que es el comienzo de la siguiente season.
2ª temporada: me ha entretenido más, pero le falla lo comentado en el párrafo anterior. Underwood pasa a ser vicepresidente y luego presidente en una sola temporada.
3ª y 4ª temporada: las que más he disfrutado, porque por fin hay unos oponentes que suponen un obstáculo para los protagonistas. Petrov hace subir el nivel de la serie (gran Lars Mikkelsen) y el personaje de Conway y su uso de las redes sociales es un contrapunto muy refrescante en contraposición con los políticos veteranos.
Personalmente, habría terminado la serie en la cuarta, con Dumbar llegando a la presidencia, Hammerschmidt exponiendo la verdad y los Underwood cayendo con todo el equipo.
5ª y 6ª temporada: se acusa el agotamiento de ideas, ya no sabes quién va con quién ni cuántos topos hay, y pierdo el interés. Además, en los capítulos finales empiezan a caer personajes como si esto fuera Juego de tronos.
Por último, me ha encantado cómo Tom Hammerschmidt empieza de tapado y va ganando importancia con cada temporada. Me ha recordado al director Skinner el día que intenta averiguar de manera incansable que Bart hizo novillos. No puedo creer que le hayan dado ese final.