Cuatro estrenó ayer su nuevo docu-reality 'Perdidos en la ciudad', un giro de tuerca de 'Perdidos en la tribu' que en esta ocasión lleva a dos tribus indígenas a Madrid y Barcelona para ver cómo se adaptan a la vida de una gran ciudad desarrollada.
Los indígenas se enfrentaron a situaciones aparentemente normales para nosotros como cruzar una carretera llena de tráfico o salir de noche, que para ellos se conviertieron en auténticos retos. También pudieron descubrir con asombro las comodidades de la vida en el primer mundo, como la elaboración de los alimentos, las cocinas o el agua corriente.
Mientras se adaptan a nuestras costumbres, las familias indígeneas siguen prefiriendo su estilo de vida tradicional, demostrando que a veces el estilo de vida más sencillo es también el más feliz.
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De verdad que ha sido increible, cómo cuando nos preguntamos "¿Y si mi abueo levantase la cabeza? ¿Que diría? ¿Si nuestros antepasados viesen nuestra evolución, como reaccionarían?
Absolutamente increible, y creo que no me he reido con un programa tanto en mi vida, ni sorprendido tanto.
