Viaje a Galicia (Gallegos a mi, porfavor)

#61: Si algún jueves te da por ir a Coruña a salir (está bastante bien) avisa y te invito a unas copas xD

#64: A mí me gusta más saludar a mediavideros gritándoles: BOOMSHACK!

Bueno, si vas a Pontevedra y te quieres pegar una buena mariscada (ya que estás en Galicia) te recomiendo que vayas a un restaurante llamado "El Ancla", creo que estaba en Sanxenxo si mal no recuerdo... creo que por 18 € más o menos no he comido más marisco en mi vida.

Luego en Pontevedra hay un bareto si quieres salir de fiesta que no está mal, pone música sesentera, setentera, ochentera y la verdad es que cuando estuve este invierno me lo pasé de puta madre (no me preguntes el nombre, no iba como para acordarme).

Luego en Santiago, pues ya sabrás más o menos donde tienes que ir, además la pensión está bien situada^^ . Te recomiendo que salgas Jueves, que es día universitario y habrá un mejor ambiente... yo la última vez que estuve acabé con ciertos rocecillos con algunos personajes.

Pásatelo bien anda.

PD: Te vas en el Bando? HEREJE

EDIT: Cuando yo estuve en Santiago la mitad de Bares de la Paris-Dakar estaban chapados, así que hicimos el tipico botelleo en la calle.

Si tienes pensado ir en tren a Lugo olvídate, que no hay. Me parece que vienes la semana despues de semana santa, no? Mi consejo es que ya que duermes en Santiago, salgais de noche ese miercoles y ese jueves por aquí, aunque al dia siguiente esteis derrotados, porque el ambiente que hay en Santiago esas dos noches va a ser increible. De hecho hay mejor ambiente el miercoles que el jueves.

Yo la verdad no visitaria Lugo, pero como tienes especial interes en ir mi opinion no cuenta. Yo visitaria Vigo, que es la ciudad en la que vivo. Las Cies como te dicen por ahi... depende del tiempo que haga, si hace buen tiempo, go cies sin dudarlo.

Yo, en tu caso, no me pillaria un coche (o por lo menos no para todos los dias), porque en Santiago, mas si vas a dormir en la zona vieja, para luego aparcar el coche vas a flipar. Ademas en Santiago no lo necesitas para nada, te lo digo yo que en Santiago vivo en una punta de la ciudad y la facultad me queda en la otra punta y voy andando siempre. Sitios que cunde ver en Santiago pues los miticos, la zona vieja en general, la catedral, el parque de Bonaval etc. Para tapas pregunta por O Cabalo Branco, sitio mitico de tapas. Y si quieres hacer el Paris Dakar vete de tarde, porque de noche muchos bares estan cerrados. Yo en tu lugar no cogeria coche, iria en tren a todas las ciudades mas o menos importantes de Galicia, desde Santiago a Pontevedra en tren es una hora o menos, a Vigo hora y media, a Coruña 50 minutos, a Ourense hora y media mas o menos tambien... y luego por alli ya te mueves.

Mi ultimo consejo, si buscas fiesta, no te quedes a salir por Santiago el viernes y el sabado, porque el ambiente es totalmente distinto.

para la ruta costera te recomiendo:

A primera hora baja hasta la curota: ya te han hablado de ella, pero nadie ha mencionado que en un dia claro se pueden ver todas las rias bajas (incluso la desembocadura del miño en la frontera con portugal), y hay un monton de caballos salvajes por ahi sueltos (atento al suelo, hay ñordos por todas partes)

Para comer ve por la carretera costera que va hacia porto do son y come en cualquier sitio (insisto, cualquiera). de camino puedes ver el castro de baroña y pueblos como porto do son, portosin y noia (ojo al casco historico de noia, es tremendo).

De noia ve hacia muros por toda la costa, haces otra parada para ver el centro, y de ahi por la costa hasta ézaro. Al llegar ahi sube al mirador que hay al lado el rio, que tambien es cojonudo, y te vas directo a ver el atardecer en finisterre (si ves que va a tardar en ponerse el sol, vete hasta camariñas que tambien merece la pena).

Un dia tremendo =)

yo estuve en acoruña en unos en unos jardines que había cañones de la guerra y el cesped era una gozada como el green de un campo de golf, buenas vistas,te tumbabas en aquella hierba y se estaba de lujo te lo recomiendo.

Bueno, pues ya volví de Galicia. He aquí un video-resumen del viaje. Vengo con toda la morriña, joder anda que no está guapo aquello.

Lo mejor de galicia es la "Ramallosa 2000" jajaja

Ahora en serio, las rias altas y las rias baixas lo que más, sobre todo en verano y primavera. Ons y Cies no se pueden dejar de ver y el rural del interior esta muy bien, eso si si eres de fuera preparate para tener una mirada clavada en ti del todo paisano que te vea jaja

Bienvenido al club varuk y enhorabuena: ya sabes lo que es la morriña...

Buenísimo el video, me está poniendo los pelos de punta... Que ganas tengo de volver en agosto y dejar esta mierda de Madrid... Que envidia me da que hayas podido verlo es esta época, jop...

Cuéntanos algo más hombre, que nos des envidia sana ^^

Primer día: Martes, 14 de Abril. Murcia - Santiago

Al fin llegó el día del Bando de la Huerta. Este año sustituíamos el beber a pleno sol entre la muchachada por un día de aeropuertos. A las 10.45 estábamos los 6 que íbamos en la estación de autobuses, para dirigirnos hacia el aeropuerto de Alicante. Las primeras horas allí pasaron tranquilamente, pendientes de la hora de facturación echábamos el rato entre partidas al poker y apostando los céntimos que el Pepa llevaba, que no era pocos.

Llegó la hora de facturar maletas y pasar el control de seguridad. Todo sin problemas, salvo el Gallego, que parecía que una carpeta que llevaba en la mochila tenía forma de cuchillo (la silueta que hacía en la pantalla junto con otros objetos) al pasar por el escáner, más adelante veréis que era esto realmente.

Finalmente a las 15.15 horas nos metimos en el avión destino Madrid, donde llegamos sobre las 16.20. En Barajas nos esperaban unas cuantas horas, así que las matamos jugando a las cartas, discutiendo tonterías, comiendo, cenando, una ración de chistes por aquí y otra por allá. A las 21.40 tomamos rumbo a Santiago de Compostela, donde llegaríamos sobre las 22.50. Esperamos a dos taxis para que nos llevaran a la pensión, de nombre “La Tita”, en pleno centro de Santiago.

Sobre el alojamiento, decir que fue bastante bueno. Una pensión vieja pero decente, con baños compartidos y bastante limpios. Sin lujos pero acogedora y con un personal atento. Como se dice por aquí, sin pijadas pero apañada y a 15€ la noche por persona, nada mal.

Ya a las 12, aproximadamente, “sacamos” al buen hombre de la cama, para que nos diera las llaves de las habitaciones. Si bien durante el viaje se había hablado de irnos a dormir para estar al día siguiente en plenas facultades… fue respirar los aires de Galicia y decidir que dejábamos las maletas y nos íbamos por ahí a dar una vuelta y cervecear un par de horas. Dicho y hecho, bajo una fina lluvia, que no duró más de 10 minutos, paseábamos por Santiago viendo la catedral, plaza del Obradoiro, etc.

Nos encontramos a un tío el cual nos dio una tarjeta típica de estas de copas más baratas. Como no teníamos muchas ganas de andar más y debido al poco ambiente que había al ser un Martes, nos dirigimos al bar donde nos indicó, “Tuto de Mora”. Las cañas, cañas de 1/4, a 1€.

Llegadas las 2 de la noche, nos fuimos a dormir, al día siguiente nos esperaba un largo trayecto en furgoneta hacia el Norte de Galicia.

Segundo día: Miércoles, 15 de Abril. Santiago – Lugo.

A las 8-8.30 nos levantamos para tomar un desayuno y dirigirnos hacia la estación de trenes para recoger la furgoneta alquilada. El día no empezaba mal, con un sol atenuado y buen tiempo. En algunos minutos se ponía a llover, pero era lluvia muy fina y duraba no más de 5 minutos. A las 10 de la mañana nos trajeron la furgoneta y pudimos tomar rumbo hacia la costa del Norte, en la provincia de Lugo. Había un buen trecho, pero no se hizo muy largo, debido a que íbamos viendo el verde paisaje. La verdad es que impresiona, acostumbrados a verlo aquí todo marrón y allí todo verde, con bosques, praderas, ríos, riachuelos, vacas, caballos, etc.

Llegamos a la costa. La verdad es que las casas costeras de esa parte nada tienen que ver con el ladrillazo que tenemos aquí. Las playas estaban desiertas y eran una maravilla, pero nuestro objetivo era recrearnos con el paisaje y llegar a la Playa de las Catedrales, y rezar para que la marea estuviera baja. Dicho y hecho, allí llegamos y tuvimos esa suerte.

Después de comer, en la zona de arriba de los acantilados, nos dirigimos hacia Lugo. El GPS nos llevó por verdaderos caminos de cabras, metiéndonos por la Galicia profunda de verdad, la de los horreos por todas partes, las de los riachuelos, la del olor a madera húmeda, la del agua por todas partes, la de los bosques, la de los campesinos cortando leña, donde seguro que muchos de los habitantes de estas zonas ni saben hablar en castellano. Fue de camino a Lugo cuando nos pilló bastante lluvia. La verdad es que era una situación rara, pues el cielo clareaba en algunas partes mientras que en otras había nubes, de esta forma todo el rato era lluvia-sin lluvia-lluvia-sin lluvia. Así un buen trecho. Hubo momentos que hasta caía granizo, un granizo fino, no como este gordo que suele caer cuando lo hace en Murcia.

Ya en la ciudad de Lugo dejamos la furgoneta y nos dirigimos al hostal “San Roque”, justo a 1 minuto, o menos, de la muralla de la ciudad. La verdad es que el hostal era genial: Unos 18,5€ la noche, con baño en la habitación, televisión, bastante nuevo, desayuno incluido y bastante cómodo todo. Dejamos los bártulos y después de descansar unos 45 minutos, que unos usaron para ducharse, otros para conectarse a la wifi, otros para atascar la puerta del cuarto de baño, etc. Sobre las 18.00 nos largamos a ver la ciudad. Lo primero que hicimos es entrar por la primera puerta de la muralla y subir por las escaleras hacia lo alto de ésta. Tiene una longitud de unos 2 km y fue declarada, en el año 2000, patrimonio de la humanidad por la Unesco. Cuenta con unos 17 siglos de vida y es la muralla romana más antigua del mundo que se puede recorrer entera. Tras un breve paseo por las alturas, bajamos de nuevo a tierra firme y nos dirigimos a ver la Plaza Mayor, las estrechas calles del centro, la siniestra catedral, el parque de Rosalía de Castro y el río Miño.

En todo viaje siempre se produce una anécdota que queda marcada. Ni más n menos, en uno de los costados de la catedral, pedimos a unos argentinos que nos echaran una foto y cuando se iban uno de ellos soltó “vaya clima del orto”, que sin duda pasó a ser la frase del viaje utilizada cada vez que se ponía a chispear, que no fueron muchas.

Lugo, una ciudad sin grandes pretensiones pero apañada y con su encanto. Llegó la noche y el hambre se venía hacia nosotros. De esta forma sobre las 20.00 horas nos dirigimos a la zona de tapeo, probando comida típica de allí como la “zorza” o el “raxo”. Los establecimientos donde estuvimos fueron: Ave César, Rua, 101 Vinos, Tirabeque y la Taberna de Daniel.
Después de comer y tapear nos dirigimos al “Jazz&Beer”, para bebernos unas “Estrella de Galicia”.

Decir que todos estos sitios nombrados son los típicos de paredes de piedra, suelo de madera y muy gallegos. La verdad es que Lugo es un buen sitio para salir por la noche, lástima que un miércoles no hubiera demasiado ambiente, aun así no estaba mal.

Sobre la 1 de la noche nos fuimos a dormir. Habíamos quedado a las 9.30 del siguiente día en la puerta para desayunar e irnos camino del fin del mundo.

Tercer día: Jueves, 16 de Abril. Lugo – Finisterre – Santiago

Decidí yo sólo, ponerme el despertador a las 8, para levantarme antes que los demás. El motivo es que me hacía ilusión irme a recorrer la muralla entera por arriba, sus 2 km, cosa que no habíamos hecho el día anterior. Dicho y hecho. A las 8.10 estaba en la calle. Pese a ser la ciudad donde hace más frío de toda Galicia, se estaba bien, con una simple sudadera y una braga para el cuello se iba cómodo, el tiempo acompañaba. Paseando tranquilamente iba viendo toda la ciudad desde la muralla y sacando algunas fotos.

Poco más de una hora después, a las 9.20, llegué al hostal y bajamos todos a desayunar (iba incluido en el hostal).

Sobre las 10.15 decíamos adiós a Lugo y nos tomamos rumbo a Finisterre. Un viaje tranquilo, donde no paramos hasta llegar al final. La verdad es que impresiona cuando te acercas a la costa y ves que el verde llega casi hasta el agua y se mezcla todo. El cabo de Finisterre es bonito, sin exagerar. Hombre, las vistas son geniales, pero eso, es más el valor simbólico de haber dicho que has estado allí que otra cosa, aunque las bahías de la zona son geniales y los pueblos costeros con playas que dan ganas de bañarse aunque sea en pleno invierno.

Tras ser las personas que estuvimos más al oeste en territorio peninsular español, decidimos comer allí cerca, en plena montaña, ya que el tiempo era genial y se estaba muy a gusto y relajado.

Ya con el estomago saciado, cogimos rumbo hacia el norte, por la costa, para ir a pueblos como Muxía y Camariñas, parando en alguna playa, porque era inevitable no descalzarse y hundir los pies en esa arena. Teníamos tiempo e íbamos sin prisa.

Finalmente, volvimos a Santiago, llegando allí sobre las 19.30 horas. Una hora bastante buena, dado que allí ahora mismo anochece sobre las 21.30. Era jueves por la noche, lo que quería decir que había que salir hasta las tantas.

Cenamos en la pensión, lo que habíamos comprado días atrás en el Mercadona, y tras esperar a que el Rata se pusiera guapo y se echara colonia nos fuimos a la calle. Bien, lo primero que hicimos fue ir al sitio de las cañas a 1€. En otros sitios estaban a 1.20 o así, pero ahí era 1€ exacto. Fue empezar y aquello era un no parar… si es que a ese precio parecía que los bolsillos siempre estaban llenos y la cerveza no se gastaba.

Cargados hasta arriba y ya con la alegría en el cuerpo, la noche se empezó a animar, con croquetas incluidas. Preguntando por sitios de más ambiente aprovechamos para interactuar con los paisanos, y hacernos alguna que otra foto con ellos. Recuerdo que uno de ellos soltó “joder, los murcianos estáis en todos lados”. Sólo sé que un tío me agarró y empezó abrazarse a mi mientras saltábamos y le empezaba a besar la frente. También nos tomamos unos calibaches en el local del “Di Stefano” (Bar Orense). Pues eso, tras un poco de risas por la calle nos fuimos a “El Retablo”, que era un sitio de marcha de música pachanguera, donde estuvimos un buen rato, y que estaba bastante lleno. Curioso es que no se pudiera fumar allí y sólo en las zonas habilitadas que había.

Nos apetecía algo de rock para terminar la noche, así que preguntando a unos perroflautas, nos dijeron que podíamos ir al “Albaroque”, que tenía muy buen ambiente y era de música rock. Nos fuimos a la pensión entre risas con la gente que nos encontrábamos por la calle, más o menos sobre las 4.30-5 de la noche.

Cuarto día: Viernes, 17 de Abril. Santiago – Pontevedra – Santiago

Después de la fiesta anterior, decidimos levantarnos a las 12. Dedicamos la mañana a ver Santiago de día. Paseamos por las calles, vimos la catedral bien vista, su interior, etc. Poco más, descansando de la noche anterior.

Decidimos comer en un bar y a las 16.30 tomar rumbo hacia Pontevedra y su provincia.
Visitamos pueblos como Combarro, Sanxenxo, Combados y otros lugares como la Toja. También conocimos la historia de las flores de los acantilados, los cruceiros, la santa compañia, etc, visitamos un pazo, probamos buenos quesos y buen vino. Una tarde relajada, y tranquila, disfrutando del mar, con buen tiempo.

De vuelta a Santiago nos fuimos a cenar y a probar productos gallegos. Una buena cena, por unos 10€ por cabeza que incluía bebida, pimientos de padrón, zorza, chorizo gallego, quesos, empanada gallega, etc. Además probamos la Queimada, el típico conjuro espanta-meigas (esto fue en "Obodegon de Xulio"). También vimos por allí al Zapatones.

Era hora de probar el Licor Café, tras la cena. Así que fuimos a un 24 horas, regentado por una gallega, no por un chino, pero no nos podía vender alcohol. La verdad es que llevamos la mala suerte a aquellas tierras. Durante nuestra estancia fue la fiesta del PP por la investidura de Feijoo como presidente de la Xunta. Allí estaban todos los peces gordos del PP, en la plaza del Obradoiro. Decir que el viernes por la mañana nos habíamos cruzado con Gallardón (en el aeropueto, a la ida, vimos también a Piqué). Además justo ese día nos informaban de que se había puesto una ley en el que estaba prohibido hacer botelleo en la calle. De esta forma nos mandaron a un lugar llamado “Mosquito” a comprar el Licor Café. Estaba cerrado, así que lo adquirimos en un sitio que había cerca y lo bebimos en la habitación, para acostarnos sobre las 2.30.

Quinto día: Sábado, 18 de Abril. Santiago – Coruña – Santiago

Llegamos a Coruña. Lo primero que hicimos fue devolver la furgoneta. Tras esto, comenzamos a pasear camino del paseo de Riazor. Por fin llegamos al estadio y a la playa. La verdad es que, en opinión propia, fue Coruña el sitio que menos me gustó. No es que fuera fea, pero esperaba más. Vimos el estadio, la tienda del Depor claro, paseamos por al lado de la playa y llegamos hasta la Torre de Hércules y la Rosa de los vientos. Allí estuvimos, en Coruña, hasta las 17.00 que salía el tren de vuelta a Santiago.

Comimos en un sitio cerca de la estación, regentado por un hombre y una mujer mayor ("Bar América"). La verdad es que por 7€ nos pusimos las botas de caldo gallego, sopa, y fuentes de carne con patatas que estaban buenísimas. Aparte cerveza, vino, agua, café y té, con un trato excelente de los dueños. El sitio estaba muy cerca de la estación, bajando unas escaleras hacia una especie de sótano.

Finalmente partimos hacia Santiago, para estar allí la última noche. Teníamos que levantarnos a las 4 para ir al aeropuerto, pues el vuelo salía a las 7.

Ya que era sábado y se jugaba la Liga, decidimos ir al bar “A Liga”, un sitio muy acogedor todo decorado con bufandas de equipos en el que fuimos a las 20.00 horas para ver el FC Barcelona y el R. Madrid, de forma seguida. Por 10€ cenamos de maravilla, de más incluso. Por 2.80 ponían unas hamburguesas como dios manda y unos bocadillos para cagar y no echar gota. Aparte las cervezas iban y venían.

Como siempre, era un bar de suelo de madera y paredes de piedra, en el cual en una de ellas había colgada una camiseta de Guardiola firmada, de sus tiempos en el “Dream Team”.
Debido a la modorra, no nos quedamos a ver la segunda parte del R. Madrid.

De camino a la pensión, a eso de las 22.50 horas, me vino un aire fresco que me espabilé. De broma, en la misma pensión ya, le dije a Luis Javier que si íbamos a tomarnos los últimos Calibaches al Bar Orense. Pensaba que me diría que no, pero iba un poco contentillo y con su sonrisa no opuso resistencia. Así que mientras todos iban a dormir, él y yo desafiábamos al cansancio y pensando que nos íbamos a acostar sobre la 1 y nos levantaríamos a las 4… aunque pronto se nos pasó esa pena. El bar Orense estaba cerrado, así que decidí que fuéramos a un sitio donde habíamos estado el Jueves por la noche pero al que sólo habíamos entrado y salido, sin tomar nada, “La Casa de las Crechas”, un lugar muy acogedor y muy recomendado, con los tercio de “Estrella de Galicia” a 2€. Tras unas cervezas y unas 2 horas allí de charla (hay que ver como están las gallegas dios mio... como están...), Luís y yo decidimos volver para dormir 3 horas, menos es nada.

Sexto día: Domingo, 19 de Abril. Santiago – Murcia

A las 4.30 estábamos llamando a los taxis para irnos. La verdad que se notaba el ambiente en la calle, estaban cerrando los locales y la gente iba de aquí para allá. No hay mucho que contar en este día. Una jornada de aeropuertos hasta que llegamos a Alicante a eso de las 15.20 horas, para coger un autobús hasta Murcia.

#82 Ya he ido y vuelto xD.

#83 Pero bueno al final te molo o no? jaja Estrella galicia > all