Primero llegó el presumido pelícano,
Ansioso por la recompensa
Alas blancas que se extienden.
Entonces llegó la paloma silenciosa
Volando más allá del pelícano
Tan lejos como podía
Una urraca entró,
Volando más alto que la paloma,
Sólo para mostrar que podía.
Un cisne se desliza,
Para encontrar un nicho de paz,
Al lado de otra ave.
Finalmente llegó el cuervo,
Llegando rápidamente a su parada,
Graznando y después durmiendo.
Quien mostrará el camino,
Quien será la llave,
Quien llevará
A la recompensa plateada.