Tony Blair no ha podido mantener el secreto por más tiempo. Entre sus innumerables negocios, se encuentra un contrato con una empresa surcoreana con intereses petrolíferos en el Kurdistán iraquí.
El gran socio de George Bush en la invasión de Irak no quería que se supiera que se estaba beneficiando, aunque fuera indirectamente, de las consecuencias de la guerra.
El organismo público al que los ex altos cargos deben comunicar sus actividades comerciales ha decidido hacer pública la información contra los deseos de Blair. Se le concedieron dos prórrogas cuando alegó que la noticia podía perjudicar a la empresa, sin precisar nunca por qué razón.
Blair fue contratado en agosto de 2008 por UI Energy Corporation “como asesor de un consorcio de inversores” dirigidos por la empresa surcoreana. Según uno de sus portavoces, ya cumplió su cometido a cambio de una cantidad no revelada.
UI Energy participa en varios contratos para la explotación de petróleo concedidos por el Gobierno kurdo sin el permiso de las autoridades iraquíes. La cláusula del secreto era, según Blair, una petición de la compañía.
Sin embargo, en su página web UI Energy presume de haber captado los servicios de políticos de reputación internacional, como el ex primer ministro australiano Bob Hawke, el ex jefe del Pentágono Frank Carlucci y el ex general norteamericano John Abizaid, que tuvo bajo su mando a las tropas de EEUU en Irak y Afganistán.
El contrato con UI Energy no es el único que fue conocido ayer y que tiene que ver con el petróleo. En una demostración de que Blair siempre acude a la llamada del dinero, también está a sueldo desde diciembre de 2007 de la Familia Real de Kuwait, cuyos negocios son casi indistinguibles de los del país.
Un millón de libras
Blair recibió el encargo de elaborar un informe sobre el futuro de la industria petrolífera en los próximos 30 años. No se conocen las características de ese informe ni tampoco qué es lo que puede aportar Blair que no esté al alcance de los think tanks que llevan décadas analizando el negocio del petróleo. Sí se sabe que el ex primer ministro recibirá un millón de libras por el encargo.
No se trata de los primeros contratos de Blair relacionados con el petróleo en Oriente Próximo
No se trata de los primeros contratos de Blair relacionados con el petróleo en Oriente Próximo. Mubadala, un fondo de inversiones de los Emiratos Árabes, le paga un millón de libras al año por su labor de asesor.
La empresa está en negociaciones para unirse a un consorcio que aspira a recibir la explotación del campo petrolífero de Zubair, en el sur de Irak. Zubair cuenta con unas reservas estimadas en 4.000 millones de barriles.
Después de una vida dedicada a la política, Blair se lanzó a ganar dinero y ha obtenido en muy pocos años un patrimonio que se estima entre 16 y 22 millones de euros. Cobra una media de 110.000 euros por conferencia y recibió casi cinco millones de euros como adelanto por sus memorias, que aparecerán en septiembre.
Consultor de lujo
A sus puestos de consultor permanente en JP Morgan Chase y Zurich Financial, añadió hace unas semanas otro en la empresa de productos de lujo Louis Vuitton Moet Hennessy.
Otros contratos le reportan menos dinero pero a costa de manchar su reputación, por lo demás bastante dañada en el Reino Unido. En enero se supo que cobrará 220.000 euros por dar cuatro conferencias a los directivos de Lansdowne Partners, un fondo de capital riesgo que ganó centenares de millones de euros especulando contra las acciones de los bancos británicos en 2008.
“Es increíble cómo muchos de mis amigos han acabado siendo tan ricos”
La pasión de Blair y de su mujer Cherie por el dinero es conocida desde hace tiempo. Las familias de ambos no eran pobres, pero sufrieron algunas dificultades económicas; la de Blair por un ataque que incapacitó a su padre.
El ex primer ministro no tenía inconveniente en contar en algunas entrevistas que había perdido mucho dinero por dedicarse a la política. “Es increíble cómo muchos de mis amigos del colegio y la universidad han acabado siendo tan ricos”, dijo una vez a un periodista.